El Azkena tiene todo listo para un cartel fiel al rock de toda la vida

Fin de la cuenta atrás. El Azkena Rock -que cuenta con EL CORREO como medio colaborador- ya se respira en Vitoria. El festival por excelencia para los amantes del género en España ha abierto sus puertas este jueves 19 de junio a las 18.00 horas en el pistoletazo de salida a tres jornadas de culto a un género que sigue muy vivo. Libe, una de las artistas vascas más a tener en cuenta de la escena, abre la tanda de conciertos de este jueves, en el que muchos fieles cantarán al unísono himnos como 'Feel the pain', de Dinosaur Jr.; el martilleante 'Ever fallen in love, in love with someone' de Buzzcocks; 'Neat neat neat', de The Damned; 'Stray Cat Strut', con Lee Rocker o (por qué no) 'Vidas cruzadas', de Quique González.

«Es un cartel para gente a la que realmente le gusta la música», ha defendido Alfonso Santiago, director del festival en una rueda de prensa celebrada al mediodía en Mendizabala. El director general de Last Tour compareció junto a Ana del Val, diputada de Cultura y Deporte de la Diputación de Álava. Excusaron la ausencia de Sonia Díaz de Corcuera, concejala de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Vitoria, que presentaba a esas horas el plan para el Iradier Arena.

A pesar de que la primer día de conciertos suele ser el menos concurrido, el ambiente en los alrededores de Mendizorroza se ha ido animando a lo largo de la tarde. La asistencia prevista es de alrededor de 50.000 espectadores para las tres jornadas y el impacto económico del Azkena se estima en unos siete u ocho millones de euros, al igual que en los últimos años. No esperan que se resientan especialmente las ventas por la actuación de Bruce Springsteen programada para el sábado 21 de junio y el martes 24 de junio en el Estadio Reale Arena. «A lo largo de los años hemos coincidido con actuaciones de los Rolling Stones o de U2. Cuando empezamos en 2002 había muchos menos conciertos, pero a día de hoy tenemos mucho más música en directo y el usuario tiene mucho más donde elegir».

La actuación en exclusiva en España de John Fogerty es el gran imán que eleva la categoría del certamen. Sonará este viernes 20 de junio al unísono con el público vitoriano 'Fortunate Son', esa canción contra quienes ondean banderas («Some folks are born made to wave the flag»), incitan al enfrentamiento, pero se libran del frente. Esa poderosa composición contra los ricos y poderosos cobra tanta fuerza en nuestros días como cuando se convirtió en un himno contra la guerra de Vietnam. ¿Podemos afirmar que Fogerty atraerá a público de otros países? «Sí, Fogerty hace pocas fechas en Europa y es un artista que mueve a un público a nivel muy amplio», ha respondido Santiago cuando se le pregunta por el fenómeno. «La música se ha convertido en uno de los motores del turismo cultural y mucha gente idea sus planes de verano en torno a sus artistas favoritos».

Santiago ha explicado que configurar el cartel puede llevar varios años y resulta un puzzle en el que a veces cuesta que encajen las piezas. «Cada vez es más complicado contratar a determinados artistas. Negociamos con 250 bandas para que al final acaben tocando 60. El índice de fracaso es bastante alto», ha dicho, aludiendo a la dificultad de contratación en un mercado competitivo (la oferta en directo se ha multiplicado en los últimos años) y en el que el número de leyendas del rock es cada vez más reducido.

El encuentro se ha celebrado a plena luz del día y con un calor asfixiante en una de las carpas de Trashville, en la conocida como zona Trashville, que agrupa los espacios Trash! Go Go y Rathole. Por el primero pasarán propuestas cuya propia presentación, que traslada el certamen, bordea la absoluta extravagancia. El «hardcore medieval» de Fléau; el «ritmo latino de los trogloditas» Mambo Rambo, el «punk poligonero» de Las Jennys de Arroyoculebro o el «caos sonoro» de The Devils son algunos de los reclamos del certamen. En el segundo habrá deejays y allí también se llevará a cabo el programa 'Txiki ARF', una particular escuela del rock destinada a los más pequeños. Y es que, de nuevo, los menores de 14 años entran gratis al recinto. El requisito es completar un formulario por cada menor y llevar la autorización impresa al festival. No son pocos los vitorianos que han crecido viendo a sus ídolos envejecer y pasando de vivir el certamen en familia a hacerlo entre amigos. «Seguimos trabajando para acercar la música y el rock a los niños. Para que las nuevas generaciones puedan disfrutar de ello», reivindica Santiago.

A su vez, el certamen es para muchas viejas amistades un punto de reunión. Sobre todo entre quienes han cosido esa confianza en torno a gustos compartidos por bandas. El Azkena es también un caso de estudio por la comunidad activa en un foro que lleva el nombre del festival. «El mundo del rock está en Vitoria y Álava», dijo Del Val de forma grandilocuente, en referencia a los tres días de celebraciones en Mendizabala, que este año también ha contado con diferentes actuaciones en Labastida y Amurrio.

¿Medidas para el calor? «En días como este sacamos riego del festival y mangueras para que la gente pueda refrescarse. Pero en gran parte, todo lo que pedimos es sentido común (hidratarse, protegerse del sol), como en cualquier otra parte».

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