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Toni Caballero
Miranda de Ebro
Miércoles, 14 de mayo 2025, 00:01
Los profesionales de la sanidad son objeto de cada vez más agresiones en el desarrollo de sus funciones, especialmente en las ramas de atención primaria ... y en ámbito de los servicios de urgencias. No es una lacra particular de Miranda, sino que es un problema generalizado y creciente en todo el país que ahora también está teniendo eco en los centros de nuestra ciudad.
Y es que, según ha podido saber ELCORREO, ya son varios los ataques verbales sufridos por los médicos mirandeses desde inicios de año, aunque ninguno de ellos se ha llegado a notificar de forma oficial. En este sentido, los motivos para no formular la correspondiente denuncia suelen aludir al miedo ante posibles represalias por parte del agresor, a la inseguridad que sienten los profesionales sanitarios o a la presión que pueden llegar a recibir por parte de la Gerencia de Servicios Sociales.
«Desde CSIF, animamos y apoyamos a todos los profesionales para que lo notifiquen e instamos a la administración a que simplifique el trámite y el protocolo para realizarlo, aumente plantilla y ofrezca apoyo psicológico», lanza al respecto Carmen García, la responsable del sector de Sanidad del CSIF en Burgos.
Asimismo, la representante sindical tiene claro que muchas de estas agresiones no se notifican «bien porque los profesionales no estamos concienciados a hacerlo o bien por miedo a denunciar». Habitualmente, estos ataques «suelen ser verbales», aunque también van en aumento las agresiones físicas y, en ocasiones, las amenazas pueden acabar evolucionando en golpes. «Las más afectadas por estos ataques son las mujeres, enfermeras y médicas», subraya García, aunque la problemática apunta contra todo tipo de profesionales sanitarios.
Sin ir más lejos, en los centros sanitarios del conjunto de la provincia de Burgos se han registrado alrededor de 50 denuncias por agresiones a profesionales desde diciembre de 2024, pero ninguna de ellas fue notificada en Miranda. «La cifra aumenta anualmente. Por ello, recalcamos que es muy importante notificar las agresiones, denunciar y ponerse en contacto con los delegados de prevención. No tenemos notificaciones de Miranda, pero eso no quiere decir que no se hayan producido», reitera la portavoz de CSIF.
Se trata de un «problema social», tal y como relatan algunos trabajadores sanitarios de la ciudad que han preferido mantenerse en el anonimato. «Es una lacra que está ahí, en toda la sociedad. También lo están sufriendo otros profesionales como los profesores, por ejemplo. No sé hasta qué punto vamos a llegar, a veces pasamos miedo», expresan.
Tanto médicos como enfermeros y el resto del personal colocan a la «presión asistencial» como uno de los principales motivos de esta crispación que puede acabar dando origen a las agresiones.
«Lo duro es que hay gente que piensa que nos lo merecemos. La sociedad se polariza a favor de los agresores y te acaban diciendo que no les parece bien que nos agredan, pero que a veces es lo que nos buscamos. Pero no es nuestra culpa que la lista de espera sea tan larga ni que un paciente tenga que esperar un año para ver al traumatólogo. En ningún caso se puede justificar una agresión verbal o física», cierran los sanitarios.
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