Probamos el Oppo Find N2 Flip, ¿el mejor plegable del mercado?
Su eficaz sistema de bisagra y su pantalla exterior de gran tamaño son sus principales armas para aspirar a ser líderes de esta variedad de móviles
Era cuestión de tiempo. Samsung lanzó en 2019 al mercado su primer móvil plegable con una tecnología nunca antes vista y que supuso una perturbación en un sector poco prolífico a las grandes novedades desde la irrupción del iPhone. ¿Un teléfono capaz de hacerse más grande con sólo abrirlo? Parece magia pero los coreanos lo lograron. Desde entonces, han estado liderando un segmento que ellos mismos crearon sin apenas oposición, a excepción de Motorola y Huawei. Pero, cuatro años después, por fin nace un terminal de otra compañía capaz de hacer frente a sus productos. Hemos probado el Oppo Find N2 Flip, el primer celular tipo concha de la compañía china que llega al mercado europeo. Y, desde luego, no nos ha dejado indiferentes. Pero vayamos por partes...
Diseño: esto ya lo hemos visto antes
Dicen que para las empresas chinas copiar lo que han hecho otros antes es un elogio para la fuente que les sirve de inspiración. Pues en Samsung tienen que estar muy contentos, o no, porque el diseño del Oppo Find N2 Flip es prácticamente un calco de su Galaxy Z Flip4. Es decir, un modelo tipo concha muy cómodo de llevar en el bolsillo y que hará las delicias de los amantes de teléfonos compactos. Lógico, teniendo en cuenta que sólo pesa 191 gramos con un grosor de 7'45mm. Es en esta última característica donde ya se empieza a notar la diferencia con el coreano, diez milímetros más grueso. Eso es porque, gracias a su propio sistema de bisagra de tipo de gota de agua, el cierre de ambas partes del móvil es total, sin espacios extra en el medio como le sucede al de Samsung, además de dar al conjunto una mayor sensación de robustez. Un detalle que aporta muchos extras al aspirante al mejor plegable del mercado. Pero aún hay más.
Pantallas: grandes aciertos por fuera y por dentro
Hemos dicho antes que el diseño es un calco al de la competencia pero hay una diferencia clave que lo dota de su propia personalidad. Su pantalla exterior es una Amoled de 3,26 pulgadas con una resolución de 720x382 píxeles. Es decir, más grande, que la del Galaxy Z Flip4 que se queda con 1,9 pulgadas. En la práctica, podemos consultar y responder mensajes, saber qué tiempo va a hacer, contestar llamadas o hacer un selfie utilizando las lentes principales de forma mucho más cómoda que en otros móviles y sin necesidad de abrir el teléfono. El sistema es, como siempre, a través de witches interactivos, aunque es una pena que de momento las aplicaciones de terceros no se animen a crear los suyos para este teléfono. En ese sentido, los cuatro o cincos disponibles elaborados por el propio Oppo se hacen algo escasos para el verdadero potencial que tendría este panel.
Y ahora toca hablar de la pantalla interior que oculta una sorpresa una vez desplegada. Se trata de un panel Amoled de 6'8 pulgadas con 120Hz de tasa de refresco y resolución de 1080 x 2540 píxeles que se ve francamente bien, incluso a plena luz de sol gracias a su pico máximo de 1.600 nits. En otras palabras, se trata de una pantalla de alta gama con un correcto calibrado de colores y nitidez. Y la arruga, de momento inherente a este tipo de móviles, ¿se nota? Es cierto que sigue presente, pero ahora es mucho menos perceptible tanto a simple vista como, sobre todo, al tacto. Es como si Oppo hubiera dotado a esta pantalla de una capa extra para que apenas sintamos el pliegue cuando nuestro dedo se tropieza en él. Parece una tontería, pero mejora, y mucho, la experiencia de tener un plegable respecto a otros productos de la competencia. Una auténtica gozada.
Procesador: suficiente potencia para el día a día
Estamos acostumbrados a ensalzar los procesadores de Apple o de Qualcomm, pero hay otros fabricantes que lo están haciendo realmente bien. Es el caso de Mediatek y, como se puede comprobar en este Oppo Find N2 Flip, ha hecho un gran trabajo. Su Dimensity 9000+ es excelente para realizar todas las funciones de un teléfono móvil de gama alta como navegar por Internet, ver películas o sacar fotos, incluso a la hora de divertirse con videojuegos de gráficos avanzados. También tiene mucho que ver el hecho de que el plegable cuente con 8GB de memoria RAM y 256GB de almacenamiento, algo que se agradece en estos tiempos en los que el estándar para los modelos de entrada son 128. El caso es que el móvil va siempre bien, sin ralentizaciones indeseadas aunque, en el caso de un uso muy continuado como a la hora de jugar, se nota un ligero sobrecalentamiento que, por otro lado, no es demasiado preocupante.
Batería: buena autonomía para aguantar la jornada
Normalmente, los teléfonos plegables tipo concha no suelen aguantar el día sin que tengan que pasar sí o sí por un enchufe cuando cae la noche. Afortunadamente, eso no pasa en este Oppo Find N2. Gracias a su batería de 4.300 mAh, y con un uso moderado de unas 4 o 5 horas de pantalla, podemos estar tranquilos de que no nos quedaremos sin móvil antes de llegar a casa, aunque sea por poco. Su combinación entre un procesador eficiente y la capa de software ColorOS, bastante limpia sin apenas aplicaciones preinstaladas que puedan ralentizar el teléfono, provocan que el teléfono marque entre un 10 y un 20% de batería que ya quisieran otros con baterías más grandes. Y si nos pasamos usando el móvil, contamos con una tecnología de carga rápida SuperVOOC de 44W, que permite pasar del 0 a 100% de batería en poco más de una hora. Y, al contrario que otras marcas, el cargador de 67W viene incluido en la caja. Un gasto menos en un móvil de alta gama.
Cámaras: el talón de Aquiles del plegable de Oppo
No todo van a ser buenas noticias en el plegable de Oppo. El potencial fotográfico del Flip me ha dejado bastante frío. No se me entienda mal. No es que haga malas fotos, sobre todo de día. Pero uno espera algo mejor de un móvil que, por precio y características, es de gama alta. Está claro que los chinos han decidido sacrificar este aspecto para evitar que el coste de su plegable se dispare pero es justo destacar que el de Samsung es muy superior en este aspecto. Y eso que cuenta con la ayuda de Hasselblad, la prestigiosa marca de cámaras fotográficas, para el procesado de las imágenes. También con un sensor principal Sony IMX 890 de 50MP con lente con apertura f/1.8, además de una lente ultra gran angular de 8MP, con apertura f/2.2 con 112º de campo de visión.
En buenas condiciones lumínicas, nos encontramos con fotos con colores vivos y con una buena lectura a la hora de plasmar todos los elementos de la escena como se puede comprobar en la foto de arriba. El problema es cuando se hacen fotos en días no tan soleados o, directamente, cuando cae el sol. La pérdida de nitidez es más que notable, y eso que contamos con un sensor principal de 50 mpx.
Lo mismo se puede decir de su ultra gran angular. Fotos sin mucha nitidez, demasiado lavadas y con el riesgo de salir movidas si no tenemos cuidado con nuestro pulso. Una pena. En ese sentido, la ausencia de un estabilizador óptico en las cámaras penaliza en exceso la experiencia fotográfica. En un gama alta, este componente debería ser obligatorio al igual que un zoom óptico. Se echa mucho de menos no poder sacar fotos a objetos que estén lejos de nosotros con cierta calidad.
Las ausencias también se repiten en su cámara frontal, situada en la pantalla interior, de 32MP con un sensor Sony IMX 709. Eso sí, es capaz de realizar, al igual que con el principal, muy buenas fotos en modo retrato. De nuevo se nota la mano de Hasselblad en el procesado gracias a un desenfoque de lo más conseguido y sin apenas fallos en el recorte de los sujetos principales respecto al fondo. En vídeo más de lo mismo. El hecho de no tener incorporado ningún estabilizador físico provoca que las tomas no sean tan fluidas como en los teléfonos de la competencia pese a poder grabar a una calidad máxima de 4K a 30 fotogramas por segundo.
Conclusiones: un competidor duro de roer para Samsung
Parafraseando la mítica frase de la película 'Apolo 13', supongo que en Samsung han debido dar la voz de alarma diciendo algo así como «Seúl, tenemos un problema». Salvo en el aspecto fotográfico, Oppo ha logrado un producto redondo y a un precio de salida menor que el de su principal competidor. Es cierto que muchas personas no estarán dispuestas a gastarse 1.049 euros en este móvil, pero también es cierto que el resultado es impresionante. A partir de ahí, serán los pequeños detalles los que al final harán a los futuros usuarios decantarse por uno u otro. En todo caso, es una prueba más de que la marca china está haciendo grandes productos en la telefonía móvil a los que aporta su propia personalidad con decisiones de lo más acertadas como una pantalla exterior más grande o una bisagra más eficaz. Una pena que no llegue a Europa su Oppo Find N2, capaz de convertirse en una minitableta. Pero esa es otra historia...