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El vino de Rioja Alavesa perderá hasta 10 millones en ventas por los aranceles de Trump
El Gobierno vasco estima que peligra un 25% de las exportaciones a EE UU y abrirá una oficina en la comarca para asesorar directamente al sector
El vino de Rioja Alavesa llega a una de las vendimias más complicadas en el campo -ha habido pedrisco, mildiu, calor y una dana ... inédita en la comarca- y tampoco se prevé que sea sencillo cuando sus botellas salgan al mercado. Al declive de ventas que viene experimentando la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja se suman ahora los aranceles de Donald Trump a los vinos europeos. El gravamen del 15% lleva en vigor desde principios de agosto, pero hasta ahora su impacto era una incógnita.
El Gobierno vasco ya tiene una primera cifra. Según anunció este domingo la consejera de Agricultura, Amaia Barredo, en la Fiesta de la Vendimia -una cita que cuenta con el patrocinio de EL CORREO- las tarifas de Trump tendrán un impacto de hasta diez millones de euros en las exportaciones de la comarca. Según las cuentas que maneja Lakua, Rioja Alavesa perderá entre un 22% y un 25% del negocio que ha tenido hasta ahora en Estados Unidos.
13,9% de las exportaciones
de vinos tintos y rosados de Álava van a Estados Unidos
No es un ajuste baladí: el país norteamericano es el segundo mercado exterior para los vinos tintos y rosados, sólo por detrás de Reino Unido. Hacia Washington, Nueva York, Los Ángeles, Miami y otras tantas ciudades estadounidenses van un 13,9% de las ventas exteriores.
El vino es uno de los productos más perjudicados del pacto entre la Unión Europea (UE) y el presidente republicano, ya que otros productos agrícolas no sufrirán tasas. La medida -eso sí- está pendiente de la resolución del Tribunal Supremo de EE UU sobre su legalidad, pero ya ha generado una enorme incertidumbre en el sector. Para combatirla, Barredo anunció que se abrirá una oficina en Rioja Alavesa para atender a los productores, aunque también se encargará de otros factores de incertidumbre que obligan al sector a explorar nuevas vías y mercados, con el fin de mantener e incrementar su competitividad.
La sucursal de Agricultura estará ubicada en Laguardia, en la sede de la Cuadrilla de Rioja Alavesa, y abrirá sus puertas tres días a la semana: lunes, miércoles y viernes, en horario de mañana. Se trata de una ubicación provisional, ya que, en el futuro, el servicio se integrará en la sede que el campus del vino prevé levantar en este municipio para «reforzar así el ecosistema en torno al vino y las bebidas».
Nuevos mercados
Esta mesa, a su vez, hará un seguimiento a las necesidades específicas de las empresas ante esta nueva situación y coordinará la respuesta público-privada y los proyectos e iniciativas a poner en marcha. Lakua, además, mantendrá una reunión específica con los bodegueros, enmarcada en los contactos iniciados por el Departamento vasco de Industria para conocer el impacto de las tarifas norteamericanas en los distintos sectores económicos, el miércoles 24.
Agricultura espera que la UE permita activar más ayudas aparte del arranque de uva
En paralelo a estas medidas de contención está la apuesta de Lakua por abrir nuevos mercados. Tras una visita el año pasado a Japón y otra misión comercial a México, hace dos semanas, ahora el Gobierno vasco tiene previsto volver al país nipón en cuestión de un mes para «reforzar todos los contactos internacionales».
Aunque no todo son malas noticias. Los vinos blancos, pese a un ligero aumento de los excedentes, siguen con su senda ascendente, especialmente en el mercado nacional. Además, según Barredo, se ha dado «un giro» en la caída de los precios de nuestros caldos, que se están vendiendo a una media de «6,49 euros frente al conjunto de Rioja, que está en 4,29».
«Precios justos» para la uva
Según las cuentas reportadas por la consejera de Agricultura, ya se han vendimiado 5,4 millones de kilos de uva en Rioja Alavesa, aproximadamente un 10% de lo previsto para esta campaña.
Paradójicamente, esta vendimia es una de las más cortas de la historia reciente de la comarca y llega después de que el Gobierno vasco subvencionase la cosecha en verde, el arranque de uva antes de que madure. La medida no es del agrado de todos los productores. Juan Luis Cañas, por ejemplo, afirmó este mismo domingo en las páginas de este periódico que «no le hacemos un favor al sector si hay viticultores que ven su futuro en tirar las uvas al suelo». «Les estamos acostumbrando mal», censuró. Preguntada por la posibilidad de retirar estas ayudas, la consejera Barredo se limitó a señalar que la cosecha en verde es una medida «a día de hoy aprobada», aunque aseguró que «se han solicitado nuevas medidas a la Comisión Europea» para que las analice.
Lakua ha fijado para el miércoles 24 el encuentro con los bodegueros para abordar los aranceles
En paralelo, está el clamor por un precio justo para los viticultores. Algo que puso el diputado general Ramiro González sobre la mesa el pasado martes al reclamar precios «justos» por los racimos. La líder de EH Bildu en Álava, Eva López de Arroyabe, replicó a González que «no nos vale que se le pida buena voluntad a las grandes bodegas» y tiró de hemeroteca. «Hace 30 años se pagó la uva a 78 céntimos el kilo y tres décadas después esa uva se va a cobrar a ese mismo precio», señaló. «Necesitamos que suban», incidió Iñaki Oyarzabal, del PP.
El alcalde de Leza, Ignacio Gallo (PNV), también hizo mención a esta cuestión durante su discurso antes del pisado de la uva. «Quien tenga la competencia, que pague un precio justo por ella», indicó. «A ver si entre todos, el sector público, el privado y los agricultores, llegamos a acuerdos para que se pague como Dios manda y no haya que pedir subvenciones, que es pan para hoy y hambre para mañana».
Álava abonará las primeras ayudas por mildiu antes de que acabe 2025
La Diputación anunció este domingo que destinará 1,6 millones de euros en ayudas para compensar el fuerte impacto que el hongo mildiu ha provocado en la campaña vitivinícola de Rioja Alavesa. El diputado general, Ramiro González, subrayó que se trata de una medida extraordinaria diseñada para dar respuesta a una situación excepcional que ha puesto en riesgo la viabilidad de numerosas explotaciones.
El mildiu, una enfermedad fúngica favorecida por condiciones climáticas anómalas, ha generado un sobrecoste muy significativo en los tratamientos aplicados por los viticultores. Para aliviar esa carga, la Administración local ha diseñado un sistema de ayudas estructurado en dos fases.
Antes de final de año, se abonará una cantidad fija por hectárea a todas las explotaciones afectadas. A comienzos de 2026, mientras tanto, se completará el pago con una parte variable vinculada a los tratamientos realizados y documentados.
«El mildiu ha supuesto un golpe muy duro para las familias viticultoras de Rioja Alavesa. Con estas ayudas hemos querido aliviar esa carga y, al mismo tiempo, reconocer de forma justa a quienes han gestionado mejor la situación», señaló González, quien destacó que esta fórmula responde también a una petición del propio sector.
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