Los blancos emborronan la pizarra de Valverde
El técnico rojiblanco adelanta su centro del campo para presionar, pero el Madrid rompe ese planteamiento con su juego directo
Igor Barcia
Miércoles, 3 de diciembre 2025, 22:28
Hay días en que los planes del entrenador por intentar sorprender y hacer daño al rival se caen como un castillo de naipes al primer ... soplo de aire. Ernesto Valverde diseñó un planteamiento de presión alta con Jauregizar y Galarreta adelantados a Rego, que ejerció de pivote único. Pero bastaron dos o tres lanzamientos cruzados por la defensa del Real Madrid en busca de Mbappé y Vinicius para que los blancos se quitaran el problema de encima y pusieran el encuentro cuesta arriba para el Athletic. Así se decantó un encuentro cuyo desarrollo inicial fue muy diferente al que había imaginado la pizarra de Ernesto Valverde en su empeño por ahogar la salida del Real Madrid y buscar las recuperaciones altas en pos de llegadas rápidas a la meta de Courtois. En seis minutos los blancos generaron tres claras ocasiones. Dos las salvó Unai Simón. La tercera la convirtió Mbappé con una jugada de alta escuela. En el duelo de estrategas, Xabi Alonso salió vencedor a la hora de desactivar la táctica del rival.
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Por vez primera esta temporada, Valverde ofrecía una alineación donde estaban tres pivotes juntos: Rego, Galarreta y Jauregizar. ¿Cuál era la estrategia del técnico rojiblanco? Según el esquema ofrecido por el propio club, podía ser que el de Bermeo adelantara su posición para cubrir la ausencia de Sancet en la media punta rojiblanca. Pero bastaron los primeros movimientos de los jugadores sobre el terreno de juego para ver que allí había novedades. Rego se colocó por delante de la defensa, mientras que Guruzeta y Jauregizar formaban parte de una línea de cuatro en la que Nico y Berenguer ocupaban las alas. «Hemos sacado un centro de campo de fortaleza, para hacer frente al suyo, y poder tener opciones en las disputas para luego correr con nuestros jugadores de banda. ¡En la pizarra me salía todo bien!», reconoció Valverde tras el encuentro.
El Athletic quería llegar arriba, pero pronto, demasiado pronto, se vio que aquello no iba bien. El Real Madrid había entrado enchufado al encuentro y no tuvo problemas en jugar en largo para desactivar por completo los planes rojiblancos en ese inicio de encuentro. De hecho, tras esos dos primeros avisos llegó la gran acción de Mbappé para el 0-1. El lateral derecho era un sufrimiento costante, con Lekue incapaz de defender a Vinicius y Mbappé, que siempre buscaron su banda, y sólo la primera relajación que evidenció el club blanco con el viento a favor permitió al Athletic generar sus únicas ocasiones, los remates de Guruzeta y Berenguer mediada la primera parte que salvó Courtois.
«Ellos son muy fuertes físicamente y nos ha costado mucho lanzar la presión. Además el Real Madrid enviando balones a la espalda de nuestra defensa nos ha hecho daño. Hemos cometido errores y cualquier imprecisión ellos te lo hacen pagar. Queríamos recuperarnos al descanso, porque cada robada que nos hacían se barruntaba el peligro», reconoció Valverde, pero el segundo gol del equipo blanco terminó por arruinar los planes del técnico rojiblanco.
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Cambios sin incidencia
El paso por los vestuarios con un 0-2 en el marcador y una evidente sensación de inferioridad llevó a Valverde a tomar medidas para tratar de reactivar a su equipo. En el punto de mira quedó un Lekue totalmente superado en esa primera parte, reemplazado por Areso, mientras que en la vuelta al plan habitual, la del doble pivote por delante de la defensa, sobraba un mediocentro y ese fue Galarreta, quedando Jauregizar y Rego emparejados, y con Unai Gómez por delante.
En esa segunda parte el reto era ganar metros, presionar al Real Madrid, meter miedo con alguna oportunidad tempranera –qué decir con un gol–, pero lo cierto es que anoche siempre dio la sensación de que el club blanco jugó uno de sus encuentros más plácidos de los últimos tiempos en La Catedral. Parecía que el Athletic no se creyó nunca que estaba en condiciones de intentar la épica de la remontada. Jauregizar realizó un gran remate lejano en el minuto 48 que despejó Courtois, pero el remate de Mbappé en el 59 que supuso el tercer tanto de los blancos dejó helado a San Mamés.
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De nuevo como frente al Barcelona la evidencia de que el Athletic era un equipo frágil y que las dos porterías a cero frente al Slavia Praga y Levante habían sido un espejismo en mitad de una temporada donde los rojiblancos han olvidado el enorme rendimiento defensivo que tuvieron el pasado curso hasta alcanzar la Champions.
Ahora toca pasar página. Siguiente parada en la semana estratosférica, el Atlético. El sábado a las 21.00 horas.
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