Sebastián Yatra, míster simpatía en Bilbao: pedida de mano, camiseta del Athletic y letra personalizada para la niña Nicole
El cantante colombiano recaló en Miribilla con su gira 'Entre tanta gente' en la que repasó sus éxitos en el reggaeton y enamoró en las baladas
Sebastián Yatra ha tenido un fin de semana redondo en Bilbao. Este sábado pisó el césped de San Mamés, conoció a Laporte y a Nico ... Williams, vio el partido desde el palco y se llevó una camiseta con el 5, el número con el que jugaba siempre. Pero su domingo no se quedó atrás. Actuó en Miribilla, la casa del Bilbao Basket y dio uno de esos conciertos que van acompañados en todo momento de una sonrisa. El cantante de Medellín tiró de la simpatía que le caracteriza y supo dar protagonismo al público en un espectáculo lleno de éxitos.
Un gran andamiaje era la base de la escenografía de su espectáculo. Los músicos estaban situados en las distintas alturas de la estructura con la que interactuó en bastantes ocasiones. De hecho, en varias ocasiones se le vio sacar una linterna de colores para poder subir las escaleras con soltura. Un par de soldadores anunciaron la llegada de Yatra tras una grabación con decenas de retratos, en alusión a su gira 'Entre tanta gente'.
Arrancó con 'Milagro' y 'Lienzo' y sorprendió en la tercera con 'Tacones Rojos', uno de sus mayores éxitos. Curiosamente conoció a su expareja Aitana cuando fue a cantar esta canción al plató de 'Operación Triunfo' en la edición en la que quedó segunda. Durante el tema las cámaras enfocaron a varias seguidoras como preludio de lo que ocurriría después. Por momentos, el público se convirtió en el principal protagonista.
Llegaba el turno del primer tramo 'reggaetonero' del concierto. La sensual 'Una noche sin pensar' dio paso a 'Disco Rayado'. «A veces lo hacemos mal, pero no significa que no amenos», se escudó mientras preguntaba cuántas personas despechadas habían acudido a su concierto. Tras un breve titubeo, la pista se lleno de manos alzadas. El concierto subió varias revoluciones cuando apareció una chica con mono y casco de obrera que cambió su ropa de trabajo por unos auriculares. La dj hizo una espectacular aparición antes de 'Sutra'. Brilló especialmente 'Traicionera', el tema con el que se hizo conocido en España allá por 2016. Todos los móviles empezaron a grabar en cuanto sonaron los primeros acordes. Le siguieron 'Suena el denbow' y 'La pareja del año' entre cañonazos de fuego en el escenario.
Para la primera gran balada de la noche llamó a Ruslana, su telonera en esta gira y finalista de la pasada edición de 'Operación Triunfo'. La chica «de los dientes más brillantes», según bromeó. Cantaron juntos, sentados en las escaleras, 'Un año', dedicada a «esas personas que ahora están lejos, pero que puede que tiempo después vuelvan». Ya en solitario siguió con 'Nadie más', otra lenta para demostrar que su voz no necesita de autotune.
Llegó entonces el momento más especial de la noche. Yatra bajó hasta el público, pero esta vez no se limitó a quedarse en el foso. El cantante se situó en una peana colocada en el centro de la pista para charlar con el público. «Es el momento de conocerles, de que cuenten su historia o pidan canciones», explicó el artista de Medellín. Saludó entonces a Nicole, una niña de Venezuela que disfrutaba del concierto sobre los hombros de su padre Marcos. Micrófono en mano y «nerviosa», le contó que era de Lechería. «Yo he estado, me gusta mucho tu tierra», le respondió. De hecho, confesó que tuvo una novia de allí cuando tenía quince años. Yatra le concedió el deseo de teñir todo el escenario de color rosa y repitió para ella su canción favorita, 'Tacones rojos'. Eso sí, esta vez con una letra improvisada y dedicada especialmente a ella: «Ella tenía una energía bacana. Mi pedazo de sol, la niña de mis ojos, se llama Nicole». La cría terminó cantando el resto del estribillo y llevándose uno de los mayores aplausos de la noche. Seguro que le costó conciliar el sueño de la emoción.
«¿Eso es un anillo?»
Pero había más. Yatra explicó que le habían dicho que tenía que hablar con Ibai. «Me duele el corazón, tío. Late mucho», adelantó el chico. «Uy, ¿eso es un anillo?». Y efectivamente, Ibai hincó rodilla y Natalia gritó al micrófono un sonoro 'sí'. «Soy tu fan», acertó a decir la joven justo antes de pedir 'Cristina'. Cogió entonces Yatra la guitarra mientras admitía que no se esperaba la pedida de mano. «Soy vasco, tío, hay que echarle huevos -dijo Ibai-. A ver si te toca a ti algún día». Y aprovechó el pequeño escenario en el centro de la pista para cantar 'La pelirroja', uno de sus últimos singles, acompañado esta vez por el resto de la banda. La escena solo podía terminarse con un beso de película protagonizado por los recién prometidos. Yatrá deseó en voz alta: «Ojalá alguien me besen a mí así».
De vuelta en el escenario se cambió de ropa tras un biombo que dejaba entrever su silueta. Aprovechó para vacilar luciendo músculos y para prescindir de su chaleco blanco y sus bermudas. Se puso un traje negro con detalles dorados en los hombros. Tras 'Ojos marrones', recomendó que nadie escuche su tema de desamor 'París' si viaja a la ciudad de la luz: «No es buena para la salud».
Con vuelve y 'Energái bacana' el concierto volvió a despegar. Cogió entonces una cámara y se bajó al foso para grabar a los fans de las primeras filas. Entonces se vio también una pancarta que decía 'Eres mi futuro marido'. Versionó a Bisbal en 'A partir de hoy' y siguió con 'Por fin te encontré' y 'Chica ideal', con uno de esos estribillos que puede quedarse amarrado a tu cerebro durante semanas («quiero una chica, quiero una ya»). La última antes del bis fue la sexy '2a.m.', su colaboración con Bad Gyal, que apareció proyectada en la pantalla.
Salió del escenario para volver vestido de nuevo de rojiblanco, pero esta vez con una camiseta distinta a la que le regalaron en San Mamés. Anunció que iba a añadir un tema al repertorio. Presentó a Helena, una chica que había viajado desde Reino Unido para verla y que lamentaba que no fuera a tocar su canción favorita. El resto del público tenía que colaborar: «Vamos a demostrarle a Helena, que vino desde Inglaterra, por qué el País Vasco es uno de los mejores lugares del planeta». Se acercó a conocerla y ella le contó que su hermana está enferma y que durante el tratamiento en el hospital las dos escuchaban juntas 'Cómo mirarte'. Se quedó en el foso para cantarla con ella mientras todo Miribilla tenía el corazón encogido. De hecho, modificó la letra para desearle a Felina que todo vaya bien.
«Parce, ayer me ficharon para el Athletic. Ya va tocando que diga 'Aupa Athletic!'». La fiesta terminó por todo lo alto con 'Vagabundo'. Yatra invitó a parte de su equipo a bailar con él sobre el escenario en medio de un despliegue de cañonazos de humo, fuego y confeti. La despedida fue al más puro estilo de estrella del tenis. Firmó sobre la lente de la cámara y lanzó un beso al público. Y todo el mundo salió del Bilbao Arena queriendo incluir a Sebastián Yatra en su cuadrilla.
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