El alzacola rojizo, 'Ave del Año 2022', otra víctima de la agricultura intensiva
Este ave insectívora y migratoria se ha hecho con el sello tras la votación popular online puesta en marcha por SEO/BirdLife a principios de este mes de enero
A los inquietos y andarines alzacolas rojizos solos se les ve por España entre los meses de marzo y octubre. Es uno de esos migrantes estacionales que visita la península para buscar pareja y reproducirse y es el ejemplo de ave insectívora que no está llevando nada bien la agricultura extensiva. Pasan por la península unos 17.334 al año, una cifra que supone una drástica disminución respecto a décadas anteriores. Así confirma el último censo nacional, realizado por SEO/BirdLife en 2020 en colaboración con el Grupo de Trabajo Nacional del Alzacola Rojizo y la Universidad de Alicante. «Es un gran declive y confirma su gravísimo estado de conservación», explican desde la Sociedad Española de Ornitología, que acaba de elegir a esta especie como 'Ave del Año'.
El alzacola está muy ligado al viñedo tradicional y en menor medida al olivar tradicional, y su población se concentra en Andalucía y Extremadura pero también se han detectado pequeñas poblaciones en Almería, Murcia y Alicante. «Los resultados por regiones muestran una reducción de la población de alzacola rojizo entre el 86%, en la región oeste (Badajoz), y el 98%, en la región este (Alicante y Murcia). Mientras que la reducción para el conjunto de España es del 94,8%. Estos resultados implican que el alzacola cumple criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como para estar catalogado En Peligro, y en el Catálogo Español de Especies Amenazadas para la categoría de En Peligro de Extinción», alertan desde SEO/BirdLife.
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Tampoco les beneficia la eliminación de las cubiertas vegetales que crecen entre las hileras de los pies de olivos o viñas, una práctica que deja el suelo completamente desnudo, eliminando recursos alimenticios y de refugio. Otra práctica que actúa en contra de estos emplumados insectívoros de entre 22 y 27 centímetros de alto, es la sustitución de cultivos tradicionales por cultivos intensivos de hortalizas o cultivos en invernaderos o bajo plástico. Esta práctica, que se ha producido especialmente en Huelva, Almería, Murcia y Alicante, «elimina completamente su hábitat usado por el alzacola rojizo». La introducción de nuevas plantaciones, que desplazan a las tradicionales y no son adecuados como hábitats (caso de la explotación de pistachos y almendros en zonas de Badajoz) también «disminuyen la disponibilidad de lugares para anidar y contribuyen a la disminución de los artrópodos de los que se alimenta la especie, especialmente presas grandes como orugas y ortópteros». Sin hábitats favorables este pájaro y sus inquietos cantos podrían dejar de visitar España en pocos años
Votación
El alzacola rojizo se ha hecho con el sello de 'Ave del Año' tras la votación popular online puesta en marcha por SEO/BirdLife a principios de este mes de enero. En el proceso han participado 8.876 personas, de los que un 37,95 % de los votos han sido para este ave migratoria que se ha impuesto al aguilucho cenizo y al alcaudón común. «Las tres especies están asociadas a medios agrarios y presentan un alarmante declive en sus poblaciones, como se ha constatado en el recién publicado Libro Rojo de las Aves de España», apuntan desde el colectivo que a lo largo de 2022 van a desarrollar varias acciones para favorecer al alzacola rojizo.
La Sociedad de Ornitología aprovechará los próximos meses para exigir que las ayudas y medidas de la nueva Política Agraria Común incorporen los requisitos de esta especie y, en particular, «el mantenimiento y fomento de linderos y cubiertas vegetales y la reducción del uso de agroquímicos en cultivos leñosos». También en el marco de la PAC, «promoveremos el apoyo y viabilidad al viñedo y olivar tradicional de secano, para evitar su transformación a modelos más intensivos u otros cultivos». Además de llevar a cabo acciones para dar a conocer a esta ave, desde SEO/BirdLife quieren desarrollar proyectos para poner en valor la conservación de la especie y la biodiversidad como otra herramienta para mejorar su rentabilidad, así como llevar a cabo acciones de seguimiento y monitorización de sus poblaciones en zonas clave y promover nuevos estudios de sus movimientos, y sus amenazas y factores de declive.
