La detenida por el 'crimen de las piernas' se confiesa autora del homicidio ante el juez

Fue detenida el viernes de la semana pasada por la Ertzaintza junto con su expareja, V.M.M.S. Tras pasar a disposición judicial el pasado domingo por la tarde, el hombre quedó en libertad con medidas cautelares mientras que ella fue derivada a la prisión alavesa de Zaballa, la única de Euskadi con módulo femenino. Tras prestar declaración ayer y autoinculparse, Soraya H.M. regresó a la cárcel, donde está siguiendo una cuarentena dentro del protocolo Covid-19 para evitar contagios dentro del centro penitenciario. Una vez que pasen diez días, la presa será sometida a una prueba PCR y, si da negativo, será derivada a un módulo asistencial. Como en otros muchos casos, se integrará en un programa de prevención de suicidios.

Roberto Colina desapareció el pasado 24 de julio. Desde un primer momento, su caso fue declarado como de «alto riesgo por indicios de criminalidad». La compañera sentimental con la que convivía se convirtió desde el principio en la principal sospechosa. La mujer daba distintas versiones de los motivos de la desaparición, desde que el hombre se había ido de viaje a Castro hasta que padecía neumonía. Además, no fue ella quien presentó la denuncia por la desaparición, sino un hermano de Roberto. La Ertzaintza retomó la búsqueda del desaparecido el pasado jueves, día 26 de noviembre, tras recibir una información nueva. Agentes de la Unidad de Vigilancia y Rescate (UVR) de la Ertzaintza y de la Unidad Canina, con drones, batieron el monte Rontegi y localizaron junto a unas antenas, al lado del depósito de aguas, entre zarzas y dentro de una bolsa de plástico negra, dos piernas seccionadas a la altura de la rodilla.

Según el primer análisis forense, por el avanzado estado de deterioro de los restos mortales, podían tener una antigüedad desde el pasado verano, lo que coincide con la desaparición. No obstante, se han enviado muestras para su estudio al Instituto Nacional de Toxicología que determinarán el tiempo que llevan las dos piernas amputadas.

Las pruebas de ADN confirmaron que las extremidades pertenecían al desaparecido. Pero, ¿dónde está el resto del cuerpo? El rastreo continuó aún una semana más en busca de más restos mortales, aunque quedó suspendido el jueves, 3 de diciembre. Al día siguiente se produjeron las dos detenciones de Soraya y su excompañero. Especialistas de la Policía Científica registraron en presencia de la arrestada durante cerca de siete horas el piso donde vivía con la víctima y donde se sospecha que pudo producirse tanto el crimen como el posterior descuartizamiento. Ante la Policía, la detenida optó por guardar silencio. Una semana después y delante del juez, la sospechosa se ha derrumbado y se ha confesado autora del homicidio.