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«Unidad». Es la imagen que, según el obispo de Bilbao, Joseba Segura, ha dado la Iglesia católica al llegar «con rapidez» a un «consenso» ... para elegir a su líder. La «sorpresa» por la designación como 267 Papa del estadounidense Robert Prevost, «alguien al que hace poco tiempo no conocía casi nadie», es «una alegría grande» porque «aporta algo nuevo» a una institución «presente en todos los continentes» y que afronta el reto de «ser una voz moral» que «defienda» el «entendimiento entre gente con intereses diferentes».
El prelado vizcaíno hizo ayer los deberes y habló con quienes conocen a León XIV, que ha visitado en varias ocasiones Bizkaia, y ha destacado de él este viernes en una comparecencia ante los medios en la puerta del Obispado que «es un muy sereno» con una «gran capacidad de construir consensos». Puede, pese a venir «de un continente del que era también el Papa Francisco», aportar «novedad». Ha reconocido que le ve «más tranquilo, como un líder más bueno y más sereno que esa impulsividad y esa fuerza» que tenía «Jorge Mario Bergoglio».
Comparte con su predecesor, eso sí, que insista «desde el primer momento en el tema de la paz, en el desarme y tender puentes». «En este mundo tan dividido y tan profundamente confrontado, en el que hay situaciones que parecen imposibles de resolver, alguien realmente tenga esa capacidad, tiene una posibilidad muy fuerte de hacer un aporte importante desde el punto de vista espiritual», ha subrayado.
De esa visión del mundo, ha dicho, es ejemplo el nombre que ha escogido. Después de bromear con que la elección se debe a que «es del Athletic», ha viajado hasta «el primer León», que «en el siglo V salió de Roma para hablar nada menos que con Atila a intentar convencerle de que depusiera las armas y encontrar un acuerdo para, de alguna forma, asumir el hecho de que ellos estaban allí a las puertas de Roma, pero que no era necesario destruir la ciudad».
«Creo que tiene una simbología muy grande, porque estamos en una situación en la que también Occidente tiene unos retos enormes y hay muchísimas fuerzas y muchísimos cambios que se están produciendo en este momento en el mundo que nos llevan a pensar que vamos a ir a una debilidad progresiva», ha asegurado.
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