La incertidumbre sobre la continuidad de Laso ralentiza la reconstrucción del Baskonia
El club mantiene abierta la búsqueda de nuevo técnico sin cerrar aún la puerta a la continuidad del vitoriano
Los veranos del Baskonia acostumbran a ser largos, aunque el presente en el que ahora está inmerso apunta a ser eterno. El cierre de una ... mala temporada dio paso a la llegada de Xevi Pujol como nuevo secretario técnico, la contratación de Clément Frisch y también a un replanteamiento de quién iba a ser el entrenador azulgrana la próxima temporada, con Pablo Laso sometido a examen.
Tal y como informó El CORREO la semana pasada, la entidad de Zurbano sondea el mercado de entrenadores y la búsqueda permanece abierta. Se trata de un movimiento delicado y que se intenta llevar con la máxima discreción desde el Baskonia, pero que ya es una realidad conocida dentro del mercado baloncestístico. También desemboca en una situación incómoda, dado que el técnico vitoriano tiene contrato vigente con la entidad azulgrana para la campaña entrante, un vínculo cuya ruptura no está dispuesto a facilitar.
Desprenderse del preparador alavés obligaría al club a un fuerte desembolso económico que conviene tener en cuenta a la hora de calcular el dinero disponible para una reconstrucción estival que, en este momento, se encuentra al ralentí. El Baskonia acostumbra a diseñar sus plantillas con criterio propio y dando un peso relativo a la opinión del entrenador. Sin embargo, sigue resultando clave conocer la identidad exacta del futuro inquilino del banquillo. Las opiniones y propuestas de Pablo Laso después de su primera campaña en Vitoria ya las conoce el Baskonia. En caso de que se aborde un cambio de entrenador, también conviene escuchar las del recién llegado.
Al menos, desde las oficinas azulgranas se manejan varios escenarios ya claros sea cual sea la identidad del técnico el próximo curso. Chima Moneke ya es historia después de terminar contrato y comprometerse con el Estrella Roja y hay una predisposición a escuchar ofertas por Donta Hall. Nikos Rogkavopoulos, que termina su contrato azulgrana en junio de 2026, también puede ser atrayente para otros clubes, pero aún no han llegado propuestas que colmen las exigencias baskonistas. Mientras, Clément Frisch acaba de estrenar la lista de nuevos reclutas aunque se trata de una operación madurada con meses de antelación.
Confianza agrietada
El alsaciano alienta la polivalencia en el futuro dibujo azulgrana, pero queda por saber quién le otorgará una jerarquía, si será Laso o una nueva apuesta del club en su banquillo. Mientras, otras opciones de mercado han quedado de lado o permanecen a la espera. Es el caso del interior Emir Sulejmanović, un jugador en la agenda azulgrana y del gusto del técnico vitoriano que se ha decantado por aceptar la oferta del Unicaja. También sigue en el aire Matteo Spagnolo, base cupo de formación con proyección y sujeto a contrato con el Alba Berlín, que pedirá una compensación económica a cambio de soltar al jugador. La semana que viene expira el plazo para ejecutar la cláusula de renovación de Luka Samanic, también pendiente de que se aclare el panorama.
El suspense domina en este momento el entorno azulgrana, aunque fuentes consultadas por este periódico apuntan a que no puede demorarse más allá de la próxima semana una decisión de peso que, sea el signo que sea, tomará Josean Querejeta. Las vacaciones estivales propician el distanciamiento entre Pablo Laso y un Baskonia que busca técnico sin encontrar aún alternativa después de evaluar diferentes propuestas. La encrucijada es de máxima complejidad para el club vitoriano. No solo por lo complicado de hallar un candidato apto sino por la perspectiva de verse obligado a retomar la vía de Laso con la confianza ya agrietada.
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