Así se anunciaba el polémico udaleku de Bernedo
En el momento de apuntarse, las familias podían consultar en la web los detalles sobre el funcionamiento del campamento, pero en ningún caso se hablaba de que las duchas son mixtas o de la importancia que se da a «trabajar en la desexualización de la desnudez»
El campamento de Bernedo (Álava), en el que menores de edad han denunciado que se les obligó a ducharse con otros adolescentes de distinto sexo y con los propios monitores, quienes también se paseaban con sus miembros sexuales al descubierto delante de ellos, comenzó a publicitarse hace ocho meses. Es el plazo habitual en este tipo de colonias de verano para que las familias puedan organizarse de cara a las vacaciones de los escolares. Sin embargo, en virtud del anuncio y del cartel difundidos, tanto en la web como en las redes de la asociación Sarrea Euskal Udaleku Elkartea, responsable del polémico udaleku, los progenitores de los chavales no podrían haberse imaginado, ni por asomo, las controvertidas prácticas que los cuidadores llevan a cabo y que han salido a la luz a través de cartas escritas por algunos adolescentes a sus familias.
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La noticia adelantada por EL CORREO ha causado un gran impacto. El campamento, que se lleva celebrando desde hace décadas en esta pequeña localidad alavesa, se anunciaba bajo la premisa de tres pilares fundamentales: el euskera, la naturaleza y el feminismo. Sin embargo, nadie sabía a dónde mandaba a sus hijos.
La inscripción para los diferentes turnos del udaleku arrancó el pasado 1 de marzo. Los chavales acudieron en agosto. En el momento de apuntarse, las familias podían consultar en la web los detalles sobre el funcionamiento del campamento, pero en ningún apartado se hablaba de que las duchas son mixtas o de la importancia que se da a «trabajar en la desexualización de la desnudez», tal y como ahora sí revelan en el comunicado difundido este viernes en el que niegan las acusaciones y explican sus «fundamentos ideológicos», así cómo las razones de sus «métodos».
En la página web de la agrupación se puede consultar el anuncio del campamento en el que se incluyen términos como «inclusivo» o «diversidad», pero no figura referencia alguna a las prácticas o actitudes denunciadas. Y, ni mucho menos, que las duchas «más allá de ser un simple espacio de higiene, también son una oportunidad para normalizar todos los cuerpos, romper estigmas y liberarse de la vergüenza y la sexualización».
Entorno «inclusivo»
De haberlo sabido con anterioridad, ¿habrían mandado a sus hijos igualmente a estas colonias? En el eje que se nombra como 'vigilancia' y que se detalla en su web, se limitan a explicar que Sarrea Euskal Udalekua es un «espacio seguro para todas las personas, independientemente de sus características personales, físico, identidad de género, expresión de género, orientación sexual, raza, etc».
Asimismo, promueven un «ambiente de cuidado mutuo entre educadores, niñas, niños y jóvenes, y entre sí, celebrando la diversidad de todos y mostrando a la infancia los beneficios del respeto y el cuidado mutuo desde una perspectiva feminista. Creemos que solo así podemos garantizar un entorno saludable, cómodo e inclusivo», destacan. También dedican una breve explicación al uso del euskera o la importancia de la relación con la naturaleza.
Se trata de una explicación que está a un trecho del «infierno», según aseguran varios padres, que sufrieron los menores en el campamento. Las misivas escritas a los progenitores destapan comportamientos controvertidos como chuparle el dedo del pie a un monitor para tomar la merienda o que alguna educadora se ponía «en tetas» y tratos vejatorios como a un niño que le arrojaron una cazuela entera de guisantes en un juego.