Sexo en Nueva Bilbao (IX)
Los 'baby boomers' divorciados ligamos «sin filtros» en La Patente... ¡y menudo subidón de autoestima!A nuestro alrededor hay varios al acecho y, a la que te descuidas, se mezclan incluso cuadrillas distintas que rivalizan por nuestra atención
Karri Bilbao
Viernes, 3 de enero 2025, 00:55
Cada viernes, Karri Bilbao nos comparte las historias y experiencias que vive con sus amigas. Tras años de convivencia en pareja han regresado a las noches (y tardeos) de la villa.
A pesar de estar todas felizmente divorciadas, entre compromisos laborales, viajes de unas y novios de otras, llevamos semanas sin coincidir y, en el grupo de WhatsApp, hemos programado con tiempo más que suficiente que hoy quedamos sin mirar el reloj. Nos citamos a las ocho en el Txintxirri para picar pintxos recién hechos y estar bien posicionadas con el objetivo de, nada más comer y saciar la sed, poner rumbo a los locales en los que poder disfrutar hasta el amanecer.
En la cuadrilla es recurrente el dilema de dónde inaugurar la noche si hay ganas de bailar. Y es que, desde hace un tiempo, afloran los locales en Bilbao que acogen con las puertas abiertas de par en par a los hijos del 'baby boom'. Esto es consecuencia de sumar la cantidad tan numerosa que somos en cada una de nuestras generaciones a la variable del crecimiento exponencial de la tasa de divorcios y separaciones en nuestra edad. El resultado más satisfactorio es que es posible regresar al mercado libre con relativa facilidad, entre otras cosas, porque está abarrotado de hombres y mujeres en circunstancias similares. El menor, la fauna que de vez en cuando encuentras y te hace tropezar por el camino.
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Así las cosas, y a pesar de la cara de resignación de alguna, la práctica mayoría optamos por La Patente. Suerte que hoy el aforo lo permite y no hay cola para entrar. Sospechoso si comparamos con las veces anteriores. Raro, raro, raro… Casi vacío, apenas nos importa porque nos permite pedir en la barra al momento, colgar chaquetas y elegir el mejor espacio para expandirnos sin apretujarnos. La música nos devuelve a la adolescencia, los guateques y fiestas de pueblo de veraneo: Alaska y Dinarama, Grease, Rafaela Carrá, Loquillo, Los Pecos y Camilo Sexto. A la par se cuelan Camela, Karol G, Shakira, Aitana y Rosalía. Todo un repertorio que nos suelta a bailar y cantar a coro melodías por todas reconocidas.
Encantadas de conocernos y ensalzar la amistad femenina como la mejor de las compañías, la gente ha ido llegando y apenas queda espacio para hacer un corro y mover un codo sin rozar a la cuadrilla vecina. El ir y venir al servicio para evacuar lo bebido hace que nos fijemos con mayor atención en quienes han ido llegando a La Patente. A medida que avanza la noche y, con la música de fondo que nos divierte, el camuflaje pierde eficacia y salta a la vista en algunas y algunos de los presentes la ausencia de filtros para ligar. A nuestro alrededor hay varios al acecho y, a la que te descuidas, se mezclan incluso cuadrillas distintas que rivalizan por nuestra atención. No hay disimulos que valgan y a nosotras nos entra la risa porque nos sentimos como presas entre cazadores. Nada mejor que una sesión en La Patente para elevar la autoestima y regresar al mercado sin filtros ni Photoshop. Se abre la veda...