La renovación de Nico Williams, una escenografía muy cuidada

El 1 de julio estaba marcado en rojo en el calendario como el primer día en el que el Barça podría desembolsar los 58 millones de euros de la cláusula de Nico para que el fichaje contara en el próximo ejercicio. Sin embargo, esa jornada coincidió con las primeras noticias sobre la escasa fiabilidad financiera de la entidad que preside Joan Laporta para garantizar al futbolista que sería inscrito sin problemas. Parecía ser cuestión de días que el dorsal número '10' del Athletic acabara vestido de azulgrana, pero en paralelo Ibaigane siguió a lo suyo, sin hacer declaraciones en público. Trabajó en silencio la continuidad del crack navarro y preparó con sumo cuidado el anuncio de su renovación, noticia que pilló con el pie cambiado a la cúpula culé.

A las 10 horas y 32 minutos saltaba la bomba. Un vídeo en las redes sociales del club de un minuto y 11 segundos de duración titulado 'Lo que más pesa es el corazón' hacía presagiar algo positivo. Al fondo, el mural de Barakaldo que tanta expectación ha levantado los últimos días, en los que ha sido objeto de la ira de varios aficionados enfadados con Nico por el hecho de coquetear con el Barcelona. En una imagen cargada de simbolismo, aparece en escena un encapuchado que viste una sudadera negra del club, con el león a la espalda. Se acerca dando pequeños pasos, sigiloso bajo la noche vizcaína, como el gato que pasa a su espalda, y saca del bolsillo un bote de spray.

Esta vez nadie iba a grabar insultos junto a la cara del pequeño de los Williams ni el rostro de Nico iba a ser tachado de mala manera. El protagonista del vídeo pinta las siglas 'WIN' (ganar en inglés) que vienen a ser un acrónimo de Williams, Iñaki, Nico y por debajo el número 2035. Nadie duda de que simboliza la renovación del internacional español y de que detrás de ese sujeto misterioso se esconde el protagonista al que todo el mundo quiere ver. En la siguiente escena, el hombre entra en el amplio salón de una casa, se quita los guantes, deja el spray en la mesa, se gira a cámara y.... ¡Bingo! Es él.

Nico Williams, con rostro muy serio, todo sea dicho, tapa el objetivo con su mano y cuando la retira se le ve vestido con la elástica rojiblanca en cuya manga ya aparece el parche del logo de la Champions. En ese momento el extremo navarro toma la palabra: «Cuando hay que tomar decisiones, para mí lo que más pesa es el corazón. Estoy donde quiero estar, con los míos. Esta es mi casa. ¡Aúpa Athletic!». Esta última frase la lanza por fin sonriente mientras agarra la manga en la que aparece el símbolo de la mejor competición de clubes del mundo, esa que disputará por primera vez y en San Mamés como local. Lo hará acompañado de su hermano Iñaki como capitán. Y con el dorsal número '10' a la espalda.