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Jon Morcillo, un cachorro con ADN cartagenero

Jon Morcillo, un cachorro con ADN cartagenero

La nueva perla de Lezama, máximo goleador del Bilbao Athletic, pasa las navidades en el centro y los veranos en La Azohía. De padre vizcaíno y madre cartagenera, el extremo nacido en Amorebieta, de 21 años, aprovecha cada parón para visitar a su familia

jorge fernández-caro

Lunes, 30 de diciembre 2019, 10:08

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Es la nueva perla de la factoría de Lezama, una escuela que no deja de fabricar talento. Sus actuaciones con el Bilbao Athletic esta temporada están levantando mucho revuelo y ya se habla de él como un nuevo diamante que, en poco tiempo, ocupará portadas. Se trata de Jon Morcillo Conesa (Amorebieta, 21 años), extremo zurdo del filial rojiblanco. Un futbolista desequilibrante, incisivo y con gran olfato de gol que está viviendo en una nube. Con ocho tantos, se posiciona como máximo anotador del filial rojiblanco, equipo que va tercero en el Grupo II de Segunda División B (33 puntos). Comparte vestuario con otras joyas a pulir, como el centrocampista Vencedor, el delantero Artola o Sancet, futbolista que va a caballo entre el equipo filial y el sénior. Además, asombró a todo el país con un auténtico golazo al Tudelano, desde 60 metros, el pasado mes de septiembre. Pura fantasía.

Estos días navideños, Morci, como se puede leer en su camiseta junto al número 11 que viste todos los fines de semana, está en Cartagena. ¿Y qué hace un cachorro por aquí? Porque la ciudad portuaria es su segunda casa. En La Azohía lleva toda la vida veraneando. De padre vasco y madre cartagenera, la historia de Morcillo está estrechamente ligada a la de la ciudad trimilenaria. Desde que tiene memoria, las vacaciones de verano las pasa al pie de Cabo Tiñoso y las navidades las ha vivido siempre en el centro de la ciudad. Aquí le esperan su abuela, tíos y primos, su familia materna al completo.

Sus padres se conocieron en un camping en la provincia de Albacete. Ambos, decidieron emprender una vida en común en el País Vasco y de esta bonita casualidad nació la actual perla de la cantera bilbaína. Desde muy pequeño, Jon intentó formar parte de la familia leona. Era su sueño ingresar en un club de la entidad del Athletic de Bilbao. Lo buscó en varias ocasiones y en todas obtuvo la misma respuesta: el rechazo.

Tal era el empeño del extremo que no cesó en el intento. Sabía que, con trabajo, su oportunidad llegaría. Mientras tanto, entrenaba en el Amorebieta, equipo de su pueblo y, más tarde, con la Cultural de Durango. Hasta que un día, cuando era juvenil de segundo año, recibió la tan esperada llamada. El Athletic quería sumarle a su proyecto.

Pasó dos años en el CD Baskonia, tercer equipo de los de San Mamés. El primer curso, coincidió con su actual entrenador, Joseba Etxeberría. Y esta temporada, el exjugador internacional le está dando a Morcillo la oportunidad que no tuvo el pasado año, en la que significó su primera experiencia en la categoría de bronce. Y el chico está respondiendo.

Su escondite

Ahora, en este parón navideño, el goleador está aprovechando sus días libres para visitar a su familia cartagenera. Es algo que hace también en los periodos estivales. Y La Azohía es su lugar fuera de los focos, su rincón de pensar y de recargar pilas. Morcillo no hace declaraciones ni concede entrevistas. Como todos los jugadores de casi todos los filiales de equipos de Primera, su club se lo prohíbe. El Athletic lo quiere centrado en el fútbol y en el módulo de Fisioterapia que está estudiando, pero quien bien lo conoce asegura que es un chico muy familiar y que hace estas 'escapadas' con la misma ilusión que Josefina, su madre.

Desde niño no falla a su tradicional paseo por el Muelle o a degustar el caldo con pelotas que le prepara su abuela Fina. Tampoco, a quedar con sus amigos de aquí, otra de las cosas que más le gusta hacer cuando cambia la casaca rojiblanca por la ropa de calle.

Dicen sus familiares que, cuando era muy pequeño, su tío Ricardo le regaló unas botas. Él las utilizó para jugar un campeonato de verano con chicos más mayores. Y lo ganaron. Con lo que el pequeño Jon obtuvo uno de sus primeros reconocimientos como 'jugador' sobre un campo de tierra de La Azohía cuando solo era un niño. Y, desde ahí, se empezó a forjar el artillero que es hoy.

Termina contrato

El próximo 30 de junio su contrato expira y, tal es la repercusión que está teniendo Jon Morcillo, que ya le han tanteado un par de equipos de Primera División para sus filiales y algún conjunto de la Premier League. Pero, tal y como ha confesado a sus allegados, su único deseo es hacer carrera en el Athletic, renovar allí y poder debutar en San Mamés con todos los honores, como jugador de la primera plantilla del equipo de sus amores.

Ya sabe lo que es tener a Iñaki Williams, Aduriz, Muniain y Raúl García como compañeros. Garitano, técnico del Athletic, cuenta con él para los entrenamientos en los que anda escaso de efectivos. Y este ya es un primer paso del que estaría muy orgulloso su abuelo Domingo, fallecido poco antes de que Morcillo naciera, un incondicional del fútbol que habría hecho las maletas sin dudar y se habría mudado de ciudad para ver a su nieto vestido de profesional. Es la espina que el jugador tiene clavada. Pero también, su principal motivación. Algún día le brindará su éxito.

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