La ABAO abre la temporada con 'La forza del destino' «para llenar el Euskalduna»
El sábado se repone un montaje de la ópera de Verdi con Carmen Solís, Angelo Villari y Juan Jesús Rodríguez, arropados por la EO con Lorenzo Passerini al frente
Hace 12 años que 'La forza del destino' no se hace oír en Bilbao. La última vez fue de la mano de la ABAO, una ... producción propia de bajo coste con dirección de escena de Ignacio García y vestuario reciclado que recurría a material textil de guardarropía. Era un montaje sobrio y funcional, que trasladaba la acción a la Guerra Civil española, y se recibió con agrado en un contexto de crisis económica de la entidad bilbaína. «En aquella época el programa Tutto Verdi estaba en pleno apogeo. Ahora hemos recuperado la obra con revisiones y cambios técnicos. El vestuario también se ha rehecho», apuntaba ayer en rueda de prensa Cesidio Niño, director artístico de la ABAO, muy animado ante la perspectiva de ofrecer «una de las óperas más complejas y difíciles de Verdi para abrir la temporada».
Este sábado, 'La forza del destino' subirá a escena en el Euskalduna con un reparto liderado por la soprano Carmen Solís (Leonora de Vargas), el tenor Angelo Villari (Álvaro) y el barítono Juan Jesús Rodríguez (Carlos de Vargas). La Euskadiko Orkestra les arropará a las órdenes del maestro Lorenzo Passerini. El presidente de la ABAO, Juan Carlos Matellanes no duda en celebrar la apuesta por «un título cargado de alicientes para todos los aficionados»: no solo supondrá el debut en sus respectivos papeles de Carmen Solís y Juan Jesús Rodríguez, sino que también será la primera vez que el director de orquesta italiano Lorenzo Passerini afronte la partitura. «¡Queremos que el teatro se llene! Esta es una temporada crucial para nosotros. Se decide nuestro futuro y continuidad. Tenemos que resolver algunos problemas económicos, pero nosotros seguimos adelante. Con todas nuestras actividades esperamos llegar a 65.000 espectadores».
'La forza del destino' es una ópera de madurez de Verdi que exige un elenco de primera, secundado masivamente por figurantes y coro. Todo en ella es angustia y sentimientos extremos, no en vano se inspira en el drama de Ángel Saavedra, duque de Rivas, que cuenta el amor imposible de una noble sevillana y un militar mestizo, hijo de un español y una princesa inca. La trama se ambienta a mediados del siglo XVIII, a caballo entre España e Italia, con la Guerra de Sucesión, que enfrentó a ambos países contra Alemania, como telón de fondo. ¿Cómo se traslada un contexto tan concreto a la contienda civil que asoló nuestro país entre 1936 y 1939? Muy sencillo: con fantasía y capacidad de abstracción, «sin necesidad de idealizar o reivindicar la violencia como algo épico», advierte el director de escena madrileño.
Para Ignacio García la esencia de la ópera de Verdi se resume en pocas palabras: «En última instancia no deja de ser un thriller sobre la venganza de un hombre que quiere matar a su hermana». Un enfoque que no le ha roto los esquemas al maestro Lorenzo Passerini. »Es una ópera que lo abarca todo. Hay una parte trágica y mística. Pero también hay esperanza a veces y elementos bufos... ¡Todo un desafío! La verdad es que estoy a las puertas de hacer realidad un sueño. Musicalmente nada puede fallar, desde la famosísima obertura hasta el trío final«, subraya el director de orquesta.
Escenas de mucho bullicio
Más allá de la caracterización de los personajes principales, la música es densa y original, con momentos muy bulliciosos, en los que no faltan escenas tabernarias, masas de peregrinos y mendicantes, soldadesca y monjes. El Coro de Ópera de Bilbao, a las órdenes de Esteban Urzelai, tendrá ocasiones de sobra para hacerse valer y en mitad de tanto batiburrillo no faltará «una figura muy especial que anuncia en cierta medida lo que luego será Falstaff», advierte el director artístico de la ABAO, al recordar el papel fundamental de Fra Melitone, un franciscano de colmillo retorcido y talante chabacano que aligera la carga existencial y ominosa de la obra.
'La forza del destino' no da tregua. Exige condiciones vocales hercúleas y don para la tragedia. Hay que padecer al máximo y ser verosímiles. La pareja protagonista, Álvaro y Leonor, no hacen más que sufrir y buscar la redención por un hecho del que son inocentes. El padre de ella, que desprecia a Álvaro por su origen, muere en un accidente absurdo y el hermano jura venganza. El racismo y el honor se alían para amargar la vida de los jóvenes. «Tradicionalmente se veía muy tremenda y dispersa. Pero yo creo que es su mayor virtud. Es como un fresco histórico de todas las emociones», insiste el director de orquesta.
'La forza del destino' se estrenó en San Petersburgo y no gustó ni al público ni a la crítica. Tampoco a Verdi, que procedió a unas pocas pero sustanciales modificaciones. La segunda versión, de 1869, no solo incluye la archifamosa obertura (que dura cerca de ocho minutos), sino que también salva la vida de Álvaro. En la obra original el desdichado, después del asesinato de Leonor a manos de su hermano, se quita la vida al tirarse de un precipicio. Demasiadas muertes, incluso para alguien con una vena tan melodramática como Verdi. «El colofón, no obstante, es de paz y recogimiento», advierte Ignacio García.
La oportunidad de disfrutar de 'La forza del destino' no está al alcance de todos los teatros. Hacen falta voces de categoría y no ser supersticioso. Es una ópera con mal fario, sobre todo porque el barítono Leonard Warren murió de una hemorragia cerebral en plena representación, después de soltar el recitativo 'morir, tremenda cosa' en la Metropolitan Opera House de Nueva York. Desde aquel fatídico 4 de marzo de 1960 hay profesionales del sector que la denominan 'La innombrable'. Lo cual la hace todavía más fascinante.
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