La política se cuela en la Super Bowl: un espontáneo detenido tras mostrar las banderas de Palestina y Sudán

La polémica de la Super Bowl llegó en la actuación musical que tiene lugar en el descanso del partido. El rapero Kendrick Lamar fue el encargado de amenizar la espera de las decenas de miles de personas que abarrotaron las gradas del Superdome y para los aficionados norteamericanos al rap, debió ser una maravilla. En cambio, para el espectador neutral no pasará a la historia como uno de los mejores conciertos de Super Bowl. Eso sí, en los próximos días igual puede que se hable de Lamar, pero por una polémica de tintes políticos.

Durante una de sus canciones hizo repetidas alusiones a la situación que se vive en Palestina e incluso apareció sobre el escenario una persona portando una bandera de ese país. Había dudas de si se trataba de un miembro de su equipo de bailarines o de un espontáneo. Posteriormente la NFL indicó que el activista fue contratado como figurante del 'show' y escondió la bandera hasta el comienzo de la coreografía. El protagonista acabó violentamente placado por los servicios de seguridad. Fueron más efectivos que los defensores de los Chiefs.

El espontáneo iba vestido como el elenco de bailarines. Se subió al coche del rapero y levantó una pancarta con las banderas de Sudán y Palestina entrelazadas en las que se leía «Sudan» y «Gaza». Tras cubrirse el rostro, el hombre corrió unos segundos por el césped antes de ser detenido.

En este cuarto de hora de gloria tardía del género musical dominante en Estados Unidos, algunos asistentes esperaban algún dardo de Lamar hacia Donald Trump, pero lo más 'dañino' que pudo decir hacia el presidente -o más bien hacia los que le votaron- fue: «la revolución será televisada, ustedes eligieron el momento adecuado, pero no al hombre adecuado».

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