Aburto reconoce que la seguridad es el «gran reto» de Bilbao y «nuestra mayor preocupación»

Durante su intervención habló de incrementar las actuaciones policiales contra los delincuentes, de la necesidad de colaborar con la Justicia para que «ningún delito se quede sin condena» y de hacer «copartícipe» a la ciudadanía en la lucha contra las ilegalidades. Todo ello con el objetivo de que Bilbao sea una ciudad más segura. «Vamos a poner todo nuestro empeño para conseguirlo. No vamos a parar de perseguir a los delincuentes para que paguen por lo que han hecho», lanzó Aburto.

El alcalde endureció su discurso sobre la falta de seguridad en la ciudad e hizo suya la principal preocupación de los vecinos de la localidad, quienes en la última encuesta municipal situaron esta cuestión como el problema más grave de la villa. Dicho estudio, publicado el pasado julio, reveló que este aspecto ya le inquieta al 48,8% de la ciudadanía, un porcentaje que se ha disparado respecto a años anteriores. En 2021 preocupaba al 21% de la población y en 2024 al 28,6%.

Pese a que la sensación de inseguridad se ha incrementado de forma exponencial, Aburto ha defendido «no haber parado, ni lo vamos a hacer, en el tema de la seguridad ciudadana». «Nos importa y mucho, y no siendo un tema fácil de solucionar, lo hacemos muy comprometidos y de modo compartido entre Policía Municipal y la Ertzaintza», apuntó. En este sentido, alabó la labor de los cuerpos de seguridad y denunció las agresiones contra los agentes, tal y como ocurrió durante la cuarta noche de Aste Nagusia en la que dos guardias urbanas fueron golpeados por un individuo. «No podemos permitirnos que haya policías heridos, lesionados o insultados por hacer su labor. Respeto y colaboración con la autoridad», recalcó.

Pese a los datos sobre delincuencia -la Policía Municipal realizó 4.115 detenciones en 2024 y el Ministerio del Interior reveló que las agresiones sexuales habían crecido un 62,6% el pasado año respecto a 2023, las violaciones un 46,8% y los hurtos un 4,5%- Aburto defendió la capital vizcaína como una ciudad «segura» (la Ertzaintza detectó entre el primer semestre de 2024 y el del 2025 un descenso de delitos del 3,5% en Bilbao, aunque un incremento (16%) de las agresiones contra la libertad sexual) y recordó que los estudios sociológicos demuestran que la opinión de los vecinos sobre la calidad de vida de la urbe es «positiva». La encuesta mencionada en estas líneas otorgó un notable (7,83) a Bilbao y la calificó como un lugar «cómodo, tranquilo y accesible» para vivir. «Se puede y debemos hacerlo mejor, sin duda. Pero en Bilbao partimos de una buena situación. Estos datos son una carta de presentación y más cuando algunos nos quieren hacer ver que Bilbao es un horror de ciudad. No vaya a ser que presumamos de lo malo y se nos olvide destacar todo lo bueno», lanzó.

Junto a la seguridad ciudadana, Aburto recordó otros de los retos sobre los que Bilbao pondrá el foco en los dos años que quedan de mandato. Habló de vivienda y de la urgencia de promocionar un mayor número de domicilios para facilitar la emancipación juvenil una vez que la capital sea declarada de forma oficial zona tensionada. Pero también centró su intervención en el turismo y en el impacto que tiene este fenómeno en la capital vizcaína. De hecho, fue especialmente duro con aquellos que «proclaman» la turismofobia y llegó a asimilar las críticas contra la masificación de visitantes con el eslogan trumpista 'América para los americanos'. «El turismo, si es masivo, algo que no ocurre en Bilbao, puede generar problemas, pero el controlado y de calidad genera empleo y riqueza económica», defendió. Y añadió: «Esas pintadas de 'tourist go home' o las que señalan a los turistas por su vestimenta, raza, color o costumbres, pueden llegar a parecerse al 'América para los americanos' que decía alguno», dijo.

Aburto aprovechó la sesión extraordinaria para enumerar los proyectos que el Ayuntamiento tiene sobre la mesa, como el desarrollo de la isla de Zorrozaurre, el impulso a la movilidad sostenible, el plan especial del Peñascal o su apuesta por la accesibilidad. También reservó tiempo para hablar sobre inmigración y su impacto en la natalidad. Pidió no ver este fenómeno como «un problema» ni «acusar a nivel general conductas reprochables de algunos».

Tampoco pasaron por alto las protestas propalestinas que obligaron a parar la carrera a tres kilómetros de la meta en Bilbao. Aburto las mencionó en su segundo turno de palabra, después de que la portavoz de Elkarrekin asegurase sentir «bochorno» cuando Aburto tachó a algunos participantes de «incívicos». «A las personas que se manifestaron pacíficamente todo mi reconocimiento, pero la violencia no puede ser selectiva. Todas deben ser condenadas. En Ucrania hay más víctimas que en Gaza y no podemos decir cuál es más importante», zanjó el alcalde.