El coronavirus empaña el año «más bonito» del Leioa Waterpolo

La pandemia ensombreció la celebración de su ascenso a la máxima categoría en mayo y ahora está haciendo lo propio a las puertas del estreno del Leioa Waterpolo en la élite. Pese a que entonces no pudieron festejar apenas la hazaña de convertirse en el primer club vasco en alcanzar la División de Honor, ya que la buena noticia coincidió en pleno confinamiento, y a que ahora ya llevan varios días trabajando juntas, con ciertas restricciones, la situación no es ni de lejos la ideal para poder preparar un curso tan exigente y a la vez tan apasionante.

«Todos los clubes tenemos mucha preocupación y estrés, pero en nuestro caso toda esta situación empaña la temporada más bonita de nuestra historia», declara su técnico. Jon López reconoce que estos días centra casi más su trabajo en aspectos extradeportivos que en lo que realmente le debería de estar ocupando. «Está siendo la campaña más complicada para mí como entrenador. Todo es una incógnita y en cada sesión tienes que cambiar las cosas. Estás prácticamente partiendo de cero cada día, y se hace muy difícil».

El entrenador del Leioa considera que aún hay muchas incógnitas por resolver. «Todavía estamos esperando a que nos lleguen los protocolos específicos de la Federación Española de Natación (RFEN). Estamos muy preocupados porque hemos empezado a trabajar con sesiones en grupo que son casi más bien individuales, pero cuando haya que apretar y hacer cosas que se parezcan más al waterpolo no sabemos cómo podremos actuar», declara López, quien considera que esas medidas sanitarias «van a ser insuficientes o difícilmente se van a poder cumplir». «Para clubes como el nuestro hacer un test PCR semanal a todos, y tener que asumir el gasto, es inviable. Incluso en deportes más profesionalizados como el balonmano masculino están teniendo problemas».

Lo único que tiene claro es que arrancarán la Liga Premaat DH en casa del Sabadell, uno de los principales favoritos junto al Mediterrani, conjuntos se han repartido los títulos en las últimas tres décadas. «Me gusta empezar así, que la toma de contacto de la competición sea en un partido a priori complicado para que todos los nervios y el estrés lo dejemos allí y en el resto de partidos estemos mucho mejor». Un encuentro que, si nada cambia, se disputará el próximo 17 de octubre, única fecha y jornada que ha dado a conocer la RFEN.

Un organismo que ha confirmado que el próximo curso se disputará con un nuevo formato: los 12 conjuntos que iban a formar un grupo único han sido divididos en dos. Los integrantes de cada uno de ellos se medirán entre sí en una primera fase. En la segunda, los tres primeros celebrarán otra liguilla por el ascenso, mientras que el resto lo hará por la permanencia. «La idea es aligerar la competición y que pueda haber fines de semana libres, para que haya margen para recuperar algún partido si es necesario su aplazamiento. Esto hará que se queden los encuentros más importantes para el final y habrá que ver cómo llegamos ahí, aunque hablar ahora de ello después del año que hemos pasado suena lejísimo», asegura el preparador vizcaíno, quien ha ido dando forma a este proyecto desde hace década y media.

Las vizcaínas han sido encuadradas en el grupo A, con las catalanas del Sabadell, Mediterrani, San Feliu y Club Natación Catalunya; y con las madrileñas del Boadilla. López contará con una plantilla con dos bajas respecto al curso anterior (las de Leire Sarasola y la francesa Aurore Sacré), y con la incorporación de las canteranas Garazi Capel, Maider Ramos y Goizalde Urkiola.