Rahm tira del carro de Europa en el comienzo en la Ryder

Rahm logró el primer punto en Nueva York al formar una pareja la mar de sólida junto al inglés Hatton. Ambos son amigos, se entienden a la perfección, e hicieron gala de esa unión al doblegar a DeChambeau y Justin Thomas en la primera serie. Pese a que los americanos se adelantaron en el primer hoyo, dos aciertos en la séptima y la octava bandera dieron la vuelta a la tortilla para Europa. Después, pusieron tierra de por medio con otros dos birdies al 13 y el 14. El partido se resolvió bajo un sol de justicia en el decimoquinto hoyo, en el que a Rahm y Hatton les sirvió el par, ya que Thomas falló después su putt para par. En total, un 4&3. El 4 hace referencia a los hoyos de ventaja y el 3 a los hoyos por jugar que, lógicamente, no hizo falta completar.

«Hemos sido capaces de ganar a dos de los mejores jugadores del mundo pese a no empezar muy bien», lanzó el vizcaíno. «Es un placer trabajar con este hombre», añadió Rahm al referirse a Hatton. El inglés es también su compañero de equipo en la Legión XIII del LIV. Además de haber jugado en las dos últimas Ryder juntos, también lo hicieron este verano para conquistar el campeonato por equipos de la liga saudí.

Era la primera piedra del Viejo Continente en su asalto a la Ryder. No se lleva la victoria en territorio enemigo desde 2012, la edición del inolvidable 'Milagro de Medinah'. Europa ganó este viernes la primera sesión por 3 a 1. No lo hacía a domicilio desde 2004 en Michigan, en la que acabaría conquistando el trofeo, con Sergio García y Miguel Ángel Jiménez en el equipo. Es el mayor margen de victoria (18,5-9,5) lejos del calor de su público. Tras el punto inaugural de la pareja Rahm-Hatton llegaron otros dos en pocos minutos: Ludvig Aberg y Matt Fitzpatrick se impusieron 5&3 a Scheffler y Russell Henley, mientras que Rory McIlroy y Tommy Fleetwood se deshicieron de Collin Morikawa y Harris English por la vía rápida: 5&4.

Hubo que esperar más para la resolución del último choque mañanero. Cayó del lado estadounidense gracias a Xander Schauffele y Patrick Cantlay, que superaron por 5&3 a Viktor Hovland y Robert MacIntyre. Llegó la reacción americana cuando el público local comenzaba a morderse las uñas oteando en el horizonte una debacle. No se podrán quejar los muchachos de Keegan Bradley del apoyo de su hinchada, que en ocasiones manchó esta bonita competición al abuchear de forma grosera los golpes fallados de los europeos.

En el turno de tarde, Rahm repitió de nuevo en primer lugar. Luke Donald vio en la figura del vizcaíno el líder del equipo, con permiso de un Rory McIlroy que, en su línea, combinó momentos de brillantez que nadie puede igualar con errores en putts muy cortos. Hatton dejó su sitio a Straka, jugador austriaco que ya estuvo presente en el éxito de Roma hace dos años pero al que el prematuro parto de su bebé le ha alejado de la competición en los últimos meses.

No notó la inactividad el centroeuropeo, que se destapó como un complemento de lujo y formó una gran pareja con Rahm la primera vez que ambos formaban juntos. Perdieron el primer hoyo, pero doblegaron 3&2 a Scheffler y J. J. Spaun tras una exhibición coral de tee a green. El cuarto punto de Europa llegó después de que Cameron Young y Thomas aplastaran 6&5 a Aberg y Hovland. La contienda se puso 2-4 con los dos últimos partidos en juego muy apretados.

Contra las cuerdas, la pareja DeChambeau-Ben Griffin forzaron el último hoyo ante Fleetwood y Justin Rose cuando Europa celebraba ya el punto. En paralelo, Sam Burns-Cantlay y McIlroy-Shane Lowry también firmaban tablas a falta de los dos últimos desafíos. Todo en un puño. Rose y Fleetwood mantuvieron la ventaja y lograron el quinto punto. Como Scheffler, DeChambeau perdió sus dos encuentros. El último encuentro también se resolvió en el 18. McIlroy y Lowry empataron contra Cantlay y Sam Burns. Tuvo un putt ganador desde tres metros el número dos del mundo, pero se le escapó ese medio punto a Europa, que gobierna 2,5-5,5.