LEA, la empresa más longeva de Euskadi célebre por su crema de afeitar
Lascaray S.A tiene 202 años, empezó con las velas de sebo y en los años setenta se trasladó a las actuales instalaciones en la calle Portal de Arriaga
Lascaray S.A, célebre por sus productos LEA, cumplió en 2023 la impactante cifra de 200 años como la firma más longeva de todo el ... País Vasco. Su larga historia comenzó en 1823 con la fabricación de velas de sebo para los carruajes de caballos, luego se dedicó a producir jabones y se hizo especialmente célebre por su crema de afeitar. Se trasladó a las instalaciones de Portal de Arriaga en los años setenta.
Juan Bernardo Lascaray, el fundador, llegó desde Ciboure (Francia) para producir unas velas de sebo muy primarias pero imprescindibles en el día a día de los alaveses: eran la única fuente de iluminación que existía y se empleaban, entre otras cosas, en los faroles de los carruajes de caballos. Cuando la electricidad llegó a Vitoria en 1892 parecía que esta firma estaba condenada de forma inevitable a la desaparición. Nada más lejos de la realidad.
Casimiro Lascaray, ya la segunda generación, puso en marcha en 1855 una nueva factoría a la que llamó La Estrella Alavesa para fabricar los primeros jabones. Aquel producto de primeras extraño para la población pronto se convirtió en un bien de primera necesidad y por aquella época se creó el jabón Marfil. Aquellos pedazos grandes que se utilizaban en los hogares un poco para todo todavía perduran en la memoria de los alaveses más veteranos.
En 1905 un incendio arrasó la fábrica ubicada por aquel entonces en la calle Portal de Castilla, en las inmediaciones del actual Palacio de Justicia, y tardaron dos años en volver a funcionar. Cuando resurgió lo hizo como una de las factorías más modernas de la España de la época y casi un par de décadas después, Lucio Lascaray, un reputadísimo químico formado en Berlín empezó a moldear la empresa tal y como hoy se conoce, con una división dedicada a la industria oleoquímica y a la cosmética.
Desde Vitoria, LEA se convirtió en una marca ampliamente reconocida en todo el país y su crema de afeitar llegó a miles de hogares. En esa época, desde Estados Unidos llegaron las espumas, cambiaron los hábitos y la empresa se adaptó. Fue en los años 70 cuando la compañía se trasladó hasta sus actuales instalaciones en la calle Portal de Arriaga y en los 90, ya bajo la dirección de la quinta generación de la familia, amplió sus instalaciones de desdoblamiento y destilación multiplicando por tres su capacidad productiva.
En la actualidad cuenta con un centenar de trabajadores y las instalaciones siguen con sus dos líneas de negocio: la dedicada a la fabricación de ácidos grasos para la industria y la de higiene personal. Además de productos para el afeitado y el cuidado de la barba comercializan desodorantes, toallitas húmedas, higienizantes, geles de baño, desmaquillantes o productos de higiene bucal. LEA ha sido patrocinador oficial del Deportivo Alavés durante dos temporadas.
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