Barakaldo sanciona a Oxinorte con tres meses de cierre por la noche de la zona que genera el ruido

Se trata concretamente del licuefactor con el que producen nitrógeno y oxígeno medicinal, que ya fue parado de manera voluntaria por Oxinorte durante algunos días, y también noches, a principios del mes de septiembre. Ahora tendrá que hacerse de manera obligatoria. También el pago de una multa, que asciende a 11.800 euros. Esta decisión, contra la que la fábrica puede presentar alegaciones en un periodo de 15 días hábiles, llega dos meses después de ser aprobada en el pleno una moción para la adopcion de medidas urgentes para atajar el problema. Una sesión en la que la propia alcaldesa, Amaia del Campo, destacó que «si los técnicos avalan el cierre de Oxinorte no nos temblará el pulso».

Precisamente cesar la producción por la noche era una de las peticiones que los vecinos afectados le habían solicitado de manera reiterada a la empresa, para poder descansar, algo que muchos de ellos llevan sin poder hacer prácticamente desde el pasado 25 de agosto. «Pero ellos prefieren seguir ganando dinero, y lo están haciendo a costa de nuestra salud», se quejaba hace unos días una de las vecinas, Izaskun Álvarez.

Toda esta situación arrancó tras efectuar la planta su parada habitual de verano por labores de mantenimiento, una puesta en marcha que generó el silbido constante que pese a los trabajos realizados por Oxinorte, para llevar a cabo un aislamiento acústico de la fábrica, no han logrado erradicar el problema. Desde la factoría, que lleva operando en ese mismo lugar más de seis décadas, solo han hablado de «mitigar» esta afección, y algunos residentes afectados, que temen que se mantenga en el tiempo, han relatado a EL CORREO que hay días en los que el pitido «se escucha mucho más», sobre todo en jornadas con viento.

Este lunes la alcaldesa de Barakaldo ha informado que además del decreto con la propuesta de sanción, también ha indicado a los técnicos municipales la puesta en marcha «de un segundo expediente, porque desgraciadamente el ruido persiste y todavía no se ha solucinado». «Desde el Ayuntamiento vamos a utilizar todas las herramientas jurídicas y legales que tenemos a nuestro alcance para tratar de poner fin a este problema lo antes posible».

Esta gran molestia, que es percibida sobre todo los vecinos de Lutxana, pero también de algunos otros barrios de Barakaldo, entre ellos Cruces y Rontegi, se está traduciendo en problemas de salud, como migrañas en adultos y niños, cuadros de ansiedad y estrés, apatía y problemas de concentración. Para tratar de lograr una solución definitiva, los integrantes tanto de la Casa Social de Lutxana como de la Asociación Vecinal Villamor han acudido ya al Ararteko. Esta sanción la valoran de manera «positiva», pero están expectantes por lo que vendrá después. «Pensábamos que solo sería una multa, y nos parece estupendo que por fin podamos volver a poder dormir, pero tres meses pasan rápido, y luego a ver qué es lo que sucede», ha afirmado a este periódico Magdalena Ruifernández, portavoz de estas dos agrupaciones.

Antes de conocer este expediente sancionador estaban ya realizando las gestiones para llevar este problema hasta el Parlamento vasco, y continuarán adelante con ello. «Seguiremos peleando porque entendemos que esta empresa y también Bilbaína de Alquitranes no pueden estar en el casco urbano». La intención de estos colectivos, después de contactar con abogados y varias asociaciones, entre ellas la que logró poner fin a los conciertos en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid a causa del ruido, es también acudir a la Fiscalía de Medio Ambiente, para que actué de oficio y se llegue a eliminar el pitido de manera definitiva. «No sabemos cómo continuará esto y alguien tiene que asumir sus responsabilidades».