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Cúrcuma, el poder del sabor amarillo

Está en más productos de los que pensamos, pero cada vez se disfruta más al natural en diferentes platos y recetas

Jesús Lens

Viernes, 16 de mayo 2025, 17:18

La cúrcuma es buena para un montón de cosas, por lo que las ancestrales culturas chinas e india la consideraban una auténtica medicina. Y es que el método hipocrático de cuidar el cuerpo a través de la alimentación y usar la comida como una medicina preventiva no era privativo de los sabios griegos. En concreto, la medicina Ayurveda de India utiliza la cúrcuma para curar diferentes enfermedades y problemas del sistema respiratorio gracias a sus propiedades antiinflamatorias.

Esta especia, tan reconocible por su intenso color amarillo y que se obtiene de la raíz de una planta herbácea, la Cúrcuma longa, es buena para la circulación, con efectos cardiosaludables y que reduce el colesterol, por lo que su uso para condimentar cada vez más platos –incluso vasos y tazas– se ha generalizado.

Además de a nuestro corazón, también cuida al estómago, al que ayuda con la digestión. Contribuye a recuperarse de los cólicos y a liberar esos gases que se quedan acumulados entre las dobleces y los intersticios de nuestro intestino. Ustedes ya me entienden… Y como no hay dos sin tres, a la cúrcuma también le da para echarle una mano al hígado en su labor diaria, protegiendo a nuestro organismo de enfermedades hepáticas como la terrible cirrosis. También es aliada del cerebro.

Muy healthy

Y así en general, recordemos que la cúrcuma es buena para nuestra salud básica, reforzando el sistema inmunitario y contribuyendo a evitar que bajen las defensas. Aporta numerosos antioxidantes y sus efectos antiinflamatorios mejoran el sistema respiratorio, como hemos visto.

La cúrcuma se ha convertido en uno de los alimentos de moda para la gente que cuida su salud. Así, hay quienes sustituyen el café por el Cúrcuma Latte que, libre de cafeína, no provoca esos nervios e insomnios que afectan a los muy cafeteros. Conocida como 'Leche dorada' –quizá habría que darle una vuelta al nombre– viene de la India ayurvédica y se hace con leches vegetales y una mezcla de productos que, además de la cúrcuma, incluye canela, jengibre, nuez moscada, cardamomo o pimienta negra. Se le puede añadir cacao para darle un sabor achocolatado.

La encontramos de forma industrial como colorante. Se identifica con el E-100, se denomina curcumina y está presente en mostazas, mantequillas, quesos, natillas, purés, sopa y salsas. En bollería, pastelería, golosinas y helados.

Más recetas con cúrcuma

El curry tiene a la cúrcuma como uno de sus ingredientes principales, de ahí que esté en los tikka masala y otros platos de la gastronomía india. Hay quienes la añaden a un yogur natural para sustituir el azúcar. También es cada vez más habitual encontrar panes en los restaurantes que la incluyen como ingrediente, dándole un toque amarillo muy instagrameable, y le va muy bien a platos de verdura como los basados en garbanzos. Combina con recetas de macarrones y espaguetis y con el arroz.

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