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El presidente del Euzkadi buru batzar del PNV, Andoni Ortuzar, trata de rebajar la euforia desatada en EH Bildu tras los comicios autonómicos del pasado ... domingo y, como él mismo asegura, poner las cosas en su contexto. ¿Y cuál es su contexto? Que el PNV ha demostrado su tradicional fortaleza al subir 20.000 votos y repetir como lista más votada. Que el empate a 27 escaños con EH Bildu se debe a que la izquierda abertzale ha fagocitado a todo el espacio que representan Podemos y Sumar. Y que lo importante es que el PNV y el PSE volverán a cerrar un acuerdo de gobierno para liderar Euskadi hasta 2028 con mayoría absoluta.
Pero la foto del domingo también describe a una EH Bildu que ya es capaz de competir de tú a tú con el PNV para hacerse con Ajuria Enea. El problema para los de Arnaldo Otegi es que para conseguirlo deberá pactar con los socialistas, una hipótesis que a día de hoy, viendo lo ocurrido en la recta final de la campaña electoral, es a todas luces imposible. Esto, claro, a día de hoy. El clic se producirá cuando EH Bildu se atreva a condenar el terrorismo de ETA. Hasta entonces y a tenor de las duras declaraciones del actual secretario general del PSE, Eneko Andueza, no hay nada que hacer. «No haremos lehendakari a un candidato que es incapaz de condenar el terrorismo», zanjó.
Ortuzar lo sabe y así lo ha recalcado este martes en varias entrevistas. «EH Bildu ha obtenido un resultado notable, es la segunda fuerza política, pero no ha demostrado capacidad para acordar con nadie (...) Es una fuerza política que tiene mucha fortaleza pero aislada», ha subrayado. En este sentido y en referencia a las exigencias de Otegi para que el futuro Gobierno vasco sea «más de izquierdas y más abertzale» ha señalado que «alguien que vive en su aislamiento condicionar las políticas de los demás» y ha advertido de que «no puede intentar ganar en los despachos lo que no ha ganado en las elecciones».
«Bildu tiene que clarificarse. Ha crecido en función de un blanqueamiento por un lado y de quitarle aristas a sus posiciones políticas. Ahora falta por demostrar si eso lo ha hecho para ganar votos y a partir de ahora va a volver a ser el Bildu de siempre, o, además de ganar votos, lo que quería era dar un cambio a sus políticas», ha recalcado antes de asegurar que están abiertos a acordar con todos los partidos de la oposición incluso en el caso de que se conforme un Gobierno con mayoría absoluta entre el PNV y el PSE.
Y es que ahora lo toca es esto, esperar a que ambos partidos se sienten a negociar el qué, el cómo y los quiénes del futuro Ejecutivo liderado por Imanol Pradales. ¿Será Eneko Andueza vicelehendakari? ¿Quién será el consejero o consejera de Sanidad? ¿Qué carteras exigirá el PSE? ¿Subirán de tres a cuatro? Este martes, Andueza apenas ha ofrecido pistas. Sí ha hablado que lo importante es el «para qué», el programa, las políticas.
Un sentir corroborado por Ortuzar: «No es la primera vez que el PNV y el Partido Socialista negocian un gobierno de coalición (...) Debemos elaborar un programa de gobierno compartido porque no se puede tener dos gobiernos dentro de un gobierno. Y luego ya hablaremos de reparto de carteras, quién va a estar, cuánto va a estar, cuáles son las proporciones...», ha matizado.
Un programa donde ambos partidos, seguro, tendrán que dejarse pelos en la gatera, tragarse ciertos sapos y acordar eso que llaman 'discrepancias pactadas'. Entre ellas, el nuevo estatus. «Profundizar en el autogobierno, tener más autogobierno y dar un salto en la soberanía de las instituciones vascas y en el poder autónomo de Euskadi no es una aventura (como dice Andueza), sino una necesidad», ha recalcado el presidente del EBB.
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