La actitud chulesca de un joven al ser rescatado tras pasar la noche en un agujero de nieve con las zapatillas congeladas
Este aventurero alicantino intentaba alcanzar la cima de San Lorenzo, en La Rioja, sin equipamiento adecuado
Diego Marín A.
Domingo, 7 de diciembre 2025, 16:16
El pasado lunes el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil rescató a un joven alicantino a 1.800 metros ... de desnivel que pretendía coronar el San Lorenzo, en La Rioja, después de haber pasado la noche a la intemperie. Unos esquiadores le habían recomendado bajar junto a ellos la tarde anterior y no les hizo caso. Fueron esos mismos esquiadores quienes advirtieron de la imprudencia a la Guardia Civil, cuyo GREIM tiene base en Ezcaray. Al día siguiente, de madrugada, los agentes salieron en su búsqueda y se lo encontraron en plena pista Campos Blancos, con el calzado congelado.
El senderista carecía de experiencia en la montaña y pretendía alcanzar la cima sin equipamiento ni material de escalada adecuados y con calzado deportivo. Según detalla la Guardia Civil, los agentes que llegaron a la zona con esquís de montaña se encontraron al joven descongelando su calzado para poder seguir caminando. Ante la nieve helada, la ausencia total de material invernal y los riesgos evidentes, los agentes le aconsejaron no continuar, proporcionándole bebida y abrigo. Tras varios minutos, accedió a descender al ser consciente del riesgo que conllevaba seguir adelante.
Los agentes le ayudaron a descongelar el calzado y le descendieron mediante la técnica de cuerda corta hasta un punto accesible, donde el servicio aéreo de la Guardia Civil lo evacuó al aparcamiento de la estación. Allí recibió abrigo, calcetines y bebida caliente. Una vez repuesto, fue trasladado en vehículo oficial al puesto de la Guardia Civil en Ezcaray para cargar su teléfono y secar el calzado, continuando posteriormente su viaje sin necesidad de asistencia sanitaria.
Pero unos días después del susto, el protagonista no parece mostrar arrepentimiento alguno por su imprudencia. Richard Nevado, que paradójicamente así se llama el rescatado, ha publicado un vídeo en redes sociales en el que cuenta su versión de lo sucedido. En su testimonio parece orgulloso y satisfecho de su aventura.
«En principio estaba controlado. Sabía que había nevado, pero no contaba con que la nieve me llegara por los huevos», cuenta el joven, que había partido su ruta a pie desde San Millán de la Cogolla, lo que hizo que recorriera 16 kilómetros en 8 horas. Confiesa, eso sí: «Soy un puto cabezón y un gilipollas»; porque admite que unos esquiadores le recomendaron abandonar su objetivo, pero él no hizo caso. Su idea era pasar la noche en el refugio. El San Lorenzo cuenta con un refugio de montaña cerca de la cima pero son cuatro chapas que apenas sirven para sobrevivir a una ventisca, que no es poco, porque no está acondicionado, no se puede hacer fuego y apenas protege del frío. Para colmo, Richard reconoce que «estaba sin batería» en el teléfono móvil.
Llegado un punto en que la noche se cernió sobre la Sierra de la Demanda, Richard se ve «en la peor situación en la que me he encontrado en mi vida». Así que decidió hacer «un agujero en la nieve para protegerme del viento». «Pasé la noche ahí. Las primeras horas fueron horribles, pensaba que no iba a salir de allí», confiesa.
Pero salió, en gran parte gracias a la Guardia Civil. Y Richard Nevado, sin dar las gracias a los agentes en público ni reconociendo la imprudencia, concluye, orgulloso, que «esa es la historia de cómo casi me quedo tirado en la nieve». Fin. Publicación en redes sociales y más de un millar de 'likes'. También más de 150 comentarios, muchos de ellos achacándole una injustificada irresponsabilidad y un forzado protagonismo. Otros van más allá y exponen: «Luego que suben los precios para federarse en montaña por imprudencias como esta».
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