Scientia reclama 17 millones a Educación por el cierre de sus colegios en Bilbao y San Sebastián
Demandará al Gobierno vasco por «daños y perjuicios» y le acusa de incumplir un contrato de compraventa por el que la Administración iba a adquirir las instalaciones del centro guipuzcoano
Scientia School reclama al Gobierno vasco 17 millones de euros por «daños y perjuicios» derivados de su actuación en los colegios concertados que la empresa ... tenía en San Sebastián (El Karmelo) y Bilbao (San Pedro). Ambos centros cerraron sus puertas y sus alumnos tuvieron que ser reubicados. La compañía, una filial del conglomerado de origen mexicano Atlas Holdings que cuenta con empresas en diferentes sectores, ha interpuesto un recurso administrativo, paso previo a presentar una demanda judicial. La organización tiene por delante varios juicios pendientes por impago con sus antiguos trabajadores.
Todo se remonta a 2019. Entonces, Scientia School, que contaba con varios centros educativos en Madrid y Galicia, adquirió el colegio El Karmelo de San Sebastián. Según un comunicado emitido este jueves por la propio empresa, el centro «se encontraba en situación de quiebra». «La congregación religiosa que lo gestionaba había comunicado tanto al Gobierno vasco como a las familias su intención de cerrar debido a los problemas acumulados».
Scientia «decidió dar continuidad al proyecto educativo y evitar su cierre inminente», continúa el escrito. «Prueba de ello es que invirtió más de 2,5 millones de euros» en el colegio. Además, firmó contratos de arrendamiento de espacios del edificio con vigencia hasta 2032, «lo cual evidencia una clara voluntad de permanencia».
Sin embargo, en diciembre de 2023, Scientia asegura que «fue el propio Departamento de Educación del Gobierno vasco quien propuso el cierre ordenado del centro, en el barrio de Amara, debido al descenso sostenido de la natalidad». A tal efecto, sostiene el comunicado, «el Gobierno vasco emitió una oferta vinculante de compra del inmueble el 24 de enero de 2024, aceptada por Scientia el 30 de enero y ratificada por el Gobierno vasco el 16 de mayo de 2024» mediante la firma de un acuerdo. La operación se cifraba en 17,6 millones de euros.
Ahora, Scientia acusa a Educación de «incumplir» el acuerdo «sin justificación válida». Y asegura que el propio Gobierno «admitió en julio de 2025 que nunca tramitó el expediente patrimonial exigido por ley». «El incumplimiento del Gobierno vasco colocó a Scientia en una situación límite, obligando a la organización a vender de forma apresurada el inmueble que albergaba el colegio y a un precio inferior tanto al valor real como a la oferta vinculante presentada por la propia Administración». El comunicado no indica por qué cantidad vendió el edificio.
En el caso del colegio San Pedro de Bilbao, fue adquirido en 2022 a una congregación religiosa. Scientia denuncia que el Gobierno «retiró de facto el concierto educativo vigente hasta 2028, provocando la descolarización masiva del alumnado (más de 195 bajas en tres días) mediante comunicaciones directas a las familias, sin emitir resolución ni respetar el procedimiento legal previsto».
«Irregularidades»
La empresa asegura que esta rescisión unilateral del concierto generó al centro una deuda superior a 800.000 euros, lo que causó «la inviabilidad operativa del centro», que apenas contaba con un alumno matriculado en enero de 2025.
Por todo ello, Scientia reclama 17 millones al Gobierno «para cubrir el daño emergente por inversiones realizadas, nóminas impagadas y costes estructurales asumidos; el lucro cesante por la imposibilidad de desarrollar el proyecto educativo comprometido; y los perjuicios reputacionales y económicos derivados de la actuación administrativa».
Cuando Educación inició el procedimiento para rescindir el concierto del colegio de Bilbao, informó en un comunicado de que lo hacía por «irregularidades cometidas de manera continuada en cuanto al cumplimiento del marco de la concertación». Sin embargo, nunca detalló en que consistían esas irregularidades.
Situación límite
La comunidad educativa vivió una situación límite durante varios meses. Los docentes que impartían clase en etapas no concertadas, como el aula de 1 año u otras figuras no cubiertas por el concierto, estuvieron casi un año sin cobrar. Lo mismo sucedió con muchos de sus proveedores de catering del comedor, material informático...
Todo se precipitó en diciembre del año pasado. Educación rescindió el concierto y la empresa titular del inmueble envió a Scientia una orden de desahucio por adeudar un año de alquiler. De la noche a la mañana, el centro se quedó sin alumnos porque las familias no se podían permitir pagar la cuota que supondría un colegio completamente privado.
Los trabajadores denunciaron entonces que los problema habían sido continuos desde que los nuevos gestores adquirieron el colegio en 2022, con impagos puntuales e incumplimiento de sus promesas de modernizar el colegio, ubicado en una parcela del Campo Volantín de Bilbao. La plantilla ha llevado a juicio a la empresa por los impagos. Scientia ha quebrado otros colegios en San Sebastián, Galicia y Getafe.
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