'AstroBot': Amor por los videojuegos
Crítica ·
La fórmula de 'Astro's Playroom' muta en uno de los mejores títulos de la presente generaciónFui el primer decepcionado tras saber que 'AstroBot', lo nuevo de Team Asobi, se desentendía de la realidad virtual de PlayStation. También seré el primero en reconocer que, seguramente gracias a eso, sus responsables han podido librarse de ataduras y confeccionar el título que los incondicionales del género de las plataformas llevábamos media vida esperando.
En más de una ocasión me he preguntado qué ocurriría si Nintendo volviese a la senda del liderato técnico; si cierto fontanero protagonizase una aventura repleta de innovaciones gráficas al estilo de lo que supuso 'Super Mario 64'. Sí, los de Kioto dieron el salto a la alta definición con Wii U, pero Xbox Series y PlayStation 5 juegan a otra liga en términos de fidelidad visual. Por contra, los plataformas que otrora dominaron las listas de ventas se conforman hoy con desarrollos de presupuesto ínfimo, auspiciados por licencias moribundas en su intento por hacerse un hueco en el mercado. Había ganas, por tanto, de un AAA basado en concatenar saltos y eso es justo lo que ofrece la última exclusiva de Sony.
AstroBot recupera al tiempo las sensaciones de una industria que en las últimas décadas ha perdido buena parte de la magia que inundó nuestra adolescencia; priman los juegos multijugador a largo plazo y se denostan las experiencias autoconclusivas para lobos solitarios. Aquellas cuyo rumbo no venía determinado por el número de usuarios dispuestos a poblar sus mapas en línea, sino por el buen hacer de los desarrolladores en lo que al diseño de niveles respecta. Y es que cuando un trabajo apasiona a sus responsables, dicha ilusión traspasa la pantalla e imbuye al jugador.
Team Asobi tiene en su haber a numerosos desarrolladores míticos de la escena japonesa, deseosos de honrar a quienes les precedieron y a sus propias obras en un intento por entregarnos un juego 'como los de antes'. No en vano, hacía años que no me costaba tanto apagar la consola entre partida y partida; que no atravesaba serias dificultades para sacarme de la cabeza las melodías de una aventura interactiva. Todo ello regado por una dosis de nostalgia que convertirá a AstroBot en un superventas más allá del público juvenil: rescatar a los 300 robots perdidos a lo largo de los 6 mundos del título (con tal de reparar nuestra nave varada) supone una experiencia en sí misma, sobre todo al topar con los cameos de las franquicias que nos vieron crecer. Ahí están Metal Gear Solid, PaRappa the Rapper, Ico, Ratchet & Clank, Jak and Daxter y muchos otros personajes de sagas de terceros; incluso invitados contemporáneos como el shiba de 'HUMANITY' o Kena, de 'Bridge of Spirits'.
No destaparemos más sorpresas porque buena parte de la magia de AstroBot reside en in descubriéndolas. De hecho, habríamos preferido que Sony guardase silencio respecto a las fases heróicas que coronan cada mundo, donde nuestro robot pulula por escenarios inspirados en las grandes franquicias de PlayStation tras adoptar la forma y habilidades de sus protagonistas. Os descubriréis sonriendo tontamente mientras los completáis, a lo que contribuyen las versiones orquestadas de unos temas ya convertidos en himnos.
Por supuesto, el feeling a los mandos y el diseño de las fases también nos devuelven a los plataformas de antaño. Los recorridos están pensados para que deambulemos a placer (mayormente) en busca de todos los bots, piezas de puzzle y salidas secretas si las hubiese, algo que terminamos haciendo de forma orgánica porque los escenarios deslumbran y los controles responden a las mil maravillas: casi apena alcanzar la línea de meta sabiendo que hemos dejado algo atrás y rara vez os molestaréis por tener que repetir un nivel, fruto de un avance que en contadas ocasiones se supedita al número de rescates.
El mando DualSense y las múltiples transformaciones de Astro juegan igualmente un papel determinante. Si ya en 'Astro's Playroom' (la demostración de lanzamiento de PS5) quedamos maravillados con los motores hápticos y los gatillos adaptativos, aquí la cosa se multiplica por mil. Cada paso que damos tiene su feedback a través del altavoz y la vibración, que varían su respuesta según la superficie por la que transitemos o el enemigo al que enfrentemos. Los giroscopios, los propios gatillos e incluso el micrófono también forman parte activa de la aventura a través de las mentadas habilidades: una mochila canina a modo de propulsor, improvisados guantes de boxeo, la posibilidad de menguar al tamaño de un ratón... La variedad de mecánicas y ambientaciones es tal que no hay cabida para la monotonía a lo largo de las 80 fases que nos aguardan. La mayoría, además, coronadas por un subjefe capaz de aniquilarnos más por quedarnos boquiabiertos contemplándolo que por sus rutinas.
Y es que como ya he dejado caer, AstroBot aprovecha el potencial técnico de PS5 para equipararse con los estándares del cine de animación digital moderno, desplegando unas texturas imposibles (atentos a las superficies metálicas, a las masas de agua o a la vegetación) y unas animaciones tan fluidas como simpáticas. Los efectos de iluminación y las coloridas redondeces de los modelados hacen el resto.
Durante la partida (alcanzar el 100% puede llevaros unas 15 horas; unas 10 hasta los créditos) también he topado con mecánicas claramente referenciales a clásicos como 'Ecco the Dolphin', 'Metroid' ('morfosfera' mediante), 'Splatoon', 'Sonic the Hedgehog', 'Hot Shots Golf' y muchas series más que seguramente haya pasado por alto. Todo ello integrado en un gameplay compacto, donde nada se siente metido con calzador. Tan siquiera un mundo central (a modo de 'hub') en el que los bots rescatados hacen las veces de Pikmin para ayudarnos a desbloquear ítems, opciones de personalización y áreas aledañas. Será ahí también donde podamos interactuar con los personajes rescatados y pertrecharlos con accesorios (algo así como el tapete de estatuillas de 'Super Smash Bros.'), lo que les hará reaccionar de formas cómicas.
Por poner un pero, y como suele ser costumbre de estas producciones, el nivel de dificultad general es más bien comedido. También es cierto que se contrarresta con los retos adicionales que podemos descubrir sobrevolando los mapas de selección de fase, a los controles de nuestra nave-DualSense supletoria. Otra prueba más de que cada rincón de AstroBot oculta algo nuevo.
En una generación de consolas bastante anodina en materia de exclusivas, AstroBot nos entrega la primera razón de peso para hacerse con una PlayStation 5: un plataformas a la vanguardia técnica que apela a la nostalgia de los jugadores desde un diseño de niveles brillante, capaz de transmitir las sensaciones de los títulos de antaño (¡hasta incluye algo más que publicidad en su edición física!). Ojalá su triunfo comercial por encima de propuestas fallidas como 'Concord' haga reflexionar a los grandes de esta industria sobre el mejor camino a tomar a la hora de planificar sus desarrollos. También sobre la importancia de la identidad de marca (esto va por ti, Microsoft) construida en torno a un portfolio de clásicos.