La Sala BBK acoge el estreno del montaje inclusivo 'Cinco golondrinas'

El montaje de 'Cinco golondrinas' no incluye supratítulos ni audiodescripción, ni soportes de apoyo visual y tampoco hay nadie en una esquina que esté traduciendo simultáneamente al lenguaje de signos lo que sucede en escena. «Es una obra que aborda temas universales. No está dirigida a un público específico. Todo el mundo entiende lo que es el amor, el desarraigo, la pérdida, el cuidado de los demás...», recalcaba ayer Rodríguez Ruiz en la presentación del proyecto, rodeada por el elenco que representará la obra. Son cinco, igual que las golondrinas del título y los sentidos que ayudan a percibir la realidad. Hay quienes tienen todos y no gozan de ninguno, mientras que otros tienen menos y comprenden mejor lo que les rodea.

«Hablamos también de la resiliencia, del ir y venir constante. La migración es otra realidad que, en mayor o menor medida, nos afecta a todos». Como fuente de inspiración ha recurrido a ideas y textos de escritores y artistas con alguna discapacidad como Helen Keller (sordociega), Jorge Luis Borges (ciego), Emmanuelle Laborit (sorda) y Christy Brown (parálisis cerebral). Ninguno de ellos se quedó en la casilla de salida «y eso es algo que define la vida misma». Todo el mundo despliega las alas como puede y vuela hasta donde le llegan las fuerzas. Pero siempre hay un obstáculo o resistencia, tiene que haberlo para avanzar. Lo mismo le sucede a las aves: sin la resistencia del aire, no podrían volar.

La trama de 'Cinco golondrinas' explota el potencial de la 'signodanza', una forma de expresión acuñada por Rodríguez Ruiz que concilia distintos estilos de danza con el lenguaje de signos, sin descartar la poesía, la música y el teatro. «Todo es imposible hasta que alguien lo hace por primera vez», recuerda Rodríguez Ruiz, que entre otras actividades, lidera la compañía Arymux, especializada en montajes inclusivos y accesibles. Ramón Barea conoce muy bien su trabajo y, por eso, le encargó un montaje de nuevo cuño para la Joven Compañía de Pabellón 6.

El elenco fue seleccionado entre más de cien actores y actrices y, como recuerda con orgullo Barea, «todos ellos tenían de entrada un nivel muy bueno; no en vano vienen de centros como la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, Antzerti, la Escuela de Arte Dramático Miguel Delibes...». La Joven Compañía, que nació en el seno del espacio de Zorrozaurre, ha protagonizado nueve montajes en la última década, «y muchas veces se trataba del primer contrato profesional de los artistas». El objetivo es darles un espaldarazo para que encarrilen su carrera.

La gestación de 'Cinco golondrinas' se ha prolongado nueve meses y verá la luz este fin de semana. Todos los intérpretes se han relacionado con personas con alguna discapacidad y, en última instancia, han enriquecido su paleta expresiva. Son tres vizcaínos, una guipuzcoana y una vallisoletana: Markel Urrestarazu, Nerea Sanz, Aritz Castillo, Nora Urdanpilleta y Pino de Pablos. Actuarán no solo dos días en la Sala BBK, «sino también –añade Barea– otros doce a partir del 21 de marzo en Pabellón 6 y habrá cuatro matinales, por lo que de repente van a salir al mundo con 20 funciones a sus espaldas, lo cual es un aprendizaje maravilloso».