La primera futbolista 'trans' federada en España denuncia insultos en Leioa
Los hechos se produjeron en el transcurso de un torneo organizado en favor de la inclusión y terminaron con la propia jugadora, Izaro Antxia, llamando a la policía
El pasado sábado Izaro Antxia vivió una de las jornadas más complicadas como futbolista. La vizcaína, que ha gritado a los cuatro vientos su transexualidad ... y ha luchado por ser la persona que es hoy en día, consiguiendo convertirse en 2016 en la primeras 'trans' en disputar un partido oficial de fútbol en España, denunció públicamente a través de las redes sociales haber sufrido insultos «machistas y transfobos», en el transcurso de un encuentro del Mundialito Ayuntamiento de Leioa, en Sarriena. Un torneo que precisamente uno de los objetivos que persigue es la inclusión.
Izaro, actual jugadora del Guriezo cántabro, formaba parte de un combinado vasco, y empezó el encuentro defendiendo la portería de su equipo. Desde allí empezó a escuchar repetidos comentarios hacia su persona que provenían desde fuera del campo y que terminaron, con razón, indignándola. 'Eh, portera, portero, danos tu teléfono que a mi amigo le gustas', entre otras cosas, además de 'marimacho'. Un auténtico «acoso» que se prolongó durante aproximadamente dos minutos, hasta que decidió avisar al árbitro. «Al principio me dijo que no estaban dentro del recinto, seguían el partido desde una propiedad colindante, pegados a la valla, pero yo le dije que estaban afectando a lo que ocurría en el terreno de juego». Finalmente el colegiado procedió a darle un toque de atención al grupo de unas «seis o siete personas, con algunos niños», que con actitud «chulesca» negaron lo ocurrido.
Que sigamos teniendo que aguantar a esta clase de Neandertales en los campos de fútbol y que, además, solo vengan al fútbol femenino a soltar su mierda, manda… https://t.co/UYMHXgSV7V
— Izaro Antxia (@nataliaap15) July 13, 2019
Una reprimenda que no se quedó ahí ya que como la propia jugadora aseguró, cada vez que se acercaba el balón a la portería que ella defendía ya no escuchaba insultos, sino «ruidos de mono o de animales». «Al final me quité los guantes y me negué a seguir así. Fui al banquillo, pedí mi móvil y llamé a la policía municipal». Inmediatamente allí se presentó una patrulla que estaba en la zona. Su presencia provocó que algunos de los hombres se montaran en su furgoneta y se fueran. Los que allí se quedaron, más o menos la mitad, volvieron a negarlo todo. «Llegaron a decir incluso que habíamos sido nosotras, las futbolistas, que estábamos jugando tranquilamente, las que les habíamos insultado a ellos».
«Me quité los guantes y me negué a seguir así. Fui al banquillo, pedí mi móvil y llamé a la policía municipal»
En la segunda mitad Izaro Antxia abandonó la portería pero siguió jugando, pudiendo hacerlo, ya sí, sin escuchar ofensivos comentarios. «Parece que hay gente que lejos de evolucionar, involuciona. No sé si es porque se piensan que se pueden meter en el deporte femenino a insultar a las personas que no cumplen con lo que ellos consideran que tiene que ser femenino o simplemente porque son gilipollas. O ambas cosas», afirmó.
Denuncia previa
Se da la circunstancia de que esto ocurrió poco después de que en este torneo la propia jugadora vizcaína ya denunciara otra situación similar, pero ésta dentro del terreno de juego. «En el encuentro anterior que habíamos jugado uno de los equipos cada vez que se dirigían a mí, no sé si con la intención de sacarme del partido, porque últimamente parece que eso se estila, empezaban a decir que si cubre tú al chico o que si lo cubro yo...». Izaro le trasladó lo ocurrido a la organización, que posteriormente emitió un comunicado que envió a todos los conjuntos señalando que no iban a permitir «comportamiento indebidos de espectadores, banquillo o jugadores participantes».
Justo el mismo día en que se hizo público el rechazo por parte del Ayuntamiento de la margen derecha tras ese hecho, se produjo el segundo incidente. «Me parece un poco sospechoso porque nunca ha pasado nada en este torneo y justo después de mi primera denuncia vuelve a pasar y contra mí de nuevo», afirma. «Esto no es algo que me afecte porque ya paso de estas cosas, pero me fastidia porque es totalmente antideportivo».
Por ello no quiso dejarlo pasar y lo denunció, «como hubiera hecho si le hubiera ocurrido a otra compañera. Al día siguiente participé en otro torneo, en Fadura, y vinieron muchas jugadoras, hasta rivales ese día, a decirme que estaban indignada, que eso no se podía permitir».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión