«Nadie se preocupa por nuestra salud»

Hace tres semanas que los vecinos del barrio baracaldés de Lutxana se sobresaltaron por primera vez por un molesto silbido emitido por la fábrica química Oxinorte, dedicada a la fabricación de oxígeno y nitrógeno medicinal, tras arrancar la producción después de la parada habitual de verano por mantenimiento. Un pitido que no cesa ni de día ni de noche, que no permite descansar, producido, según la empresa, por la «modificación de trazado de dos tuberías» sustituidas este pasado mes de agosto. Una incidencia que están tratando aún de resolver con una intervención que tal y como ha confirmado la compañía a este periódico «continúan de manera satisfactoria». El pasado jueves aseguraron que confiaban en que estas labores estuvieran resueltas para finales de la presente semana, pero sin embargo, las molestias continúan.

Esto llevó este viernes a decenas de vecinos a realizar, por segunda vez, una concentración de protesta. En esta ocasión tuvo lugar a las puertas de la fábrica, donde volvieron a mostrar su hartazgo. «Esto ya va para un mes y nadie se preocupa por nuestra salud», ha afirmado Izaskun Álvarez, quien ha asegurado que el no poder estar tranquilos en casa está irritando a su familia. «Mi marido y mi hija pequeña, que tiene una cardiopatía, están con migrañas, y la mayor se puso a llorar el otro día de madrugada al no poder dormir..

Tanto ella como el resto se sienten «vendidos y engañados», lo que ha llevado a la Asociación de Vecinos Villamor y a Lutxanako Auzo Etxea a estudiar la posibilidad de denunciar el fuerte pitido al departamento de Salud del Gobierno vasco y al área de Desarrollo Sostenible del Ayuntamiento. Además, han vuelto a pedir una reunión con la alcaldesa, Amaia del Campo, quien afirmó hace unos días que estudian medidas legales contra la fábrica. «Al igual que ella demanda transparencia a la empresa, nosotros también. Queremos saber qué medidas se están tomando y si están cumpliendo la normativa vigente. Es importante porque está en juego nuestra salud», ha declarado Magdalena Ruifernández, quien aseguró que varios vecinos han hecho mediciones que han llegado a marcar «63 decibelios». Estos valores «sobrepasan» el umbral de 55 que la Unión Europea recomienda no superar durante un tiempo prolongado para evitar sufrir perjuicios.

Precisamente para dar un respiro a los vecinos Oxinorte decidió parar la semana pasada por las tardes y las noches, desde el miércoles hasta el viernes, cesando su producción todo el sábado y el domingo. El lunes arrancaron de nuevo, sin efectuar ninguna otra parada, mientras siguen con los trabajos de aislamiento acústico. Una labor que ha sido «acelerada de manera significativa» para intentar resolver la incidencia «lo más rápido posible», han recalcado, con la ayuda de expertos, asegurando que están logrando «resultados satisfactorios con una importante reducción de las molestias», agradeciendo una vez más «la paciencia» de los vecinos afectados.

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