El partido marcado en rojo por el Surne

La presencia este domingo (12.30 horas) del Leyma Coruña en el Bilbao Arena no debe inquietar a la marea negra si se tiene en cuenta el rendimiento de la formación naranja a domicilio. Tan sólo ha sonreído dos veces, en Lleida y Girona, lejos de su cancha, y forma parte del cuarteto, junto con Granada, Zaragoza el mismo Bilbao Basket, con la cosecha más raquítica de la ACB en pista ajena.

Sin duda alguna, la debilidad defensiva es el punto más frágil de los gallegos en su debut en la categoría dorada. A excepción del duelo en Zaragoza (84-76) y la victoria sobre el Lleida (97-84), el cuadro dirigido por el burgalés Diego Epifanio ha encajado 90 o más puntos en sus últimos 12 partidos, lo que evidencia sus problemas a la hora de proteger sus dominios. Y esa línea negativa no ha podido corregirse desde el principio de la competición hasta la actualidad. Antes de enfrentarse ayer al Barcelona, el Leyma había recibido una media de 95,4 puntos por encuentro en las 29 jornadas que había disputado. Resulta sumamente complicado aguantar un año más en la élite con tal vulnerabilidad.

Sin embargo, las flaquezas del Coruña no se corresponden con los números registrados en la estadística general de la liga. Pese a su condición de último en el campeonato, no ocupa las peores posiciones en determinados aspectos del juego. Es más, se encuentra entre los 12 equipos mejores en asistencias, número de tiros de dos y triples, puntos anotados y valoración. A los jugadores naranjas les gusta correr y lanzar, aunque suspenden cuando tienen que blindar su aro. Esa disparidad pesa demasiado en un torneo que castiga la ineficacia defensiva y que cualquier rival tiene capacidad de hacer daño en cualquier escenario.

Aun así, el Coruña fue quien dio la primera campanada, y tal vez la más sonora de la temporada, al imponerse en su casa en su estreno en la ACB contra el todopoderoso Real Madrid (86-85). Era la primera jornada y los recién ascendidos ganaban un punto inesperado. Unas semanas antes, habían caído frente al Bilbao Basket por 87-77 en el habitual amistoso con el que el Surne suele inaugurar la temporada en el polideportivo Emilio Amavisca de Laredo.

Casi tres meses después, en la decimotercera jornada liguera, el Bilbao Basket se desplazaba al Coliseum para medirse a un rival con su mismo balance entonces -cuatro triunfos- y similares sensaciones en la ACB. El primer viaje oficial de los hombres de negro a la ciudad se saldó con un rotundo triunfo (79-100) después de una primera mitad igualada. A aquella alegría le siguió la importante victoria sobre el Andorra en el siguiente compromiso, con lo que el Surne escapaba de las catacumbas de la tabla.

También propició aquel choque un dato significativo en la historia interna del conjunto de Miribilla. El joven Rubén Domínguez se salió literalmente frente al Coruña al terminar el partido con ocho canastas de diez intentos en triples, cinco de ocho en disparos de dos y uno de uno en tiros libres. Todo ello sumó 35 puntos, y superaba así el récord anotador del Surne que tenía Axel Bouteille con 34.