El Aurrera desafía la tendencia de Tercera
El bloque rojillo esquiva el tradicional sufrimiento del recién ascendido alavés y vive en zona de play off tras diez jornadas
Entre los cuatro recién ascendidos al grupo vasco de Tercera RFEF, dos ocupan puestos de descenso y otro sufre en la zona baja. Sólo uno ... ilustra la resistencia y la irreverencia del novato. Ese recién llegado insolente es el único alavés que regresa a la categoría. El Aurrera ha vuelto con fuerza al fútbol nacional. Tras diez jornadas de competición, el equipo de Olaranbe es quinto con 17 puntos. Aventaja en siete al descenso y ocupa la última plaza que daría acceso al play off de ascenso a Segunda RFEF. Sólo el Portugalete, líder y rival del Alavés en Copa, ha logrado escaparse.
El Aurrera ha esquivado una bala que suele acertar de lleno sobre el recién ascendido desde la División de Honor alavesa. Lo habitual era que ese recién llegado sufriera para sacar puntos y que su triste descenso se consumase con cruel antelación. Así fue el curso pasado con un San Viator que apenas pudo amasar ocho puntos. Hace dos, el Alavés C logró salvarse, pero en temporadas anteriores el propio Aurrera, el Amurrio, el Urgatzi o el Ariznabarra sufrieron descensos inmediatos.
Presidente, entrenador y capitán del Aurrera, testigos y protagonistas de este buen inicio, coinciden en señalar una clave: la continuidad de un equipo muy cohesionado. «Somos un grupo que está muy unido. Tenemos un bloque que se conoce desde hace ya bastantes años», sintetiza Mikel González, de 27 años y que alterna la defensa con el centro del campo. «Hacemos una combinación muy buena entre la juventud y la experiencia», añade.
Bien lo sabe su entrenador, Ander Marquínez. «Nosotros, el cuerpo técnico, también conocíamos a la plantilla. Es mi cuarto año con muchos», añade un preparador que ya adiestró al bloque juvenil con buenos resultados tras vivir los rigores de Tercera con el Urgatzi. Conoce la cantera y le ha sacado chispas. De ella salió González, que llegó a la entidad con cinco años y ahora, con 27, comparte ese apego. «Se nota que sientes los colores. Es el único club en el que he jugado y a algunos jugadores incluso los conocíamos porque hemos sido entrenadores suyos. Tenemos esa cercanía, ese sentimiento de pertenencia, que hace también que saques el orgullo», explica. En ese escenario, el plan era arrancar fuerte. «Quisimos darle importancia. El hecho de hacerlo ganando ayuda a la cabeza. Nos vemos alejados del descenso y eso hace que juegues con una tranquilidad y una comodidad más grande», destaca.
«Poco a poco ir creciendo»
Confiesa «un poco de sorpresa» por el buen inicio, aunque veía la prometedora identidad de un bloque «muy competitivo». El mismo factor que cita su presidente, Juantxu Cangas, quien pondera la base de jugadores del ascenso y el apoyo «importante» de los refuerzos. También destaca el papel del banquillo. «Tenemos buenos entrenadores, una pieza básica. Ander (Marquínez) y Mikel (Abasolo) han jugado aquí», explica. Con todo ello ve más fácil consolidarse. «Vamos mejor de lo que podíamos imaginar. La idea es mantener la categoría, no volverse locos y el año que viene seguir peleando. Y poco a poco ir creciendo», resume.
El premio al buen inicio llega en un año especial, en el 90 aniversario de una entidad que hace dos décadas rozó el ascenso a Segunda. «Queremos que el Aurrera vuelva a ser lo que fue. Cuando yo era pequeño estaba esa imagen del club que se perdió unos años y la idea es volver a ser aquel referente de Álava», augura González. Aunque primero debe llegar la salvación, para la que necesitan «unos 40 puntos». Su técnico mira más a corto plazo. «Estoy centrado en el día a día, en seguir sumando, que nos va a costar mucho», recuerda. Pero en Olaranbe manda la ilusión. «No nos hemos parado, somos ambiciosos», sentencia Cangas.
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