«El cartel del BBK Live va cambiando porque cambia la sociedad»
A diez días de que el festival de Kobetamendi eche a andar, su director analiza la propuesta de este año y la actualidad en la industria musical
La oficina de Last Tour en Olabeaga está estos días a pleno rendimiento y en expansión, en plena obra para acondicionar otra planta, muestra del ... buen momento que vive una compañía que empezó con poco y suma ya 100 empleados. En medio de la vorágine y a las puertas del BBK Live, su CEO, Alfonso Santiago, saca un rato para comentar el cartel de este año y el devenir de la industria musical, tanto en Bizkaia como a nivel global.
– En esta edición, el BBK Live vuelve a confirmarse como un festival cambiante y en evolución.
– Más que ser el cartel cambiante, lo que cambia es la sociedad en general. Cambian las generaciones, cambia la forma de entender la música, viene nueva gente y una nueva forma de ver todo. Y al final lo que hace el festival es adaptarse. Creo que es una de las claves del futuro: la adaptación.
– Antes chutaban más las bandas de guitarras y ahora se lleva lo urbano o la electrónica.
– Sí. Sigue habiendo bandas de guitarras, pero ya no es el sonido más predominante a nivel social. El rock dejó de estar de moda en los 90, cuando el grunge, y a partir de ahí se ha vivido de otra forma. Sigue muy presente pero hay otros sonidos que imperan mucho más en la sociedad.
– No todo son artistas actuales. También apuestan por leyendas pop como Kylie Minogue, o Grace Jones el pasado año.
– Hay una parte muy importante que es construir diferentes capas y que haya también artistas que han sido referentes y que siguen teniendo cosas muy interesantes que aportar. Llevábamos años detrás de Grace Jones y el año pasado la conseguimos, y este año nos ha pasado lo mismo con Kylie Minogue.
– ¿Le preocupa que Minogue haya cancelado algunos conciertos de la gira?
– No, en este momento nada. Ha tenido algunos problemas pero no nos han transmitido ningún tipo de preocupación, todo está dentro de lo que debe estar.
– ¿Qué cifra de asistentes se fija para que sea un éxito?
– Esperamos estar en cifras similares a las de todos los años, cerca de agotar o agotando algún día y otros días estando muy cerca.
– Por encima de los 100.000 en total.
– Eso es.
– ¿Se han focalizado este año en un perfil de público en concreto?
– Decía que la música está cambiando. Por ejemplo, las estadísticas dicen que en España, hace unos 10 o 12 años, iban unos 3 millones y medio de personas a ver conciertos. Ahora, hay hasta 17 millones de personas que van. Entonces, hay una apertura muy amplia y lo que hay es menos prejuicios en la gente joven. Entre la gente mayot la cosa va más de estilos, pero a los jóvenes lo que les importa es si la música te llega o no te llega. Esta corriente por aquí es más nueva, pero en Europa desde hace años vas a festivales donde te puedes encontrar a Chemical Brothers y después a una banda folk de Hungría. Esa visión más diversa y menos prejuiciosa está llegando aquí entre la gente más joven. Y, al final, los carteles tienden a ser un reflejo de esta evolución de la sociedad.
– Sin embargo, el Azkena es mucho más coherente en su estilo.
– Bueno, más que coherente tiene un nicho. Pero también hay gente que no entiende que mezclemos a artistas folk con bandas como C.O.F.F.I.N. o Dead Kennedys. Es decir, también existe una diversidad muy amplia en esa escena.
– ¿Lastra al BBK seguir compartiendo fechas con Mad Cool a la hora de poder atraer más público?
– Siempre afecta. Lo que está pasando en todo el Estado es que en los últimos años se han generado muchísimos más festivales y la gente tiene más opciones de elegir. Pero también hay más público y lo que sí puedo decir es el que sitio donde más entradas vende el BBK desde hace años es Madrid. Hay mucha gente que prefiere salir de su ciudad para disfrutar de una experiencia festivalera, porque así unes el viaje y vivirlo en comunidad.
– Se lleva años oyendo que hay una burbuja de festivales. ¿Pinchará en algún momento?
– Yo no creo que haya habido burbuja de festivales nunca. Creo que hay una evolución en un mercado. Entonces, se van programando muchas más cosas pero a decir verdad, en los festivales de gran calado como el BBK, en los últimos diez años apenas han surgido nuevas referencias. Lo que ha pasado además es la gran suerte de que las bandas nacionales han crecido increíblemente, hasta el punto de que están copando la cabeza de cartel de muchos festivales. Hay muchísimos más festivales de ese calibre de bandas nacionales, pero en los que trabajamos con grandes artistas internacionales ha habido muy poco movimiento.
– Luego están las salas pequeñas y medianas, que denuncian que está todo demasiado ocupado por estos grandes eventos puntuales y la programación de temporada se resiente.
– Yo eso no lo entiendo y no lo he entendido nunca. Es decir, lo veo totalmente complementario. Yo a lo largo de la historia ha habido bandas que no las he conseguido traer jamás en gira y sí las he podido traer a los festivales, y también a la inversa. Son cosas absolutamente complementarios, y al final nosotros gestionamos salas también. Lo que pasa es que los festivales principalmente se programan en la época donde las salas se cierran. Y, en nuestro caso, el resto del año hacemos prácticamente todos los años más de 1.000 conciertos en sala. Y hay problemas para reservarlas porque están todas ocupadas, llenas de programación.
– El BBK Live recibe aproximadamente 1,4 millones anuales del Ayuntamiento, una cifra considerable para una compañía privada y un evento que es de abono.
– Está demostrado que revierte. Hay estudios de impacto económico que se hacen públicos todos los años en torno a la cantidad que se genera. Y todos los años hablan de en torno a 22 o 24 millones de euros de retorno en el entorno.
– Se viven tiempos convulsos en la industria festivalera por el fondo proisraelí KKR. ¿Usted apoya el boicot de algunos artistas?
– Yo creo en la libertad individual de cada persona. Cada uno seguramente vivirá unas circunstancias diferentes que a veces te pueden permitir hacerlo y otras no. Yo conozco artistas que no han podido hacer el boicot por lo que tenían firmado y por su situación laboral. En cualquier caso, nosotros como compañía tenemos una posición. Llamamos a las cosas por su nombre y lo decimos claramente: lo que está pasando en Gaza es una vulneración sistemática de los derechos humanos y evidentemente es un genocidio en toda regla.
– ¿KKR ha tratado de invertir en Last Tour?
– Nosotros hemos hablado con mucha gente a lo largo de los últimos 10 o 12 años, cuando todo el mercado empezó a intentar comprar y adquierer. Hemos hablado con casi todo el mundo.
– Tienen un pleito en marcha con la SGAE por los derechos de autor. ¿En qué momento se encuentra?
– Sigue en marcha, porque al final es un conflicto que lleva abierto muchas décadas entre la música en directo y SGAE. Hace ya 15 años todos los promotores demandamos a SGAE y les ganamos, pero quedó mal cerrado porque la sentencia dejó en abierto el acuerdo en torno a la tarifa. Venimos años diciendo que eso está mal y ellos alargan las cosas, las postergan y, después de negociaciones, la asociación de promotores de la que formamos parte decidió demandar a SGAE por tarifa abusiva y SGAE optó por emprender una campaña de acoso. Y uno de los que eligió públicamente porque le parecía interesante éramos nosotros. Vamos al proceso legal para denunciar lo que nosotros creemos que es un abuso sistemático de poder por el que ya perdieron una vez en los juzgados.
– Pero que crean que la tarifa es abusiva no les exime de pagar esos derechos de autor.
– Pero nosotros pagamos los derechos de autor. Ahí hay muchas capas y se rompió el monopolio, por lo que hay cosas que se están pagando ya directamente a los autores y se pagan por otras vías, no necesariamente a ellos. Yo estoy a favor de los derechos de autor de forma radical. Lo que estamos diciendo es que esa tarifa es abusiva durante muchos años y alguien posterga sistemáticamente todas las negociaciones para seguir cobrando esa tarifa abusiva. Y si no paras un día y dices 'oye, que no, que lo estás alargando todo el rato', pues estarías condenado para siempre.
– ¿Confían en que de este proceso judicial salga por fin algún tipo de acuerdo?
– Está clarísimo que vamos a ganar, porque tenemos totalmente documentado cuáles son las tarifas europeas y que SGAE no está armonizada con Europa.
–¿Echa en falta algo de los primeros tiempos del BBK Live que pusieron a Bilbao en el mapa de la música internacional?
– No echo nada especialmente de menos, yo creo que todo lo contrario. Esta primavera hemos hecho análisis de todo y creemos que el festival ha envejecido muy bien y está en el mejor momento posible. Es muy coherente y muy sólido. En el mercado hay ahora mismo demasiadas opciones culturales y sociales en las que elegir. Que en ese contexto el festival siga ahí y más vivo que nunca demuestra que vamos en el buen camino. Nos quedan muchas cosas por hacer y algunas de ellas esperamos hacerlas para el 20 aniversario.
– ¿Algún artista o banda que personalmente le gustaría traer, o alguna espina clavada?
– No tengo ninguna banda que tenga unas ganas infinitamente locas de ver, he tenido la suerte de disfrutar de casi todo. Pero un artista que me gustaría ver y no he podido es Eminem, porque ya no gira y está a otras cosas. Pero me encantaría verlo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.