Aviones en el aeropuerto de Munich. EFE

Los drones intrusos interfieren de nuevo en Europa y cierran el aeropuerto de Múnich

La OTAN intenta averiguar de dónde son lanzados los aviones no tripulados mientras Francia y el Reino Unido apuntana la flota fantasma rusa

Viernes, 3 de octubre 2025, 07:57

El aeropuerto de Múnich recuperó este viernes la normalidad tras su cierre provisional la noche anterior por el avistamiento de drones incontrolados que obligaron a ... suspender el tráfico aéreo durante la madrugada. Un total de 17 vuelos tuvieron que ser cancelados y 15 fueron desviados en pleno vuelo a los aeropuertos de Stuttgart, Núremberg, Fráncfort y Viena por el cierre temporal del segundo aeropuerto en importancia de Alemania tras el de Fráncfort. Unos 3.000 pasajeros se vieron afectados. Cientos de ellos pernoctaron en camas de campaña.

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La Policía destacó que varias personas alertaron de la presencia de al menos un dron en el entorno del aeropuerto y más tarde sobrevolando sus pistas. La defensa contra estos aparatos está en manos de los cuerpos policiales federal y estatal, que de inmediato ordenaron el despegue de helicópteros para seguir a los aviones no tripulados, aunque sin éxito alguno.

El cierre de Múnich es la última de una cadena de perturbaciones del espacio aéreo europeo vinculadas a 'drones fantasma'. Solo en septiembre, 14 aeropuertos del continente restringieron o cancelaron sus operaciones debido a incursiones. Nunca hasta ahora se ha producido una cifra tan alta en un mes, lo que apuntaa a la tesis de la UE que se trata de episodios de «guerra híbrida» frente a supuestos incidentes civiles. El miércoles entró también en vigor en Lituania una prórroga del cierre aéreo de su frontera con Bielorrusia hasta diciembre.

Dinamarca, Noruega y Polonia son tres países especialmente afectados. La preocupación es clara. El espacio comunitario, y el de la OTAN, están cambiando aceleradamente ante unas interferencias que siembran confusión y alarma. La propia cumbre de Copenhague de esta semana ha sido una apuesta por el «rearme» en una UE que desde la Segunda Guerra Mundial no ha sentido ninguna necesidad de instalar defensas antiaéreas en sus ciudades. También es cierto que la posibilidad de derribar drones en este contexto es muy limitada ante el riesgo de que los restos de los aparatos causen daños a la población civil.

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La terminal alemana ha permanecido cerrada toda la noche. Reuters

La incertidumbre provoca consecuencias. Alemania vive una nueva crisis interna entre los ministerios de Defensa y Asuntos Exteriores sobre las características del servicio militar ante la escalada de tensión. El titular de Defensa, Boris Pistorius, defendía este viernes en 'Bild' que el servicio militar debe mantener su vocación voluntaria si no se produce un conflicto real, mientras el jefe de la diplomacia, Johann Wadephul ( CDU ), considera urgente reimponer de forma inmediata la 'mili' obligatoria «ante la nueva realidad de la guerra híbrida». «Confiar en Dios en que habrá suficientes voluntarios pronto dejará de ser suficiente», ha declarado el Inspector General del Ejército, Alfons Mais.

Consecuencias

Los aparatos obligaron a cancelar o desviar 32 vuelos y a dejar a 3.000 personas en tierra

Prevención

Lituania prorroga el cierre de su espacio aéreo con Bielorrusia hasta el próximo diciembre

La cuestión que intriga a la Alianza es de dónde proceden los drones intrusos, ya que ninguno de los que han provocado los cierres en Dinamarca, Oslo o Múnich ha sido identificado. Todos los aparatos han desaparecido sin que los militares ni la Policía consiguieran detectar su origen ni quién los pilotaba, aunque se atribuye a «profesionales».

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En lo único que existe consenso es en la intencionalidad de los vuelos. Salvo las intrusiones descartadaso por errores o temeridades civiles, la mayoría de los vuelos han interferido aeropuertos o sobrevolado zonas militares o sensibles.

Un soldado polaco custodia uno de los drones rusos que entraron en el espacio aéreo del país. Reuters

Berlín vive con una permanente mosca detrás de la oreja: en una sola noche el 25 de septiembre, los aviones no tripulados aparecieron sobre el astillero de Kiel donde se fabrican submarinos, una central eléctrica, una refinería y el propio Parlamento estatal. El 29 de septiembre, otros enjambres fueron detectados sobre Rostock, el puerto del Báltico donde la OTAN dispone de una gran base logística, además de la sede de una empresa de defensa en Baviera y unas instalaciones de Airbus, que sobrvolaron durante «varias horas». El ministro germano del Interior, Alexander Dobrindt, cree que el exceso de episodios constituye «una señal de alerta».

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Operación contra los buques

Francia y el Reino Unidos sospechan que las plataformas de lanzamiento se encuentran en la flota fantasma rusa en el Báltico, los viejos petroleros al margen de las sanciones y prácticamente de cualquier regulación que transportan el crudo de Moscú. Emmanuel Macron y Keir Starmer han anunciado que posiblemente la semana próxima los jefes de Estado Mayor galo y británico se reunirán con mandos de la OTAN y de los restantes 33 países que confirman la denominada Coalición de los Voluntarios para preparar operaciones conjuntas contra estos buques.

El 'USS Bulkeley' amarrado en Rota. EFE

Abundan las sospechas de que muchos vuelos ilegales podrían partir de estos barcos, aunque la Fiscalía francesa arrojó el jueves un jarro de agua fría tras la interceptación de uno de ellos al anunciar que juzgará a su comandante por una falta de «colaboración», no por lanzar aviones no tripulados contra Europa. El petrolero, de nombre 'Boracay', ha cambiado cinco veces de nombre y siete de pabellón. Ha tenido nueve gestores, cuatro propietarios y tres controladores comerciales. Franceses y británicos creen que los drones que sobrevolaron Kiel en septiembre procedían dtambién e un carguero de bandera caribeña y cien metros de eslora que luego viró hacia un puerto ruso.

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EE UU envía un destructor y dos aviones de guerra antisubmarina

La OTAN cree que los petroleros rusos clandestinos se encuentran también detrás de los sabotajes a los tendidos submarinos. Los barcos arrastran sus anclas por el fondo y cortan los cables, con una frecuencia que obligó en enero a la Alianza a poner en marcha una operación marítima de protección. La iniciativa se ha convertido en una misión más amplia de vigilancia, en la que interviene por primera vez EE UU. La Armada ha enviado dos aviones P-8A Poseidón, especializados en Inteligencia y guerra antisubmarina, y un destructor, el 'USS Bulkeley', que porta cien tubos de lanzamiento de misiles. La OTAN considera su presencia como un «hito histórico» en la colaboración entre aliados

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