Los 'olvidados' de Paolo Galbiati
Frisch y Villar esperan su oportunidad relegados en la lista de preferencias del técnico azulgrana, condicionado por la necesidad de resultados
Todo equipo sumido en problemas tiende a ver acortada su rotación de jugadores. Los más válidos a ojos del entrenador son los elegidos para cruzar ... la tormenta mientras otros asumen su papel de hombres de banquillo con un papel más o menos residual. En el Baskonia actual, hay dos jugadores 'olvidados' por Paolo Galbiati. Son Rafa Villar y Clément Frisch, relegados al vagón de cola del reparto de minutos.
Para una escuadra azulgrana que sufre para estabilizar su posición en las dos competiciones que disputa, los experimentos con los más jóvenes son limitados. Sucedió algo similar la pasada temporada con piezas como Ousmane Ndiaye o Pavel Savkov, aunque los casos del ala-pívot francés (23 años) y el base catalán (21) van más allá de simples novatos sin rodaje.
Noticias relacionadas
Sobre el papel, ambos jugadores se enrolaban el pasado verano con el claro propósito de ser elementos activos para alargar la plantilla azulgrana. Dieciocho partidos oficiales después, siguen llamando a las puertas de un mayor protagonismo. Villar promedia siete minutos por partido con estadísticas apenas visibles en anotación y valoración.
Frisch se va a los nueve minutos por encuentro, con valoración negativa en ACB y 4 créditos en Euroliga. Sólo Stefan Joksimovic juega menos, aunque su papel es otro; ayudar en una primera plantilla en la que comienza a experimentar el profesionalismo al tiempo que compite en el filial baskonista enrolado en Tercera FEB, la cuarta categoría nacional.
El catalán es casi fijo en los quintetos iniciales, pero sin lograr estirar su cuenta de minutos
El Baskonia ha respondido con un 'no' al interés de varios clubes ACB por acoger al galo como cedido
Villar es el damnificado en el complejo nudo que enreda el puesto de base en el equipo vitoriano. Su papel inicial era el de tercer timonel por detrás de Trent Forrest y un Markquis Nowell llegado a pocos días de arrancar la temporada. La lesión del guía principal y el fichaje del temporero Kobi Simmons tan sólo han reordenado la jerarquía a favor de la última incorporación. La condición de cupo de formación otorga a Villa plaza casi fija en los partidos de Liga ACB, donde la obligación de descartar a un extracomunitario entre Simmons, Howard y Nowell afecta directamente a la posición de director de juego.
Entre tanta mar revuelta, el barcelonés no ha encontrado la ruta para prosperar en su ración de minutos. Eso sí, Galbiati tiende a darle tratamiento de 'rookie', con presencia habitual en el quinteto inicial y asignación defensiva a la referencia del perímetro rival. Cumpla o no en este cometido inicial, su presencia en cancha durante el desarrollo posterior de cada partido tiende a ser menor o incluso inexistente. En un papel tan corto, Villar se ciñe al guion de 'sparring' defensivo y trata de rebañar alguna opción de tiro más bien contada, con las penetraciones a canasta como preferencia por encima del lanzamiento lejano.
Una dura adaptación
La incorporación de Clément Frisch fue la primera en cocinarse el pasado verano. Adscrito a la lista de preferencias de Alfredo Salazar, el francés ya era jugador azulgrana incluso antes de que Xevi Pujol sustituyera al reputado reclutador vitoriano en la secretaría técnica. Novato en la Euroliga y la competición ACB, Frisch sigue sin encontrar un acomodo claro que no sea el banquillo en los esquemas de juego. Su ostracismo ha llamado la atención de varios clubes ACB, que han preguntado por una posible cesión. De momento, la respuesta azulgrana ante semejante propuesta ha sido negativa.
El ala-pívot galo paga el peaje de la inexperiencia y de la urgencia por lograr resultados. Su perfil de interior con amenaza en el triple podría ser útil en un Baskonia con registros discretos desde más allá de la línea de 6,75, pero todo apunta a que Galbiati ha pospuesto el proceso de rodaje de un jugador con características físicas muy particulares. Sus 2,01 metros de altura, más emparentados con la posición de alero, le sitúan en desventaja con otros pares acreditados en la Euroliga. El problema es que, en este momento, no hay más minutos para que Frisch explote otras armas en una rotación en la que Rodions Kurucs y Tadas Sedekerskis le llevan la delantera.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión