Las monjas cismáticas dicen que no trasladaron las obras de arte para venderlas, sino para «custodiarlas» ante el posible desahucio
Afirman que «la mayoría de la comunidad» está ya establecida en Orduña y por eso movieron las piezas: «No queríamos dejarlas en Belorado porque no sabíamos quién podía entrar allí»