Sander Raieste | Alero del UCAM Murcia
«Mis últimos años en el Baskonia eran una montaña rusa en la que nunca sabía si iba a jugar»Tras casi una década en Vitoria, el estonio pone sus muelles al servicio de Sito Alonso: «Con las piernas que tengo, sería malo no intentar hacer mates»
La plantilla del UCAM Murcia cuenta con una figura tan familiar para la afición baskonista que puede considerarle como uno de los suyos. Así ... lo siente Sander Raieste (Tallín, 1999), el canterano azulgrana que llegó con 17 años y que en verano dijo adiós a nueve campañas en Vitoria. «Era el momento de hacer algo diferente en mi carrera», comprendió. En su primer partido de ACB con otra camiseta, logró su mejor marca de anotación, 17 puntos.
- ¿Le sorprendió?
- Un poco sí. No pensaba que iba a ser así, pero tengo la confianza de Sito (Alonso) y me deja jugar. Mi intención aquí es tener más protagonismo, más minutos y demostrar todo lo que puedo hacer.
- ¿Se llegó a ver en el Baskonia?
- No lo sé. En estos tres meses no he cambiado mucho. Lo que me faltaba en los últimos años era estabilidad, tener minutos, un rol… Entiendo que mi papel en el Baskonia tenía que ser diferente. No podía jugar 30 minutos todos los días, pero sin tener la certeza de jugar cada partido es más complicado.
- Empecemos por el principio. ¿Cómo fue su llegada a Vitoria?
- Creo que Juan Pedro Cazorla me vio un verano en un Europeo. En marzo de 2016 fue a hacer una prueba a Vitoria. Fue justo el día del triple de la victoria de Bertans ante el Madrid. Y ya ese verano me fichan y hago la pretemporada con el primer equipo.
- Sito Alonso era el entrenador. ¿Lo recuerdan?
- Han pasado muchos años. Quizás debería preguntarle qué pensaba de mí por aquel entonces (risas). Yo era un niño saliendo de su casa a ver si podía llegar a cualquier nivel en Europa.
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- Llega al primer equipo junto a Sedekerskis y Kurucs y es el primer favorito de Ivanovic.
- Bueno, primero tuvimos la fase final de la ACB que ganamos y no jugué nada. Tengo el trofeo en casa de mis padres en Estonia y alguno sí me dice que soy campeón de la ACB (risas). Al menos estuve en el equipo. No sé si con Dusko hubo algún momento clave. Yo iba a entrenar cada día con muchas ganas de tener algún rol. Empezaba los partidos en el quinteto titular, que me sorprendía mucho. Empecé bien, pero luego no di un paso más, jugué poco y al final me lesioné la rodilla.
- No parecía tan grave pero se tiró más de seis meses.
- Tenía el menisco roto, pero al principio no parecía tan mal. Luego me volví a operar porque tenía molestias y había que limpiar la rodilla. Desde entonces no he tenido problemas ahí. Cuando volví, hice un entrenamiento, di positivo en covid, dos semanas más fuera y me llevaron a Grecia, contra el Panathinaikos, a jugar de ala-pívot porque faltaban jugadores. Fue muy complicado tratar de integrarme cuando ya estaba la rotación clara.
- Luego llega Peñarroya. ¿Su mejor etapa?
- Hablando de la estabilidad y minutos, creo que sí porque ese año tuvimos un equipazo. La plantilla parecía un poco más larga y en algunos partidos de ACB tuvimos a gente descansando, entonces tenía más protagonismo. Cuando ganas y juegas bien puedes dar más oportunidades a todo.
- ¿Cómo describiría su segunda etapa con Ivanovic?
- Parecido a mis últimos años. Había periodos con casi cero minutos y cuando había alguna lesión o lo que sea tenía más minutos, iba arriba y abajo… una montaña rusa en la que nunca sabía si iba a jugar.
- Ese verano acababa contrato, pero recibió una oferta para seguir otro año. ¿Pensó en salir?
- Sí, parecía que era el momento de irme, pero siempre piensas que igual este es el año. Pensé que todavía era joven y aún tenía tiempo para probar luego en otro lado. Empecé lesionado de la hernia y eso me afectó.
- ¿Está contento con su rendimiento estos años?
- Di todo lo que tenía y lo que me dejaban dar. Hice lo que pude en entrenamientos, trabajo individual, ser profesional y buen compañero. Lo que estaba en mi mano lo he controlado bien. Las otras cositas están fuera de mi control.
- Dejó una buena amalgama de mates y tapones.
- Bueno, hago lo que puedo. Con las piernas que tengo y la altura sería malo no hacerlo o intentarlo. Yo siempre que veo el aro de cara intento ir al mate.
«Con sol tampoco está mal vivir. Ahora paso mucho más tiempo fuera de casa»
- El Baskonia no le incluyó en la despedida de los jugadores que terminaban contrato. ¿Tuvo alguna opción de seguir o fue por los tiempos del tanteo?
- Igual por el tanteo sí, pero no lo sé exactamente. Nosotros ya sabíamos que no iba a seguir. El club quería ir en otra dirección en la plantilla y yo también. No hablé con el nuevo entrenador ni con el director deportivo.
- ¿Qué ha visto del Baskonia este año?
- Es muy difícil comentar desde fuera, nunca sabes qué está pasando dentro, pero el comienzo no ha sido fácil. Han tenido muchas lesiones, como todos los equipos de Euroliga. Hay muchos partidos, viajes, muchos vienen del Eurobasket y la carga es muy alta.
Dejar el nombre en la historia
- ¿Aun así merecía la pena jugar la Euroliga?
- Sí, estar en la mejor liga de Europa creo que está por encima. Hay que tener objetivos grandes, si no ¿para qué juegas? Necesitamos la motivación de tratar de dejar nuestro nombre en la historia. Pero creo que necesitaba el cambio en general para estar en un sitio distinto y con retos nuevos.
- Como canterano, ¿tiene algún consejo para Joksimovic?
- Entrenó con nosotros algún día y ya se veía que el chico tiene algo especial. Sabe jugar. Es joven pero a veces juega como un veterano, entiende el juego. No tengo muchas recomendaciones para él porque al final tiene un entrenador que no conozco y parece que ya está en la dinámica del primer equipo y lo está haciendo bien.
- ¿Le ha sorprendido la salida de Samanic?
- Sí, porque a mí me gustó como jugador. No sé qué pasó, si dicen que era por cosas personales, tú y tu familia son los número uno. Ojalá esté todo bien. Teniendo ese tamaño como jugador, se movía muy bien, tenía tiro, físico...
«Ya en un entreno vimos que es especial. Juega como un veterano y entiende el juego»
- Tuvo ofertas de Bilbao Basket y San Pablo Burgos. ¿Por qué el UCAM Murcia?
- Me gustó el proyecto. Me transmitieron qué esperaban de mí, cómo era el equipo y qué objetivos tenían y me gustó mucho. Por lo menos tengo muy claro lo que Sito espera de mí y son cosas que puedo hacer para ayudar al equipo. Además me ofrecieron dos años para tener un poco más de seguridad, ya que el cambio me generaba algo de ansiedad.
– ¿Qué tal el cambio de ciudad?
– Aquí hace 30 grados todavía y creo que un poco de sol me viene bien aunque me pueda quemar. Con esta piel del norte no me voy a poner muy moreno, pero con sol tampoco está mal vivir. Paso mucho más tiempo fuera de casa y ahora que estoy en un sitio nuevo me toca explorar. Si llevas 10 años en un sitio has visto ya casi todo.
– Al enfrentarse esta semana, ¿ha hablado más con Sedekerskis?
– No diría que más porque siempre estoy hablando con Tadas y es los muchos amigos que tengo en el equipo. Bueno, ya no quedan muchos pero sí que tengo algunos y estoy hablando con ellos sí o sí. Es interesante jugar contra tu ex club, pero tampoco estoy pensando mucho en que viene aquí Baskonia. En el Buesa Arena se me hará más raro, estar en la otra parte del campo y dormir en el hotel.
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