La esclavitud de mi marca
Fijarnos un resultado para la nueva temporada puede servir de inspiración y motivación pero en muchas ocasiones, de manera inconsciente, se convierte en una esclavitud
¿Habéis sentido alguna vez esa sensación de que algo no os deja disfrutar, algo impide sacar lo mejor de nosotras? Quizás, una sensación de estar encadenada a un número, a un resultado.
Los motivos por los que solemos iniciar la práctica deportiva son muy diferentes. Somos tan distintas que cada una tenemos el nuestro. Poco a poco nos vamos enganchando a ese cóctel de sensaciones que hace que seamos capaces de organizarnos para entrenar, comprometernos para no perder ningún entreno, esforzarnos para mejorar...
En ocasiones, ¿qué sucede al plantearnos una nueva temporada? Nos ponemos un reto y nuestra mente hace un cálculo inmediato y ya tiene una marca, un resultado. Y, antes de analizar qué capacidades necesito para lograrlo, cuál es mi realidad de hoy y otros aspectos fundamentales en la planificación, dirige ésta en función de esa marca, ese ritmo, ese puesto que queremos lograr.
Fijarnos una marca, un resultado, puede ser inspirador, motivador, dirige nuestro foco atencional, pero sin embargo en muchas ocasiones, de manera inconsciente, nos convierte en su esclavo. Un esclavo que olvida esos motivos por los que empezamos a practicar deporte y entramos en una dinámica que puede hacernos abandonar su práctica.
¿Os ha pasado? Os propongo las 3 claves para conseguir que el proceso de esta temporada sea profundamente satisfactorio:
1. Gestionar nuestra «auto-motivación». Significa recordar siempre, qué nos movió a apuntarnos a esa clase para mejorar la técnica, qué sensaciones tengo cada vez que lo practico sin esperar un determinado resultado…
2. Qué voy a hacer para conseguirlo, es decir, qué plan de entrenamiento voy a seguir.
3. Practicarlo sin presión.
Esto nos permitirán orientarnos hacia una planificación centrada en el disfrute, en el bienestar, en la mejora y en la progresión, en lugar de hacerlo exclusivamente hacia el resultado. Recordemos que un buen resultado es consecuencia de disfrutar del proceso.
Y ahora, a planificar el reto para esta temporada.
¡¡¡Hasta pronto!!!
