Labastida: vino ayer, vino hoy

Gastroturismo ·
Las bodegas de la monumental localidad alavesa sacan sus puestos a la calle el domingo para dar a conocer lo mejor de su cosecha

Gaizka olea

Viernes, 8 de junio 2018, 15:21

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No iba a ser menos que sus vecinas y, en ocasiones, rivales. Fundada en un altozano cuando aún resonaban los ecos de la presencia musulmana y los señores feudales suspiraban por ampliar sus propiedades, Labastida mira aún hacia el horizonte, hacia el sur, como Laguardia, San Vicente de la Sonsierra o Briones, y conserva un aire de reducto defensivo que ni siquiera los siglos han contribuido a suavizar. Arriba, la ermita del Santo Cristo, la puerta de Toloño, con la que se cerraba este tramo de muralla, y la aldea arracimada en la ladera. Dijo Julio Caro Baroja que la villa fue fundada entre los siglo XII y XIV por los monarcas navarros, que miraban hacia una Castilla de la que los árabes huían y quedaba despoblada.

Bodegas a pie de calle

Cuándo 10 de junio.
Información Labastida-bastida.org.

Quizá no exhiba el derroche patrimonial de Laguardia o Briones, puros monumentos que han preservado su estilo de fortaleza al acecho, pero Labastida bien merece una visita serena. Y quizá el domingo no sea el mejor día, porque habrá en sus calles mucho ambiente con motivo de una nueva edición de la feria Bodegas a Pie de Calle, en la que los productores locales ofrecerán sus vinos con catas, animación callejera y demás actividades. Si, en cambio, quieres conocer la villa al tiempo que te sumerges en su centenaria historia vitivinícola, esta es la ocasión.

Para conocer la vieja urbe conviene arrancar por la plaza de La Paz, donde se encuentra el Ayuntamiento, un espacio amplio abierto hacia las escalinatas que conducen hacia el alto. La calle Mayor atraviesa la plaza y merece la pena recorrerla, porque aún se conservan casas señoriales que cuentan mejor que nadie el pasado esplendoroso de Labastida. Es el caso de la finca de los Garaizabal y la de los Paternina y Samaniego.Remata la calle el arco de Larrazuria, un vestigio de la muralla.

Por la escalinata monumental situada ante la plaza de La Paz se asciende hasta toparse con la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (siglos XVI y XVIII), en la que destacan sus proporciones y su exquisito retablo. Las casas que la rodean son más modestas, alejadas del lujo y las dimensiones de los palacios construidos en la parte baja. Si el visitante sigue ascendiendo se topará con la ermita del Santo Cristo, una iglesia-fortaleza fundada por Sancho el Sabio en el siglo XII. La portada está muy desgastada por el paso del tiempo pero el valor de su arquitectura románica es evidente. Aun así, lo que más disfrutará el visitante serán las espléndidas vistas hacia la llanura del Ebro, que se pierde hasta la sierra de La Demanda, presidida por la cima del San Lorenzo.

Ocho bodegas

Muy cerca, conviene salir de Labastida para acercarse a la necrópolis de Remelluri, en la que es posible observar más de 300 enterramientos antropomorfos y un lagar rupestre que se estima el más antiguo de Rioja alavesa. Una prueba más de la presencia del vino en la comarca desde tiempos inmemoriales, y que nos permite volver al asunto que el domingo llevará a miles de personas a Labastida: la fiesta de las Bodegas a Pie de Calle.

Ocho productores de la localidad (Remelluri, Marqués de Carrión, Mitarte, Solagüen, Gontes, Torres, Aimares y Tierra) colocarán sus puestos en plena calle y, después de la lectura del pregón a cargo de un personaje popular (en el Ayuntamiento, a las 12.30 horas) ofrecerán a los presentes la posibilidad de catar sus caldos a precios asequibles. Para ello, los presentes tendrán que adquirir las copas en el stand instalado por la organización en la plaza de la Paz. Esa misma plaza, junto a la de los Maestros o Jai Alai serán los escenarios de esta actividad.