Así ha sido la despedida de Iñigo Martínez del Barça y la sorprendente presentación en Arabia
El central de Ondarroa jugará en Al Nassr, donde coincidirá con Cristiano Ronaldo
Iñigo Martínez ya está en Arabia Saudí para unirse a las filas del Al Nassr. El central de Ondarroa ha dejado el Barça, donde ha militado dos temporadas, para emprender una nueva aventura en la Liga Profesional Saudí. Su fichaje , confirmado por el club blaugrana este sábado, era una noticia anunciada y tanto el Barcelona como el ex del Athletic han mostrado en redes sociales un agradecimiento mutuo con diferentes vídeos de despedida.
Al igual que ha hecho la entidad catalana con un emotivo vídeo, el jugador vizcaíno también ha compartido un mensaje que demuestra el cariño que ha sentido por el club y por su parroquia en las dos últimas campañas.
Un periodo breve pero suficiente para ganarse el respeto de la afición y del vestuario, donde ha sido un peso pesado. «Hoy me despido de este club que ha marcado mi vida. Defender este escudo ha sido un honor y una responsabilidad que he ejercido con orgullo», ha señalado el defensa.
El montaje en el avión
A sus 34 años, ha puesto rumbo a la ciudad de Riad, cuyo equipo más importante es el Al Nassr, club en el que compartirá vestuario con Cristiano Ronaldo. La pasada semana Jorge Jesús, nuevo entrenador de la entidad saudí, avanzó desde la concentración de pretemporada en Austria que «necesitamos un central. Laporte saldrá y llegará un sustituto». Y ese reemplazo es Iñigo Martínez. El jugador vizcaíno ya ha sido presentado por el club saudí con un curioso montaje en el que Iñigo aparece por sorpresa en el avión en el que viajan sus nuevos compañeros.
La salida del central vizcaíno del Barcelona estaba totalmente pactada. Tras dejar el Athletic, el defensa llegó a un acuerdo por el cual se marcharía con la carta de libertad si llegaba una oferta importante para sus intereses procedente de ese país y así ha sido. Su adiós libera 14 millones de euros de la masa salarial, pero sigue sin resolver el problema que los culés tienen con las inscripciones al no llegar a la regla 1-1.