Un estudio revela cuál es la mejor fruta para ir al baño
La Unión Europea ha otorgado una alegación de salud al kiwi verde, un reconocimiento científico que avala sus beneficios para mantener una buena salud intestinal
El kiwi es uno de los mejores aliados para mantener una buena salud intestinal. Un estudio reveló que es la mejor fruta para ir al baño y ahora es la primera que ha merecido una alegación de salud aprobada por la Unión Europea. Se trata de un reconocimiento que solo se otorga si existe evidencia científica y que en este caso certifica que este alimento contribuye al funcionamiento normal del intestino al aumentar la frecuencia de las deposiciones.
La investigación salió a la luz en 2021 y ese mismo año la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), publicó su dictamen científico positivo, concluyendo que se había establecido una relación de causa-efecto entre el consumo de kiwi verde y el mantenimiento de una defecación normal y continuada.
Esta declaración la ha dado conocer recientemente la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) para incentivar el consumo de esta fruta, que además es rica en Vitamina C y potasio. Es decir, fortalece nuestro sistema inmunológico, es antioxidante, regula los niveles de azúcar en sangre, la tensión arterial y es buena para el corazón. Asimismo, mejora el sueño y el estado de ánimo. Muchos expertos en nutrición y salud consideran al kiwi verde como un verdadero superalimento.
200 gramos
Desde la entidad recuerdan que este reconocimiento solo puede utilizarse para kiwis verdes frescos vendidos como tales, o kiwis verdes frescos que hayan sido pelados o cortados. Por otro lado, se recomienda que la ingesta diaria mínima para obtener el efecto beneficioso sea de al menos 200 gramos de pulpa de kiwi verde fresco.
Con la autorización de su declaración de propiedades saludables, el kiwi verde (Actinidia deliciosa «Hayward») se suma a otros nutrientes que tienen también reconocidas alegaciones de salud, como la vitamina C, el calcio, el hierro, los ácidos grasos omega 3 o los betaglucanos de la avena y la cebada.