

Un enorme incendio consume la fábrica de LEA en Vitoria
La histórica planta es pasto de las llamas en un fuego que colapsó el tráfico, provocó confinamientos y alteró a toda Vitoria
Manu cumplía ayer la primera semana trabajando en LEA. Contratado por una ETT, accedió a la planta a las 13.30 horas para realizar su ... jornada. No pudo. En menos de quince minutos se vio corriendo en dirección a la salida del número 78 de Portal de Arriaga, en Vitoria, mientras daba la voz de alarma a los compañeros. «Han empezado a gritar que había fuego y hemos salido todos corriendo». En un primer momento algunos pensaron que podría tratarse de un simulacro. Pero las llamas y el humo despejaron inmediatamente cualquier duda.
Un gigantesco incendio se desataba a las 13.45 horas en la sección oleoquímica -en la que se trabajan con grasas de origen animal y vegetal- de esta emblemática factoría de productos cosméticos. Toda la ciudad vio una enorme columna vertical de humo negro. Afortunadamente no hubo que lamentar daños personales. Pero los materiales «son cuantiosos». La empresa, que cuenta con una plantilla de 120 trabajadores, ha quedado devastada, como confirmaron las imágenes del interior difundidas seis horas después, cuando se dio oficialmente por controlado el fuego.
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El primer impacto lo sufrieron en las calles cercanas. Los cristales de las viviendas de Arriaga y Abetxuko empezaban a retumbar primero con un gran estallido y posteriormente con una cadena de deflagraciones, provocadas por contenedores de hidrógeno que se encontraban en el interior de una nave, explicaron desde el Ayuntamiento-.
Seguridad trabaja con la hipótesis de que el fuego se originó «en las labores de un camión cisterna con producto químico»
La densa humareda convocó a cientos de curiosos en las inmediaciones. La Policía Local, la Ertzaintza y todos los efectivos de bomberos de Vitoria, con el apoyo de los de Nanclares, se desplegaron de forma inmediata. Mientras estos últimos trabajaban en las instalaciones de LEA con el primer objetivo de evitar que las llamas salieran de su perímetro, los efectivos policiales iban ampliando progresivamente el cordón de seguridad.



Eleuterio Landa miraba atónito y preocupado lo que estaba sucediendo en la emblemática empresa vitoriana, con 202 años. Su hermano Juan Antonio trabajaba «en el turno de mañana». «Lleva 25 ó 26 años ahí. Nunca ha pasado algo así. Creo que él está bien», relataba a EL CORREO.
«Se ve que ha tenido que pasar algo con un camión cisterna que estaba descargando», señalaba. No iba muy desencaminado. A las 14.36 horas el Ayuntamiento planteaba oficialmente que ésta era la hipótesis con la que trabajaba la Mesa de Crisis que fue convocada con urgencia por la alcaldesa, Maider Etxebarria. «El origen del incendio ha podido estar en las labores que llevaba a cabo un camión cisterna con producto químico», indicaban desde el área de Seguridad Ciudadana. Un hecho al que la dirección de la compañía no aludió en la comunicación que lanzó pasadas las siete de la tarde. «Las causas se desconocen», reflejaba.
Gasolinera cercana
El Plan de Emergencia Municipal se mantuvo activo hasta pasadas las ocho de la tarde, cuando se dio por controlado el incendio. Con este plan se activaron una serie de medidas de urgencia sobre el terreno. Así, la gasolinera de Onaindia, situada en las inmediaciones, quedaba clausurada a las 14.00 horas. A escasos metros se sucedía un trasiego de autobuses del garaje de La Burundesa. En su inmensa mayoría, vehículos de transporte adaptado para el Instituto Foral de Bienestar Social. «Nos han dicho que desalojemos», señalaba un empleado de la firma. «Váyanse rápido, el humo se está propagando», advertían efectivos de la Ertzaintza protegidos con mascarillas FPP2. Dos ambulancias se desplegaron también en la zona. E incluso un vehículo de reparto apareció con botellas de agua para los bomberos que se afanaban por apagar el incendio. En total, veinte dotaciones.
El polígono de Gamarra fue desalojado completamente. Y se emplazó a los vecinos del entorno a cerrar ventanas y permanecer en el interior de sus casas. «Pedimos a la ciudadanía que no se acerque a menos de 500 metros de la zona», rogó Seguridad Ciudadana. El Consistorio incluso confinó varias horas el barrio de Abetxuko y parte del de Arriaga. En este último, patrullas de la Guardia urbana llegaron a avisar a los vecinos por megafonía.
Aunque inicialmente Seguridad apuntó que la nube de humo era «tóxica», posteriormente se reconoció el error y se corrigió incidiendo en que los materiales en combustión no eran peligrosos. «Arde una sustancia grasa (aceites y productos de aseo) que no arrastra partículas sólidas», señaló en un comunicado.
Las líneas de los urbanos sufrieron desvíos y Euskotren canceló las conexiones entre Honduras y Abetxuko
Aunque inicialmente Seguridad apuntó que la nube de humo era «tóxica», posteriormente se reconoció el error y se corrigió incidiendo en que los materiales en combustión no eran peligrosos. «Arde una sustancia grasa (aceites y productos de aseo) que no arrastra partículas sólidas», señaló en un comunicado.
El tráfico también se vio alterado. Hubo cortes en arterias clave como Portal de Arriaga o Aguirrelanda, que provocaron una notable congestión en cadena en otras calles como la Avenida del Cantábrico, la Avenida o América Latina -los cortes en la avenida del Zadorra continuaban al cierre de esta edición- . Y todo en una hora punta de un viernes. Además, se suspendió la línea del tranvía hasta Abetxuko, lo que dejó al barrio sin transporte público.
El humo fue perdiendo densidad después de más de tres horas de trabajo de los bomberos, que aún necesitaron otras tantas para controlarlo. Vitoria volvía así a revivir una pesadilla. Hace menos de dos meses otro incendio se cebó con la planta de reciclaje de Onaindia, a unos cien metros de LEA.
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