Sexo en Nueva Bilbao (X)

El cuerpo nos pide marcha: nos acercamos a una cuadrilla en el Antzoki y...

La semana termina de la mejor manera posible con un poteo por Diputación en compañía de Ane, Maite, Izaskun y Aran. Cenaremos a base de pintxos y zuritos hasta las diez, hora del concierto en el Antzoki. Aran ha estado de viaje desde el martes y Ane de una reunión a otra sin apenas tiempo para nada más. Maite trabaja a turnos en Osakidetza y acumula horas que le han permitido descansar tres días seguidos. Izaskun, al igual que yo, acelerada y deseando que llegara el viernes para juntarnos y desconectar. Las cinco, con mayor o menor responsabilidad, ocupamos puestos que absorben tiempo y algún que otro quebradero de cabeza, pero también son nuestro firme sustento para construir identidad y, sobre todo, garantizar la necesaria independencia económica que nos permite decidir con libertad.

Es tema recurrente en la cuadrilla y hoy surge una vez más que en la lucha por la igualdad los tiempos han evolucionado para bien. Cuando fuimos madres, la conciliación quedaba lejos y era habitual el uso del término de la 'superwoman', recuerda Maite. Pretendíamos llegar a todo con la culpabilidad siempre presente; con una mala conciencia permanente y deseando tener el don de la ubicuidad como solución a las largas jornadas ausentes de casa y el deseo de crecer profesionalmente. Con esa reflexión como telón de fondo, Izaskun nos pone al tanto de un nuevo término que ha escuchado y que cree que nos define a las cinco: LAURA, compuesto por la suma de las siglas Liberada, Autónoma, Universitaria y Racional en el Amor. «Qué manía con etiquetar todo», me quejo… Pero algo de cierto esconde el nombre de mujer, al menos en la primera parte, en eso estamos todas de acuerdo.

Comprometidas con el trabajo como medio para ser autónomas y profesionalmente satisfechas, la duda está en lo de Racional en el Amor, aquí diferimos unas de otras. Y es que depende de en qué momento te encuentres, porque cada cual cuenta con su haber y su debe particular en las etapas del divorcio… Las necesidades y circunstancias, más allá de lo que encuentres, son diametralmente distintas. Por ejemplo, Maite se enamoró como una adolescente el primer año de su separación de su jefe «felizmente» casado, ahí la racionalidad pasó de largo, se ríe Aran al recordarlo. Ane lleva años con Iker sin ganas de comprometerse. Izaskun da pasos pequeños pero firmes con Kepa y Aran aún no sabe definir lo suyo con Mikel, pero se la ve enganchada y nada racional. Respecto a Maite y a mí, pues ahí andamos tanteando el terreno; a veces es una de cal y otra de arena, pero no cesamos en el intento de explorar el territorio sea racional o irracional.

Continuamos con el tema sobre cuánta proporción de LAURA tenemos cada una yendo hacia el Antzoki. Nos hacemos hueco entre el tumulto para alcanzar la barra y pedir dos kalimotxos y tres botellines de cerveza. La música apenas permite escucharnos sin gritar, así que optamos por bailar y hablarnos poco. Ni falta que hace porque el cuerpo nos pide olvidarnos de la semana y otros temas que aparcamos a la entrada del concierto. Maite me avisa con la mirada de que a nuestra izquierda hay una cuadrilla que merece la pena. Su parálisis a la hora de bailar con soltura evidencia que son vascos, así que nos acercamos como quien no quiere la cosa de manera sutil. Algo así como poner el señuelo a su alcance para que se crean cazadores, aunque sean los cazados. Lo de toda la vida, vamos… Sin mucho éxito, los vascos se alejan, pero la situación me da una idea para patentar un nuevo término: LEIRE (Ligar Emancipada Independiente Resignada en Euskadi).

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