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Los periodistas que participan en el proyecto, junto a representantes de ETB, EL CORREO, Secuoya y FesTVal. Rafael Gutiérrez

Periodistas de EL CORREO desentrañan los casos más estremecedores de la crónica negra vasca en el nuevo 'true crime' de ETB

'Así se escribe un crimen', que se emitirá a partir del próximo miércoles, analiza a fondo doce sucesos recientes que han marcado la memoria colectiva, de la mano de los redactores y fotógrafos que los cubrieron

Miércoles, 3 de septiembre 2025

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La información de sucesos es periodismo en estado puro, la expresión más directa de ese 'contar lo que pasa' que constituye la esencia del oficio. Cada caso acarrea su penosa carga de drama y sufrimiento, pero muchas veces tiene también una dimensión de enigma, de rompecabezas que hay que ir resolviendo para desvelar los hechos desnudos, esa verdad que persiguen con ahínco tanto policías como redactores. Los ocho capítulos de 'Así se escribe un crimen', la nueva serie documental producida por EITB y EL CORREO, repasan algunos de los casos más estremecedores de la crónica negra reciente en Euskadi desde ese punto de vista, el de los periodistas que cubrieron aquellas noticias: profesionales de este periódico (Ainhoa de las Heras, David González, David Olabarri y Luis Calabor), de 'El Diario Vasco' (Oskar Ortiz de Guinea), de 'El Diario Montañés' (Abel Verano) y de Radio Euskadi (Miriam Duque) emprenden un relato «riguroso, detallado y humano» de las distintas historias, en el que combinan la exactitud del informador con el impacto emocional que les ha supuesto el contacto cercano y continuado con el horror y la angustia.

La serie, en colaboración con Secuoya Studios y con Alberto Tellitu (jefe de Información de EL CORREO) y José Luis Pastor como productores ejecutivos, se ha presentado esta mañana en el FesTVal vitoriano y se estrenará el próximo miércoles 10 de septiembre, a las 22.15 horas, en ETB2. Sus ocho entregas repasan una docena de casos que han dejado una profunda huella en la memoria colectiva: desde los asesinatos de las jóvenes Laura Orue y Virginia Acebes, a finales de los años 90, hasta la recientísima investigación de varias muertes de hombres de Bilbao que habían utilizado una aplicación de citas gais, pasando por sucesos tan traumáticos como el asesinato de la estudiante guipuzcoana Nagore Laffage en los sanfermines de Pamplona o los desmanes del falso monje shaolín. La narración de los periodistas estará complementada por entrevistas a miembros de la Ertzaintza, criminólogos, forenses, psiquiatras, psicólogos, abogados y también familiares de las víctimas, así como reconstrucciones de calidad cinematográfica y material rescatado de los archivos.

Ainhoa de las Heras y David González, en un momento de la presentación de 'Así se escribe un crimen'. En las otras fotografías, Luis Calabor y David Olabarri. Rafael Gutiérrez
Imagen principal - Ainhoa de las Heras y David González, en un momento de la presentación de 'Así se escribe un crimen'. En las otras fotografías, Luis Calabor y David Olabarri.
Imagen secundaria 1 - Ainhoa de las Heras y David González, en un momento de la presentación de 'Así se escribe un crimen'. En las otras fotografías, Luis Calabor y David Olabarri.
Imagen secundaria 2 - Ainhoa de las Heras y David González, en un momento de la presentación de 'Así se escribe un crimen'. En las otras fotografías, Luis Calabor y David Olabarri.

La directora de EL CORREO de Álava, Zuriñe Ortiz de Latierro, ha destacado la importancia de esta «colaboración inédita» con la televisión pública vasca. «Es un proyecto que reivindica una manera de hacer periodismo que está en nuestro ADN, basado en el rigor y el respeto por las víctimas y sus familias. En un momento especialmente difícil para el auténtico periodismo, nosotros seguimos pensando que la verdad existe, aunque a veces cueste dar con ella», ha afirmado. También el director artístico y de Entretenimiento de EITB, Gorka García, ha hecho hincapié en la «exhaustiva y profunda documentación» que fundamenta el proyecto: «Nuestro objetivo es generar conciencia sobre la violencia y el impacto de todos estos casos».

Los siete periodistas que guían al espectador por los distintos episodios han revivido unos sucesos que, en su momento, ocuparon su día a día profesional y por fuerza invadieron también sus vidas personales. David González, por ejemplo, quedó marcado por el asesinato de Alicia, la niña de 17 meses arrojada por una ventana en Vitoria en 2016: «Es el caso que más me ha impactado, sin ninguna duda. Teníamos a una víctima indefensa, un bebé, y a una segunda víctima, la madre, Gabriela, que tuvo que luchar para que el asesino de su hija no la matara también a ella. Además, después hubo un sector que la criticó porque el asesino era un hombre con el que estaba empezando una relación», evoca. Para David Olabarri, esa historia grabada a fuego en su memoria es la que se abordará en el primer episodio: la desaparición y asesinato de Josetxu Delgado, el vecino de Getxo atraído con engaños a Zaragoza. «Me parece la expresión más extrema de la crueldad humana, porque no tenían ninguna necesidad de matarle, y menos de aquella manera. Querían robarle y le torturaron y le enterraron vivo», dice. También Olabarri, igual que González en el caso de Gabriela, experimentó un intenso sentimiento de solidaridad con la familia: «A veces parecía que la víctima era la juzgada, porque la opinión pública se centró en la idea de que se había citado con una mujer».

Una sentencia imposible

La serie permite comprobar cómo ha evolucionado en esta última década la percepción de algunos delitos. «El caso de Nagore Laffage marcó un antes y un después en la memoria colectiva y en la conciencia social e incluso jurídica acerca de la violencia sobre la mujer y del consentimiento. Una sentencia como aquella sería imposible hoy en día», apunta Oskar Ortiz de Guinea. Y Ainhoa de las Heras plantea, en referencia al caso de las citas homosexuales, «hasta qué punto es importante la tarea de los medios y el derecho a la información, porque la publicación de que la Ertzaintza investigaba las actuaciones de un posible asesino en serie ayudó a que fuera identificado y detenido».

Pero, más allá de la conmoción social que provocaron estos sucesos, 'Así se escribe un crimen' también permite conocer con detalle el trabajo de los profesionales de información que los cubrieron. Se trata de una labor paciente y tenaz, con horas y horas de indagaciones para encajar las múltiples piezas, pero a veces también desemboca en situaciones inesperadas. Un ejemplo emblemático, que aparece en la serie, es la entrevista que Ainhoa de las Heras y Luis Calabor mantuvieron en 2021 con Sabino el Legionario, un sintecho que en aquel momento era sospechoso de haber matado y descuartizado a un compañero. En aquella conversación lo negó todo: «Pero, en realidad, entonces ya teníamos claro que era el asesino y que nos estaba contando una milonga. Quería que entrásemos con él a la lonja donde había cometido el crimen. 'Pasad, pasad', nos decía, pero preferimos no hacerlo», relata Calabor, fotoperiodista de EL CORREO que es historia viva de la información de sucesos en Euskadi: «Día a día, nos topamos con la maldad humana -comenta-. Llevo 43 años en esto y sigo encontrándome cosas nuevas y terribles».

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