Detenido por intento de homicidio tras una pelea en un bar

El suceso tuvo lugar alrededor de las nueve de la mañana, cuando patrullas de la Policía Local y de la Ertzaintza se desplazaron al céntrico local tras recibir el aviso de que, en el transcurso de una pelea «originada en un bar», un varón había sido agredido con «un arma blanca».

Una vez allí, los agentes comprobaron que la víctima, de 33 años, presentaba heridas sangrantes «en la cabeza y otras partes del cuerpo». Fuentes de la Guardia urbana explicaron a este periódico que, ante la gravedad de los hechos, la intervención se traspasó completamente a la Ertzaintza. El supuesto agresor empleó un punzón que más tarde fue hallado por los agentes «en un contenedor» cercano al local. Poco después, el autor de las lesiones pudo ser interceptado en las inmediaciones y se procedió a su identificación.

Es ahí cuando los agentes comprobaron que el sospechoso tenía pendiente una «orden judicial de detención», según informó el Departamento vasco de Seguridad. Ante esta situación, y tras realizar las comprobaciones pertinentes, se procedió a su arresto en base a esa requisitoria. El detenido será presentado ante la autoridad judicial una vez se den por finalizadas las diligencias oportunas en dependencias de la Ertzaintza.

Pese a la gravedad de lo ocurrido, el local seguía abierto ayer a mediodía. No es la primera vez que este establecimiento se encuentra en el ojo del huracán y eso que lleva abierto apenas unos meses. Desde primavera ha acumulado múltiples quejas por parte de los vecinos debido a los ruidos y toda clase de comportamientos incívicos por parte de sus clientes.

Una vecina apuntaba que «todos los fines de semana vemos a gente borracha tirada en la calle y pandillas de chavales buscando bronca», por lo que para ella este suceso no era «una sorpresa». Otra viandante remarcaba también que «siempre hay movidas los fines de semana», describiendo el local como «un horror que deberían cerrar». «Me da miedo pasar por aquí», remataba.

Otro vecino reiteraba que «todos los fines de semana aguantamos ruidos», añadiendo que los clientes de este local «no dudan en mear en la puerta de los portales» cercanos al local. «Es imposible dormir una vez que abren», zanjaba.

El negocio no funciona como un 'after' al uso, sino que abre a primera hora de la mañana y aquellos que alargan la noche de fiesta son los que lo aprovechan como tal. Distintas fuentes apuntan a que este bar sirve como relevo a otro polémico local que hay en la calle San Antonio, que también acumula quejas y conflictos. Con anterioridad a este grave suceso ya ha habido múltiples intervenciones por parte de la Guardia urbana en este establecimiento, sobre todo los viernes, sábados, domingos y festivos. Este local es un punto conocido para los agentes.