Vuelta a donde todo empezó: Rahm empieza hoy el US Open en el mismo campo en el que debutó en 2016
El vizcaíno comparece en su major número 35 a partir de las 19.15 horas
Las primeras veces nunca se olvidan. Menos todavía en el caso de Jon Rahm, jugador con una mente privilegiada que es capaz de recordar prácticamente cada golpe que ha dado desde que compite. Este jueves empieza el US Open y seguro que le vienen muchas imágenes a la cabeza de la edición de 2016. Fue su primera vez en un major. En Oakmont, el tan espectacular como temido campo de Pensilvania que acoge el 125 aniversario del Abierto de Estados Unidos.
Noticias relacionadas
El vizcaíno, que entonces tenía 21 años y una cara despoblada de la frondosa barba que hoy le caracteriza, logró un billete para el torneo gracias a haberse aupado a la primera posición del ranking mundial amateur. Ocupó ese puesto durante sesenta semanas entre 2015 y 2016, récord hasta que se lo arrebató en 2022 el japonés Keita Nakajima, que dejó el contador en 87. Hoy, Rahm disfruta de la exención concedida por su triunfo en Torrey Pines en 2021. Por méritos propios, es uno de los favoritos al título.
23 puesto
que logró Rahm en su debut en un major. En Oakmont jugará el número 35
«Tengo dos recuerdos del 18. Pegué una bola al público, a una pinaza un poco rara porque había llovido, para que no hubiese barro. Fue mi primera experiencia de pegarle con un túnel de gente. Fue un hierro 6 a green, pegué un golpazo y yo encantado», explica el 'León de Barrika' a los periodistas españoles desplazados a este enclave privilegiado.
287 golpes
necesitó el vizcaíno para un total de +7, once más que el campeón, Dustin Johnson. Solo cuatro jugaron bajo par
¿El otro? «El sábado–la segunda jornada se tuvo que terminar al día siguiente por lluvia–. Con la bandera corta a la derecha, fallé a la derecha y pegué un buen golpe, la dejé a metro y medio, dos metros. Pude ver a mi hermano (Eriz) y mi profesor, Eduardo Celles, en el túnel hacia la Casa Club, expectantes porque se iban al aeropuerto. Ellos creían que tenía que meterlo para pasar el corte y les vi celebrar. Con bogey hubiese pasado el corte igualmente», narra Rahm a Ten Golf y Movistar con exactitud algo que ocurrió hace nueve años.
La tarjeta de Rahm en Oakmont 2016
-
Jueves. En su primer día en un major hizo una tarjeta de +6 con tres birdies, cuatro bogeys, un doble bogey y un triple bogey, en el par 4 del hoyo 3.
-
Viernes. Le sobró un golpe para pasar el corte ya que jugó uno bajo par. Cuatro birdies y tres bogeys.
-
Sábado. Consiguió su primer eagle en un grande. Tarjeta de +2 tras dos birdies y seis bogeys.
-
Domingo. Culminó su primera gran cita con un notable puesto 23 gracias a una tarjeta jugada al par 70 del campo. Seis birdies, cuatro bogeys y un doble bogey.
Al vizcaíno le fue muy bien aquella semana. Se presentó en sociedad a la élite del golf. En su primer grande no solo pasó el corte sino que terminó como mejor amateur. En realidad, lo consiguió nada más acabar las dos primeras rondas porque fue el único jugador no profesional en avanzar. Y entre sus coetáneos estaba un tal Scottie Scheffler. Pero su posterior puesto 23 hizo que la hazaña fuese grandiosa. Lo consiguió con 287 golpes, una tarjeta de +7 en la que destacaron 15 birdies. «Uno de los datos que se me quedó grabado en aquel US Open fue que acabé la semana con más birdies que el campeón, Dustin Johnson (11), y me ganó de once (-4). Iba a saco y, claro, hacías birdies, pero también te metías en problemas. Ahí también he cambiado mucho», desarrolla.
Autopista de peaje en medio
Este peculiar dato habla por sí solo de la dureza de Oakmont, el campo que más abiertos de Estados Unidos ha acogido, esta será su décima vez, y uno de los más emblemáticos del país. En 2016 solo cuatro jugadores acabaron bajo par. El vizcaíno cosechó 17 bogeys, dos dobles bogeys y hasta un triple bogey, en el par 4 del hoyo 3. A la calle de este y la del 4 les separa un temible búnker llamado 'Los Bancos de la Iglesia', una trampa de arena repleta de surcos.

«Si te vas al búnker largo del 2 olvídate», añade Rahm sobre otro de los peligros del coliseo levantado por Henry Fownes, caracterizado también por unos greenes durísimos. Se inspiró en los links escoceses. Otro dato curioso: la autopista de peaje de Pensilvania parte el campo en dos, quedando el tramo entre los hoyos 2 y 8 separados del grueso del club por un puente.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.