Bilbao se queda sin el chino de dragones y farolillos
El Restaurante Ercilla, el oriental más tradicional de Bilbao, cierra dos meses para acometer una ambiciosa reforma y ofrecer una imagen más moderna
Otros llegaron antes y los hay como el Chino Misterioso, que presumen de dar de comer a gran parte de la colonia china afincada en ... Bilbao, con una carta en la que aparecen ensaladas de medusas y tendones. Pero ninguno rezuma la autenticidad del Chino Ercilla. Es, sin duda, la casa de comidas oriental más tradicional de la capital vizcaína.
Solo hay que fijarse en la barroca entrada. Se mantiene igual que el mismo día de la inauguración, es decir desde hace 25 años. Exhibe una iconografía asiática en la que no faltan los típicos dragones y farolillos que adornaban casi todos los restaurantes chinos que se abrieron en Bizkaia a finales de los 90. Con abundancia de tonos rojos y dorados, que en breve desaparecerán. El de Ercilla se ha olvidado de todo tipo de modas y tendencias. Ha ido a lo suyo y no ha cambiado nada... Hasta el miércoles.
El establecimiento baja temporalmente la persiana. Permanecerá cerrado durante algo más de dos meses, por lo que su reapertura está prevista, más o menos, para mediados de abril. Aprovechará este periodo para llevar a cabo una ambiciosa reforma que cambiará por completo la estética de sus salones. Descubrirá, según Yiwei y Miao. el matrimonio que regenta el negocio, una estética moderna. Un estilo y diseño más actual. «Las mesas y sillas están bastante viejitas, hasta se movían, y no encontrábamos modelos de recambio. La gente comerá más cómoda», se congratulan.
Ha llegado la hora del cambio. La entrada, dice Yiwei, quedará «más bonita». Pero lo que no cambiará será la comida, que ha fidelizado a una legión de comensales desde 1998. «Va a ser igual. Con más platos, porque vamos a añadir un poquito más. Algo nuevo, pero mantenemos lo antiguo», subraya Miao.
Y lo antiguo es fascinante. El codillo 'estilo Mongolia en Bilbao' y el pato asado estilo Pekín son sus especialidades. Entre los platos «típicamente chinos» destacan las gambas con almendras en nido, las ancas de rana fritas, las costillas con sal y pimienta y las hormigas en el árbol con gambas. Pero el Ercilla no sería lo que es sin sus sopas –la más famosa es la de aleta de tiburón– y, por supuesto sin sus rollos de primavera y rollitos de Vietnam, los langostinos rebozados o sus kubak de gambas o con marisco. Por no hablar de sus tallarines fritos, la ternera con salsa de ostras.
Con casas rojas
Tal popularidad ha alcanzado en estos últimos 25 años que es habitual encontrarse a familias celebrando cumpleaños, bautizos o primeras comuniones. A diferencia de otros restaurantes de su estilo, las camareras tampoco han variado su informe. Se desenvuelven por el comedor con casacas rojas y pantalones negros.
No se sabe si regresarán así. Lo que sí se sabe es que a la vuelta mantendrá tradiciones como la entrega de toallitas calientes a los comensales. Y que habrá una espectacular estantería de vinos. Y también que el local dispondrá de reservados. Y apartados con sofás. Seguirán ofreciendo comidas para llevar a precios «muy razonables». Y, de lo que no cabe duda, es que, como se puede leer en la parte inferior de la carta, en letra muy pequeña, el Chino de Ercilla seguirá siendo el 'lestaulante con más sentido del humol'.
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