Solo el 10% del pequeño comercio vizcaíno se suma al 'Black Friday'
El sector minorista rechaza los descuentos al beneficiar únicamente «a las grandes empresas. No se puede estar tantas semanas con rebajas»
Ecoalf, el grupo de moda sostenible más importante de España, muestra desde el pasado lunes en su fachada de la tienda de la Gran Vía ... bilbaína un sorprendente y duro alegato contra el 'Black Friday'. La compañía fundada por Javier Goyeneche ha colocado unos grandes carteles, impresos en euskera –Ezetz Esaten Diogu Black Friday-Ari–, con los que traslada a los transeúntes su rechazo a esta tendencia importada de Estados Unidos, que varió en sus orígenes las reglas del juego comercial con la implantación de grandes descuentos a desarrollar únicamente el último viernes de noviembre. Aquella corriente alargó la duración de las promociones hasta prolongarlas, cada vez con menos eco, hasta después de Reyes.
Al margen de grandes cadenas y franquicias de renombre, que siguen confiando en este reclamo, con la aplicación de descuentos que parten en muchos casos de un 40% mínimo hasta alcanzar incluso el 70%, el impacto de esta iniciativa se ha diluido casi por completo entre los comerciantes locales. La inmensa mayoría de tiendas independientes se ha desmarcado al considerar que solo beneficia «a los gigantes del sector» y perjudicar «de forma notoria» a los negocios minoristas. En el 'Soho bilbaíno', la zona de moda de la capital vizcaína, solo hay un local que intentará sorprender mañana a su clientela con ventas fuera de temporada y sensiblemente más baratas.
La inmensa mayoría de comerciantes bilbaínos juzga ilógico «realizar rebajas durante tantas semanas», en vísperas además de las fiestas navideñas, al desvirtuar el significado de una práctica que terminó ahogando las economías de buena parte de los establecimientos. Abrazaron con entusiasmo esta práctica pese a volvérseles después claramente en su contra. ¿Por qué? Se dieron cuenta de que los clientes esperaban a realizar compras durante muchos días sin pasar por sus establecimientos.
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«No participamos en esta moda por respeto al cliente habitual»
Si en los últimos años ya se venía advirtiendo de un progresivo desapego, 2025 ha marcado un punto de inflexión. Solo un 10% del tejido comercial local se sumará en esta ocasión a un 'Black Friday' más mustio que nunca. El descenso con respecto a ejercicios anteriores es relevante, ya que en los momentos de mayor euforia participaron un 30% de locales «con algún tipo de ofertas. Había quien rebajaba todas las colecciones y quienes aplicaban descuentos en solo algunos productos, pero ahora no llegaremos seguramente ni al 10%», calcula Rafael Gardeazabal, presidente de BilbaoDendak.
Marcados por la «inestabilidad», los comercios tienen puesto el foco en el desarrollo de una temporada que ha caminado hasta hace dos semanas entre dudas e incertidumbres provocadas por una meteorología adversa que ha arrastrado al sector a un consumo «bajo mínimos». El estancamiento se ha cebado con las prendas de abrigo, las que mayores beneficios dejan a los profesionales. De ahí que el 'viernes negro' comercial que tanto fascina a los consumidores estadounidenses se vea en el territorio vizcaíno como un regalo envenenado. Casi nadie, muy pocos, quieren picar el cebo.
«No competir en precios»
Gardeazabal, que durante décadas participó en el negocio familiar de la histórica sastrería Derby, entiende la rebaja de la euforia. «Que tantos negocios se hayan desvinculado totalmente obedece a una razón: no podemos competir en precios con los grandes. Ellos disponen de márgenes de los que carece la mayoría», esgrime. Gardeazabal, que no se anda por las ramas, dice que «hacen mucho daño» al tratarse del «pistoletazo de salida de las compras navideñas».
Hay otro asunto que juega en contra del 'Black Friday'. Noviembre es el mes que la mayoría de empresas textiles emplea para proceder a los últimos pagos de las colecciones de otoño-invierno que exhiben actualmente los escaparates. Esta razón explica que solo las compañías «con suficiente músculo financiero» puedan afrontar desembolsos tan importantes sin peligro.
«Desafección»
«El comercio local vive con bastante desafección este fenómeno. No es un tema que les interese, salvo para efectuar quizá algunas promociones residuales», advierte Jorge Aio. El gerente de BilbaoCentro sostiene que se «ha perdido» el propósito con que irrumpió por las «pérdidas originadas» al comercio «urbano y local. Las temporadas están para ser respetadas». Aio asegura, además, que estas promociones, «impulsadas por los grandes operadores», tienen algo de ficticias «al tirar con ofertas no reales ya que suben los precios al principio para bajarlos posteriormente», critica.
Julia Diéguez, presidenta de la asociación de comerciantes de Deusto, reconoce el «menor tirón» del 'Black Friday' y afirma que en sus inicios muchos comerciantes «se apuntaron porque lo hacían los demás». «Pero, al final, no ha resultado bueno porque no podemos competir de tú a tú con las grandes superficies. Te encontrabas con que desde dos semanas antes la gente no entraba a comprar», admite Susana Alguero, dueña de Olañeta y presidenta de la agrupación de comercios del Casco Viejo. «El bum que llegó hace 15 años, con el 80% de tiendas participando, se ha desinflado totalmente porque perjudica bastante la campaña de Navidad», clave para la pervivencia del tejido local, concluye Marta Fernández, secretaria general de Cecobi.
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