«He gritado: ¡Fuego, fuego! tocando las puertas a los vecinos mientras bajaba a mi madre de 83 años»
Javi Martínez vive al lado del fallecido por el incendio en Bidebieta y ha dado la voz de alarma «en medio de un humo negro»
Gaizka Lasa
Sábado, 20 de septiembre 2025, 13:39
Los vecinos del número 32 de la calle Julio Urquijo del barrio donostiarra de Bidebieta, pegado al antiguo edificio del colegio público de Bidebieta, han ... vivido una noche alborotada debido al incendio originado en el inmueble del 4ºD. Uno de sus inquilinos ha fallecido, un varón de 68 años, y su mujer ha sido trasladada al hospital por inhalación de humo. El primero en darse cuenta del fuego ha sido el vecino del 4ºC, Javi Martínez, quien «por casualidad estaba en el sofá, despierto sobre las 3.30 horas de la madrugada, viendo la tele y con la ventana abierta por el calor que hacía».
Martínez relata que «primeramente he escuchado ruidos raros en la casa del alado. Como chasquidos. Pero no era de caídas o derrumbes en su interior. También me he percatado de una luz como de resplandor, como si pasara algo en alguna bombilla. Poco después he observado que salía humo de la ventana y ahí ya he empezado a sospechar que algo pasaba».
Al abrir la puerta de la vivienda, «he visto una humareda negra muy densa y ya he empezado a gritar: '¡Fuego, fuego! Para mí la priroridad era sacar a mi madre, de 83 años. Le he despertado y hemos ido bajando mientras tocaba todas las puertas de los vecinos avisándoles del incendio».
Para cuando este vecino bajaba por las escaleras, la Ertzaintza ya se había personado en el lugar. «Les he dicho que estaba llamando al 112 y me han contestado que no hacía falta porque ya estaban avisados de lo que ocurría. Por lo tanto, alguien había llamado antes, supongo que desde la propia casa del fallecido». «Menos mal que hacía buena noche, con brisa y buena temperatura, porque hemos tenido que estar en la calle más de dos horas», relataba con resignación Javi.
Su testimonio se da en medio de una escalera con fuerte olor a quemado y sin luz. La vecina del 2º limpia el rellano «porque hoy no vendrá la limpiadora» y cuenta que «los que vivimos del 4º para abajo hemos salido a la calle al sentir los gritos y los portazos primero, y comprobar la humareda después. Hemos estado un buen rato fuera y nos ha dicho la Ertzaintza que si volvíamos a las casas, pusiéramos toallas en las rendijas de las puertas y permaneciéramos en el balcón a ser posible».
Otro vecino cuenta que «para las cinco menos cuarto o así ya hemos podido volver a casa. Ha sido muy rápido. Los bomberos han acudido muy rápido y han apagado el fuego con celeridad».
No obstante, varios de los inquilinos del bloque se han sometido una vez abandonado el inmueble a pruebas de salud para ver si les había afectado la inhalación de humos.
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