El Festival de Jazz cierra una edición en la que la Vitoria se ha «volcado más que nunca»
El certamen valora de forma «muy positiva» la alta asistencia y el gran nivel musical en 'Mendi' y el estreno en el Europa. Las actuaciones de calle vienen para quedarse
Satisfacción y una nota alta a las actuaciones. Vitoria ha vivido una semana intensa de música con la celebración del Festival de Jazz, que ... ha concluido con un balance más que positivo por parte de la organización. A falta de los datos oficiales de asistencia, la organización ha calificado de «éxito» tanto la respuesta del público como por la calidad de las propuestas. Un gran cierre con Toquinho y Yamandu Costa, cada uno por su lado; la veteranía Kenny Barron; el enorme homenaje orquestal a Mingus; la voz descomunal de Jazzmeia Horns; la apuesta setentera de José James algunas de las apuestas más aclamadas en el polideportivo Mendizorroza. En el Europa jóvenes que marcan el paso como Álvaro Torres o Sarah Hanahan también se han lucido.
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Toquinho y Yamandu Costa cada uno por su lado
En números redondos, el festival -con el patrocinio de EL CORREO- ha contado en los últimos años con 2.000 asistentes en el polideportivo por jornada y alrededor de 500 en el Teatro Principal (este año reemplazado como sede por el Europa debido a la reforma), a lo que se añaden las numerosas actuaciones en plazas, hoteles y bares, con lo que se pueden sumar unos 50.000 espectadores. En esta ocasión, la cifra se podría incrementar teniendo en cuenta el tirón del programa gratuito y el aspecto de Mendi, que ha contado con su patio de butacas prácticamente lleno a diario y los asientos libres en la grada han sido claramente menos que otros años. «Hemos podido ver que la calle y Vitoria en general se ha volcado con el festival más que nunca», ha asegurado Zárate, que destaca el ambiente vivido más allá de los escenarios. En palabras del presidente, «no podemos hacer más que una valoración muy positiva de esta edición».
Un ejemplo de esa apuesta que conecta el lado callejero del festival y los compromisos de pago se vivía de nuevo con 'Second Line', una suerte de kalejira inspirada en los desfiles festivos de Nueva Orleans que contó con la South Side Stompers y evidenció la calidad de los músicos vitorianos, tanto profesionales como aficionados que se sumaron. En un recorrido desde el centro hasta el mismo polideportivo fueron los encargados de dar la bienvenida a la velada brasileira del sábado.
«Estamos muy satisfechos con la edición de este año. Hemos tenido muy buenas entradas todos los días, tanto en el Europa como en Mendi. Los proyectos musicales han sido de un grandísimo interés», valora Iñigo Zárate, presidente del festival, al término del evento. Una de las principales incógnitas del certamen era saber la acogida de la sala María de Maeztu (Palacio Europa) y ha respondido a las expectativas: «El Europa nos ha dado grandes alegrías a la acústica, ha funcionado bien», comparte Zárate, que encabeza la organización junto a Alberto Ibarrondo, director de un certamen que tiene la particularidad de gestionarse por una asociación dedicada a la difusión y promoción del género. La apuesta de este equipo directivo se ve respaldada más que nunca desde que cogieron el timón en 2019, tras la jubilación de Iñaki Añua.
Como otros años, la programación ha apostado por una combinación de artistas consagrados y nuevas voces del jazz contemporáneo. Aunque ha sido tildada de algo más conservadora en el polideportivo, también las «propuestas nuevas, jóvenes y presuntamente arriesgadas han sabido llegar al público estupendamente».
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