Gobierno vasco y Bildu llevan al Parlamento su pugna por los disturbios entre radicales en Vitoria
PNV y PSE presentan una iniciativa de condena, mientras que Bildu elude hacer referencia en la suya a los incidentes violentos en el acto de la Falange
La pugna que el Gobierno vasco y la principal fuerza de la oposición mantienen a raíz de los graves disturbios entre falangistas y radicales de ... extrema izquierda del pasado domingo en Vitoria se traslada ahora a la arena parlamentaria. Los grupos debatirán en las próximas semanas sendas iniciativas de PNV y PSE-EE, por un lado, y de EH Bildu, por el otro, con contenidos muy diferentes. La primera se enfoca en «condenar» los incidentes y en subrayar la «ilegitimidad de la violencia para la defensa de cualquier fin político», mientras que la segunda lo que rechaza es toda «exaltación del fascismo», sin entrar a denunciar los incidentes.
La batalla campal en la que derivó la concentración de la Falange durante el Día de la Hispanidad, con más de 40 heridos y 19 detenidos en unas calles de Vitoria «patas arriba», viene marcando la agenda política vasca durante los últimos días. El Gobierno vasco equiparó a los falangistas que convocaron la concentración y a los alborotadores antifascistas –diversos colectivos de la izquierda abertzale y de su disidencia– que reventaron el acto, mientras que EH Bildu endosó la responsabilidad al Departamento de Seguridad por autorizar la marcha, aunque en realidad se trata de un acto administrativo que es una mera comunicación.
Con esta batalla dialéctica en marcha, EH Bildu acudió el miércoles al registro del Parlamento vasco para presentar una proposición no de ley que elude condenar o rechazar los graves disturbios del domingo. La iniciativa de la coalición soberanista reclama al Ejecutivo autonómico que utilice «todos los medios a su alcance» para que no puedan repetirse concentraciones de corte fascista como la de Vitoria y reclama que los grupos parlamentarios muestren su «rechazo absoluto» a todo acto público de exaltación del fascismo o de la dictadura franquista «por el apoyo que merecen las víctimas».
En opinión del parlamentario Gorka Ortiz de Guinea, «en esta fase histórica, no vale la falsa neutralidad» entre unos y otros. «Frente a quienes pretenden la desaparición de Euskal Herria, fomentar el racismo, el machismo y la homofobia o destruir los derechos laborales, no hay neutralidad posible. Las posiciones neutras sólo sirven para normalizar la agenda y el marco político de la extrema derecha, y eso no se puede permitir», agrega. La iniciativa de EH Bildu, además, pide que se estudie la legislación antifascista existente en Europa «para que pueda aplicarse también» en Euskadi.
Un día después, este jueves, los grupos que sostienen al Gobierno vasco han querido dar la réplica presentando su propia proposición no de ley. En una moción de tres puntos, PNV y PSE-EE muestran primero su «condena más firme y rotunda» ante los hechos del domingo en Vitoria y reprueban a sus responsables. Después ponen el foco en la «ilegitimidad de la violencia para la defensa de cualquier fin político o idea» y llaman a que todos los «actores políticos y sociales» lo asuman. Por último, se solidarizan con «todas las personas y negocios que sufrieron los efectos» de los disturbios, así como con los agentes de la Ertzaintza y la Policía Local de Vitoria.
Jeltzales y socialistas han querido dar relevancia a esta iniciativa con una comparecencia conjunta ante los medios en la Cámara autonómica. El portavoz del PNV, Joseba Díez Antxustegi, ha antepuesto que «los fachas, los franquistas y los falangistas no son bienvenidos en nuestra tierra porque no respetan ni comparten los valores democráticos», pero ha subrayado que «la violencia nunca está legitimada para responder ni siquiera ante las más viles y lamentables provocaciones». Por el PSE-EE, Ekain Rico ha asegurado que «nadie se debe salir de rositas intentando hacer malabarismos para intentar evitar la condena radical sobre el uso ilegítimo de la violencia».
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